Revista Literatura

10 maneras de cagarla en Twitter como escritor

Publicado el 26 abril 2017 por Cabaltc

Llevo un tiempo coqueteando con la idea de escribir un artículo sobre por qué elimino, omito, borro y dejo de seguir un montón de cuentas en Twitter cada día. Pero esta semana ha habido un boom explosivo de cuentas, menciones y tuits que han conseguido sacarme de mis casillas. Y es que cagarla en Twitter es algo muy fácil. Más aún si pretendes vender algo….

Así que, como sé que eres un lector y/o escritor de bien, también sé que quieres que tu comunidad evolucione y prospere, que la gente te aprecie, y, sobre todo, no quieres hacer las cosas mal. Por eso te dejo estas 10 exquisitas maneras de cagarla en Twitter con tu cuenta de escritor. Lee la lista, ríete un rato y, sobre todo, presta atención a lo que no debes hacer si quieres que la gente no deje de seguirte al instante.

Protocolo básico para cagarla en Twitter

He organizado este artículo siguiendo los pasos que realizo yo cada vez que alguien empieza a seguirme en Twitter, interacciona conmigo, me menciona… Vamos, cada vez que descubro una nueva cuenta de alguien que pueda ser interesante. Cuando pasas de cierta cantidad de seguidos, filtrar a quién sigues antes de ver qué maneras tiene de cagarla en Twitter es de lo más importante.

Este protocolo es bastante sencillo y puedo resumírtelo en las cuatro fases que seguimos todos con las cuentas nuevas:

  1. ¿Cómo te he descubierto?
  2. ¿Quién dices que eres?
  3. ¿De qué parece que hablas?
  4. ¿Eres real?

Y sí, siempre hago lo mismo para todas las cuentas. Me sigo llevando sorpresas (sobre todo por el último punto de todos), pero he limitado al máximo las cuentas automáticas y llenas de spam a las que sigo.

1º) Cómo NO quiero conocerte

La primera manera de cagarla en Twitter empieza antes siquiera de que sepa quién eres. ¿Alguno de vosotros ve con buenos ojos que le asalte un desconocido con encuestas, preguntas o vendiéndole algo? No es algo que nos guste a ninguno, salvo que tengamos muchas ganas de hablar con otro ser humano…

Lo habitual es que, cuando encuentras una cuenta de Twitter que te parece interesante y atractiva, decidas (tú, persona detrás de la pantalla, y no otra persona) seguir a esa cuenta y/o la añadas a alguna lista de lectura que tengas. Hacerlo es, y debe ser, invisible para aquel a quién estás siguiendo.

Por ejemplo, mi amigo Jaume (@Excentrya) tiene unos 2300 seguidores en Twitter. Supongo que tendrá varias decenas de nuevos seguidores cada semana, y una cantidad similar de unfollows. ¿Te imaginas que esas 50, 100, 200 personas semanales le escribieran algo cada vez que deciden seguirle? ¡Hola, Jaume! ¡Te sigo si me sigues! ¡Sígueme! ¡Yo también soy escritor, lee mi libro!

Cagarla en Twitter: excentrya

Necesitaría un secretario profesional para hacerse cargo de tantas respuestas… además de muchos antiácidos. Y me da a mí que nuestra economía de escritores no nos permite subcontratar a alguien para hacer algo así ni para comprar más medicamentos de los que ya tomamos.

Y es que hay dos maneras muy específicas de cagarla en Twitter antes de hacer nada:

1. Invasión de cuentas

No me conoces de nada, no te conozco de nada, no me dices hola, ni te presentas. Solo toma y léete mi artículo, ¡coño!

Tuit 1: «@cuenta1 @cuenta2 @cuenta3 @cuenta4 … [Enlace a mi súper artículo]»
Tuit N-ésimo: «@cuentaN+1 @cuentaN+2 @cuentaN+3 @cuentaN+4 … [Enlace a mi súper artículo]»

Y así hasta alcanzar los primeros 10.000 tuits.

Esto no es cagarla en Twitter con estilo, esto es cagarla rápido y a lo bestia. Eso sí, gracias por hacerme ver que necesitas que te bloquee.

¿Alguien cree que cuenta1 o cuentaN van a pinchar en ese enlace? ¿En serio? ¡Joder! No sé por qué no creo un mini programa que escriba un tuit a cada uno de los 300 millones de usuarios activos que hay en Twitter…

2. Invasión de conversaciones

El punto anterior es más o menos inocuo. No molesta demasiado y no necesita que hagamos nada por nuestra parte. Lo habitual es que ese tuit llegue, pase sin pena ni gloria, y no volvamos a verlo más.

Pero hay otra manera de cagarla en Twitter, antes de que te conozca, por la puerta grande: invadiendo conversaciones ajenas.

Dos (o más) tuiteros están hablando de… el sexo de los ángeles. Se están echando unas risas, comentan con gifts, artículos y frases jocosas la gracia que les hace el tema y, de pronto, sin previo aviso, se cuela algo como esto:

Jajaja, a mí me pasó algo parecido cuando escribí mi libro [enlace al libro][imagen de la portada]

Cagarla en Twitter: facepalm

¿Y tú quién eres? Por tu culpa ahora me encuentro ante el dilema de ignorarte, decirte que tu estrategia es pésima, enfadarme o irme a tomar un café.

2º) Lo qué no debes decir de ti

Supongamos que no has hecho nada de lo anterior. Te he descubierto yo de manera natural y quiero saber si merece la pena seguirte o no.

¿Cuál es el siguiente paso?

No cabe duda de que, una vez has llamado mi atención, lo siguiente que voy a hacer es entrar en tu perfil para ver a quién tengo el placer de conocer. Porque, si hemos llegado hasta aquí, es que todavía no te odio.

Hay ciertas cosas básicas que me hacen plantearme un nuevo seguido. Sobre todo porque cuando pasas de las primeras 100 cuentas seguidas es imposible leerlas a todas. Así que hay que intentar filtrar un poco para no encontrarte con miles de seguidos a los que no haces ni caso.

Pero hay varias formas de cagarla en Twitter y reventar nuestra primera cita sin posibilidad de que vaya a haber una segunda.

3. El p*** huevo

Creo que ya, en 2017, sabemos que hay millones de cuentas fake, bots y cuentas novatas que desaparecen después de dos días de no-uso. Así que si quieres que alguien piense que quizá puedas aportarle algo… ¡quita la foto del puto huevo y pon otra cosa!

Cagarla en Twitter: puto huevo

Y no solo vas a cagarla en Twitter haciendo esto, sino en cualquier otra red social que utilices.

Cuanto más personalices tu perfil, mejor.

4. Las cuentas libro

Aunque hablaré de ellas en la parte de 3, hay veces que las cuentas que no te van a aportar nada se descubren a sí mismas antes de haber leído un solo tuit.

Y es que sí, amigo escritor, me refiero a esas cuentas con el nombre de tu último (o único) libro, la foto de la portada de tu libro como avatar y la foto de la portada de tu libro, más grande todavía, como foto de encabezado. Eso es cagarla en Twitter bien. Y en Facebook, aunque no vamos a entrar a hablar hoy de Faebook.

Yo, por mi parte, disfruto leyendo. Pero no suelo hablar con mis libros (al menos, no espero que me contesten cuando lo hago). Así que esas cuentas tipo @libromolónquetecagas tienen mucha pinta de… pues eso, de ir a hablar solo de su libro. Y yo, si quiero saber algo de tu libro, me lo compraré y lo leeré. No necesito que todos los días me hables de él y me extraigas los mejores pasajes y las mejores frases que tienes.

Es más… ¿qué harás cuando escribas tu segundo libro? ¿Crearás otra cuenta @libromolónquetecagas2?

5. Biografías inexistentes

¿Cómo quieres que me haga a la idea de quién eres si no dices nada de ti? Hay muy pocas cuentas que jueguen la baza de la biografía escueta o ausente bien y les funcione. De hecho, solo se me ocurren un par, y ya son conocidas por otros motivos. Intenta describir un poco, en esos 160 caracteres que tienes, quién eres, qué eres y sobre qué va tu cuenta de Twitter.

Mira que solo son 160… no cagarla en Twitter en este aspecto y cumplir con el mínimo es tan sencillo como poner cuatro palabras.

Y, como extra, evita esas frases autodenigrantes que tanto están de moda: amago de escritor, intento escribir algo, juntaletras con aires de grandeza… Si ni siquiera tú eres capaz de llamarte a ti mismo escritor… ¿cómo esperas que te lo llamen los demás?

3º) ¿De qué sueles hablar?

Si ya he llegado hasta aquí quiere decir que:

  1. No has invadido mi espacio personal con una pistola en la mano.
  2. Tienes una foto y un nombre de usuario más o menos coherentes.
  3. Parece que no eres un libro cibernético con capacidad de sentir y de crear cuentas de Twitter para contarme algo que no me interesa.
  4. Tu biografía me dice que, al menos, te soportas a ti mismo.

Así que, como vamos muy bien, es aquí donde espero que no vayas a cagarla en Twitter. Pero todavía hay gente que lo hace, y en una dosis mucho más alta de lo que debería.

Porque es ahora cuando entro a revisar los últimos tuits de tu cuenta y me encuentro con las siguientes sorpresas.

6. ¡Compra! ¡Compra! ¡Compra! ¡Compra!

¡Ay! Si me dieran un euro por cada cuenta que me encuentro que, literalmente, solo viene a hablar de su libro… ¿En serio hay alguien que se cree que con ese bombardeo incesante de tuits y retuits sobre tu propio libro vas a vender más? Coño, si fuera tan fácil todos estaríamos haciéndolo.

Cagarla en Twitter: compra compra compra

Claro que hay que intentar que nos compren nuestros libros, por supuesto. Es algo que hay que hacer, aunque muy de vez en cuando y de la manera más indirecta posible. Pero, por favor, no uses Twitter como si fueran los anuncios de Mediaset… que ellos todavía creen que no podemos cambiar de canal, pero tú ya sabes que al cagarla en Twitter llueven los block y los unfollow a una velocidad de miedo.

7. Tuits = 0, retuits = ∞

Esas cuentas que retuitean todo lo que leen, recomiendan todo lo que pasa por su timeline y siguen a todo chichimosca que encuentran por el inframundo digital… ¡Buf! Si te consideras una especie de agregador de noticias o de agregador de libros indie… ¿qué gano yo por seguirte? Me voy a tus fuentes de información (que serán tres o cuatro) y las sigo yo mismo.

Aún si filtrases un poco las temáticas y concentrases tus esfuerzos en algo muy concreto… y tampoco. Hablamos de cuentas de personas, no de cuentas automatizadas.

Te recuerdo que no quiero publicidad, para eso tengo la televisión, y que quiero cuentas lo más humanas posibles. ¿En serio ese plan tuyo de 10.000 retuits por día tiene algún objetivo? Si quitamos cagarla en Twitter como objetivo principal, claro.

8. Nuevos seguidores: X; unfollowers = ∞

¿A mí qué narices me interesa cuánta gente te sigue o deja de seguir? ¿En serio esa es la mejor herramienta que has encontrado para cagarla en Twitter y espantar a tus seguidores? Mira que a mí se me ocurren maneras mucho más divertidas de hacerlo.

Cagarla en Twitter: nuevos seguidores

Te recuerdo, por n-ésima, que estoy buscando interactuar con un ser humano, no con una herramienta absurda y automática que me informa de algo que me importa menos que los ladridos del perro de mi vecino. Por no decir cosas más escatológicas.

9. Política, polémica, fútbol…

Este punto es uno de los más personales. Pero es que yo utilizo Twitter para mantenerme informado e interactuar con gente del mundo de la lectura y la escritura. Podríamos decir que Twitter es para mí un entorno laboral.

Y si algo estaba claro dentro de las políticas de Accenture (la consultora para la que trabajé muchos años) era que nunca se debía hablar con el cliente (ni entre nosotros) de temas que pudieran generar polémicas y discusiones insalvables. Véase fútbol, política o religión.

Tu perfil de escritor, debe ser eso: un perfil de escrito. No de cronista deportivo, amante de la prensa amarilla, o follonero profesional.

Si encuentro que la cuenta (a pesar de describirse como lectora, escritora o lo que sea que me interese) solo habla de fútbol, se caga en el gobierno, critica a la oposición o tiene enfilado al mismísimo Papa… Pues, sintiéndolo mucho, no está hecha para mí. No es que, a priori, vayas a cagarla en Twitter por hacerlo, pero si tienes una cuenta de escritor, quizá hablar de política y fútbol no sean la mejor de las opciones.

Para despotricar con total impunidad viene bien tener una segunda cuenta. Como la mía, que intentaré que nunca conozcáis 😈.

4º) ¿Eres real?

Si has pasado por los primeros tres puntos indemne, llega el momento de la verdad. Ahora es cuando no deberías cagarla en Twitter, aunque todavía puedes hacerlo. Y bien.

Porque es ahora cuando pulso el botón de seguirte y llega ese precioso momento en el que espero con impaciencia a que llegue ese deseadísimo mensaje privado automático que me hará adorar tu cuenta.

Espero que hayas notado el tono irónico de esa frase. Porque, de las 10 maneras de cagarla en Twitter como escritor (o como cualquier cosa), esta es mi favorita.

10. No soy yo, es un robot

Un robot que ni siquiera he diseñado yo. Un servicio inteligente que te va a enviar ese maravilloso y magnífico mensaje de bienvenida automatizado, escrito en un perfecto inglés y que va a hacer que termine de enamorarme de tu cuenta.

Cagarla en Twitter: autoresponders

¡Venga ya, hombre! Aún cuando están en castellano… no quiero que me vendan una magnífica herramienta para automatizar tuits… un libro… un blog… o cualquier cosa que envías en masa a todo aquel que te sigue. ¡Que NO! ¡Que no quiero publicidad!

Solo ha habido un mensaje automatizado que me haya hecho gracia y al que haya contestado. Uno entre los cientos (o miles) que habré recibido ya. Y nadie de los que considero mis tuiteros favoritos los utiliza.

Así que, ¿por qué ibas a querer empezar tan mal una relación humana?

En resumen

Cagarla en Twitter es algo muy sencillo de hacer si no se tiene en mente la base de esta red social: la interacción entre personas. Para publicidad absurda y abusiva ya tengo Facebook. Lo que quiero es encontrar una cuenta que aporte valor a lo que publica: ofrezca información interesante sobre algún tema, puntos de vista personales, opiniones… y que hable conmigo como un ser humano real.

Espero que hayas pasado un buen rato leyendo mis 10 mandamientos para cagarla en Twitter, que comentes con todos los mandamientos extra que se te ocurran y que, por favor, intentes no cagarla tú en ninguno de estos puntos.


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