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...Ufffff cuando pienso todo lo que has echo por mi, y lo que yo he echo por ti, si hubiera podido devolverte lo que me diste de alguna forma lo hubiera echo, pero ni en esta ni en mil vidas mas seria capaz de darte ni si quiera la recompensa de un simple día a tu lado, apareciste por primera vez en mi vida como resultado del error mas maravilloso que jamas he cometido, nunca antes me había equivocado de clase, pero ese día lo hice me equivoque de lugar pero acerté de lleno en el destino, poco a poco vi que no era casualidad que todos los días a tu lado fueran perfecto, tu eras la consecuencia de que cualquier momento, cualquier instante fuera inolvidable, siempre seguí viendo en tus ojos a esa niña inocente que me miraba confundida cuando veía que no me enteraba de nada, la que se reía de mis estupideces, la que sin yo pedirlo se acercaba a mi para ayudarme con tu ternura risueña habitual mientras tus ojos brillaban de ilusión mientas me perdía en ellos escuchando atentamente tus palabras cargadas de dulzura. Eres lo ultimo que veo en el día pues cuando cierro los ojos apareces de inmediato en mis sueños, ya sea durante un ratito o o toda la noche, siento tus manso tocándome, tu respiración en mi cuello susurrándome al oído, mientras me cuidas, me acompañas y guías en la oscuridad, todos mis miedos y dolor se manifiestan en mis sueños, tratan de mantenerme despierto, por suerte tu sigues conmigo y tus manos son mi escudo pero cuando despierto y pienso que todo ese sufrimiento morirá en ese sueño caigo en la cuenta de que no es así, abro los ojos y todo era tan real como en mis sueños, por suerte por la mañana también estas ahí, no eres real como todos mis problemas y dolor pero te siento a mi lado inevitablemente te echaré de menos, echaré de menos, abrazarte de verdad, que pudieras saltar de mis sueños a mi vida una vez mas, sentir tus manos como si de verdad me tocaran como lo siento por las noches, yo te miro aunque no estés y te prometo que voy a esperar, por que se que cada segundo que pasa es tiempo que recorto al reloj para volver a abrir esa puerta y que en verdad vuelvas a estar tu lista y ansiosa por bajar a la calle conmigo con la mayor de las sonrisas tu ilusión e inocencia particular, sin que importe el lugar ni yo mismo, solo tu pues siempre sera ese nuestro parque da igual donde estemos, cualquier lugar del mundo o esquina se convertirá en nuestro parque, agradecido eternamente de que estuvieras a mi lado de que decidieras darme un pedacito de tu vida y que en nuestro mejor momento cuando mas felices eramos decidieras marcharte, todos los días a tu lado fueron perfectos e incluso para despedirte y decir adiós, encontraste la manera de no decirme adiós sino hasta luego, conseguiste encontrar el momento perfecto, las palabras perfectas, dejándolo todo en el punto mas álgido en el que estuvimos jamas, para que te gravaras en mi alma y en mi piel de por vida, perdí para siempre la forma mas intima y personal de ti misma, la naturalidad de tu personalidad sin barreras, la transparencia de tu alma y la pureza cristalina de tu mirada que me regalabas durante los días mas felices de mi vida, afortunadamente sigues conmigo, siendo igual en ocasiones y completamente distinto en otras, hablamos a diario, lo compartimos absolutamente todo como antes, pero aun así es distinto, no te siento igual, creo que es lógico que los sentimientos que sentimos sean diferentes, en aquel momento todo empezaba, era nuevo, mas intenso, novedoso como resultado de una pasión exagerada hacia lo desconocido que nos unía con una intensidad exagerada. Cuando tuve que renunciar a ti por el bien de los dos parte de mi también murió, lloré soledad y dolor, intenté con todo el sufrimiento de mi corazón hacerte lo mas feliz que pude esos días, cuando estaba contigo compartiendo los últimos instantes de nuestra relación era extremadamente feliz, quería hacerte mas feliz que nunca, el tiempo volaba y se escapaba entre mis dedos, sentía impotencia al no poder hacer nada para permanecer a tu lado, de igual modo sabia que no dejarte marchar sería un acto cruel y egoísta por mi parte, si algo me importaba mas que nada en el mundo eras tu, por eso mis sentimientos o lo que me pasase no valía de nada si gracias a eso podías seguir volando en solitario para perseguir tus sueños, puede que para ti el resultado también fuera doloroso, pero en el fondo de no haberlo hecho te habrías arrepentido el resto de tu vida y yo no me perdonaría jamas haber sido el culpable de un error, no podría vivir sabiendo que una parte de mi fue un error en tu vida, pues tu en la mía tan solo aportaste luz, felicidad y sacrificio, por eso creí que era mi momento para devolverte todo lo que me habías dado, la nueva vida que me habías regalado, la felicidad imborrable que arrojaste en mi tristeza, la sonrisa eterna que se dibuja en mi rostro cada vez que pienso en ti, cada vez que escucho tu voz, por eso esta vez, por una vez el encargado de sacrificarlo todo por ti debía ser yo, tu te sacrificabas y dejabas pasar ya demasiadas cosas en tu vida día a día por mi, se que tener una relación sentimental conmigo no es fácil por que en determinados momentos no pude dedicarte todo el tiempo que hubiera deseado para estar contigo, soy demasiado personal e intimo con respecto al amor, lo que lastra un poco la vida de una pareja estándar al menos en los primeros meses, aun así ninguna de mis excusas, pegas o defectos fue suficiente, tu aceptaste todas mis manías y modificaste en algunos momentos tu vida por completo solo por poder estar a mi lado, algo que nadie hasta el momento a echo por mi, por que me diste todo a cambio de nada la única forma que tuve de devolverte todo ese cariño fue con mi amor y cariño incondicional, por eso era mi momento, la ocasión perfecta para tragarme mi orgullo y el desgarrador dolor que pudiera sentir para dejarte marchar, apoyarte hasta el ultimo instante como tu me habías acompañado a mi durante tanto tiempo meses atrás sin importar las circunstancias, escuchar tus palabras, contarnos las mismas historias una y otra vez a pesar de que ya las sabíamos de memoria, tu sonrisa, alegría, inocencia y felicidad ni si quiera se apagaron esos días tan amargos para ambos, sabíamos que era un hasta luego, aun así la mas ridícula y paupérrima distancia semejaba una eternidad insalvable, independientemente de lo doloroso que fue nada pudo cambiarte, pude ver ese brillo único, limpio y puro de tu mirada, el mismo que ahora ilumina mis noches, hasta el último segundo que estuve a tu lado, incluso en esos últimos días pude ver la ternura y dulzura de tu sonrisa sin el mas tenue rastro de tristeza, por eso trate de regalarte la mejor de mis sonrisas y todas y cada una de mis bromas para hacerte feliz y aun así, de los dos tu seguiste siendo la que mas sonreía en esa habitación y la que seguía inconscientemente dándome ánimos y fuerzas con tu inocencia y naturalidad habitual, como si nada fuera a cambiar entre ambos, continuaste siendo la mas fuerte de los dos, inundando de alegría las 14 o 15 horas que aproximadamente pasábamos juntos al día envolviendo por ultima vez toda la tristeza que pudiera sentir con tu felicidad, ocultando tus propios sentimientos para hacer mas dulces nuestros últimos instantes juntos, yo traté de habar seriamente contigo, tratar de sacar toda esa amargura que pudieras estar sintiendo y que escondías detrás de tu sonrisa y tus bromas, el miedo a irte lejos, el miedo a estar por primera vez en tu vida sola, yo sabia que todo aquello que te guardabas no era bueno, necesitabas compartirlo con alguien al igual que yo hacia contigo, aun así tu me contestabas que no merecía la pena, que íbamos a tener tiempo de sobra para hablar al respecto del tema cuando estuviéramos separados y por eso debíamos de aprovechar al máximo el poco tiempo que nos quedaba juntos, para ser felices y no para preocuparnos de circunstancias que irremediablemente no tenían solución, yo me sentía mal por una parte pues no podía consolar tus inquietudes, tus miedos, tus inseguridades, por otra parte comprendía lo que me decías, en verdad era ahora o nunca nuestro momento para ser felices pues si no aprovechamos esos días ¿cuando lo íbamos a hacer?, ¿Cuando nos volveríamos a ver?, aun así me sentía culpable, quería ser tu consuelo y una vez mas tu renunciaste a tus propios sentimientos para tratar que los dos fuéramos felices durante el poco tiempo que nos quedaba, así que sin mas remedio y tras amenazas entre bromas y risas no me quedo otra opción que hacerte caso, dejar a un lado la seriedad y el dolor y limitarnos única y exclusivamente a disfrutar y ser felices, lo que nos sobraría mas adelante era tiempo para hablar largo y tendido durante horas como así fue de tristeza, sentimientos y comprensión mutua, quizás aquellos días fueron los mas felices de nuestra relación, aprovechamos cada segundo de cada minuto al máximo, nos reímos, hicimos todo tipo de locuras y nos contamos mas y mejores secretos y anécdotas que nunca, pues nada importaba ya, era el final había que soltarlo todo hasta rebentar, hasta que el alma y la personalidad de cada uno de nosotros se sintiera vacía y completa la una con la otra, a tus espaldas lloraba desconsolado, perdiendo por completo el sentido de mi vida mientras tu poco a poco te me escapabas sin que yo pudiera remediarlo, como de costumbre en apenas unas horas al día siguiente nos veíamos y tu leías por completo mi alma con solo una mirada independientemente de la sonrisa que se escondiera detrás de mi cara y del ramo de flores que compre para ti y con el que trataba de esconderme, leías todo ese dolor y conseguías hacerme feliz, mi propósito era hacerte pasar los mejores instantes de tu vida y para variar sin saber como eras tu la que acababas haciéndome feliz a mi, tu ultimo regalo para mi fue un te quiero mientras te llevabas mi miedo y mi corazón contigo para siempre, el regalo mas perfecto y bonito que nadie me ha hecho en mi vida, imposible de superar, gracias a ti no voy a volver a tener miedo jamas, gracias por llevártelo contigo, la gente suele temer miedo a lo que no puede ver y a los futuros inciertos, a mi me da absolutamente igual ya, pues cada día que pasa es un día menos que tengo que esperar para volver a estar a tu lado y cada día que estoy contigo son momentos que he de disfrutar al máximo y a su vez un día menos para volver a verte en nuestro siguiente encuentro, no temo al tiempo, aunque no lo parezca a simple vista lo afronto y enfrento con optimismo desde que apareciste en mi vida, no, no voy a hacer ninguna tontería, trataré de no cometer otra vez los mismos errores, voy a esperar y voy luchar todos y cada uno de mis días para demostrarle a la vida lo fuerte que soy, no voy a dar mi brazo a torcer jamas, me voy a resistir con uñas y dientes a morir, le voy a poner las cosas difíciles, no voy a precipitar acontecimientos, pero cuando estos inexorablemente lleguen sabre recibirlos con una sonrisa, entenderé que habré ganado miles de batallas día a día, pero al final habré perdido muchas mas veces de las que he ganado y aceptare la derrota con la mas amplia y sincera de mis sonrisas, por que se que independientemente de ganar o perder tu estarás allí dedicándome tus palabras de animo cobijadas en tu cálida sonrisa y tu limpia y resplandeciente mirada, tu romperás y curaras las heridas y cicatrices gravadas en mi piel durante tantos años de batalla y consolaras mi derrota, y seré feliz por haber perdido y tu por primera vez estarás orgullosa de haberme visto perder, a día de hoy sigo ansioso de poder entretenerte, oír tus risas y tus suspiros haciéndome olvidar todos y cada uno de los aspectos que odio de mi vida para tan solo poder vivir y ser feliz a tu lado.
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