160 + 2: Puerta de Ingreso.

No fui a Brasil, pero me fui a la Av. Brasil, en Lima. Cerca a esa avenida, vive un chico con el que estuve saliendo durante el último mes. ¿Qué pasó?¿Ya somos pareja? ¿Nos queremos? ¿Boda a la vista? Nada de eso, lamento decirles que una vez más, "He was not meant to be mine". Lo positivo, sin lugar a dudas, es que esta vez si di todo de mi parte. No huí, me mantuve firme y la pasé muy bien a su lado. El conocerlo fue una bonita forma de comenzar con pie derecho el año 2013. Estoy seguro que él pronto encontrará el amor que busca, pero mientras que eso ocurre, yo también debo continuar con mi propio camino. 
Unos días antes...
Real Plaza - Café Altomayo - 09:00 PM¿Deprimido? Sí, deseaba en ese momento estar junto a él y compartir un sábado a su lado, pero no se podía, él estaba muy ocupado, y yo tenía que entenderlo y apoyarlo.

Tomar un café a solas es algo que suelo hacer, me pongo a coger las revistas y leo mientras disfruto de mi Frapuccino. El mozo me pregunta si deseo pedir algo más; si me siento cómodo; si necesito servilletas. Una, dos, tres veces y no termino de comprender porqué tanta insistencia en preguntarme cosas ¿Será que era una forma de decirme, "esta mesa es demasiado grande para una sola persona, si solo vas a tomar un café, mejor llévatelo y dale chance a otros que vienen por más"? No, recién allí, cuando dejé de pensar un instante en "¿Qué estará haciendo X en este momento?", finalmente lo vi a los ojos, me sonrió, y me di cuenta que en realidad, había estado queriendo llamar mi atención. Me hice el loco ¿Estaba bueno? Sí... el café y el mozo estaban muy buenos, pero yo seguía pensando y pensando y lamentándome y no me había dado cuenta de sus miradas constantes. Fue inevitable recordar entonces algo que se ha convertido en mi frase por excelencia "Mientras tu andas lamentándote por la ausencia de alguien, el amor de tu vida ha sido atropellado por una combi, está internado en el hospital y tu no estás allí para cuidarlo". Sí, suena tragicofresón, pero creo que es cierto.

Pero volviendo al tema del mozo, esta vez no hice más que agachar la mirada a su sonrisa, pedirle la cuenta, y dejarle una propina que compense de alguna forma, lo halagado que me sentí por haber llamado su atención. "¿Ya te vas?" me preguntó una última vez mientras me ponía mi morral. Y yo no hice más que sonreír sin respuesta alguna y me perdí entre la gente. 

Al día siguiente... no supe más de X, desapareció sin dejar huellas y con esto desapareció también esa incipiente ilusión que se formaba. Debí sentirme mal, pero no lo hice, ¿por qué? porque supe que era mejor así. Además, yo era consciente que tenía una visita pendiente del Karma, por algunos grandes errores que cometí el año pasado, así que era bueno saber que finalmente había ocurrido y ya no tenía cuentas pendientes con la vida. Era libre. 

Además, y lo más importante de todo esto, es que en el camino oscuro, finalmente descubrí una nueva puerta que me hizo volver a sonreír...  INGRESAR