27º poema

Meditación acerca del tiempo
  Día tras otro se sucede el tiempo, y puede parecer que se dilata, vasto océano donde sumergirse, o que veloz, fulminante, se pasa, pero de una u otra forma el avance siempre es inevitable, y lo que no se vivió, como tortura, queda en el pasado, alentando la esperanza de una forma vacía y horrible, pues sólo habla de lo que pudo haber sucedido, y no sucedió, tornando frustración todo. La esperanza, hija del futuro, semilla que sólo mañana ha de abrirse, agostada se queda con los años, y es el tiempo entonces un suceder de los días, uno en pos del otro, y en espera de la muerte. Lo pasado, pasado está, para no secar esas formas posibles de vida en un futuro, adelante mira sólo. Allí están tus días futuros, como nubes, que en el cielo de tu vida pasan.