30º poema

Lo pasado visto desde lo presente
              A mi madre.
  Y si el tiempo pasa arrasando todo, existe la memoria, que de nueva visión y de nueva luz, el pasado, el presente, y el futuro, nos llena, hermano. De todos fuiste tú el más inocente, si es la risa la medida del hombre; porque no existe en mi infancia otra risa que sea más pura que la tuya, Daniel. Pero en nada tuviera yo ahora para mí la inocencia de tu risa si desde aquí, en estas alturas de mi vida, negase su hermosura, hermano. Ya ves, hasta lo pasado depende de lo presente: no le bastó ser, sino que hoy necesita ser reconocido, apreciado, querido, Daniel.