Revista Literatura

38-Continuación (2) Capítulo 26 “Un Sorpresivo Ataque”

Publicado el 08 junio 2016 por Cronicasdmm

Al salir de la base y conducir por la autopista, el humor del grupo mejoro gracias a Olarra que le conto de cuando él era un cadete y algunas experiencias chistosas que tuvo en esos tiempos. Las risas eran muy reiteradas y gracias a ello, el viaje se torna más relajado. Después de una hora llegan a la Academia, son dejados por el profesor en la entrada ya que él tenía que dejar la camioneta en el estacionamiento subterráneo. Luego de despedirse de Olarra, estos  entran a la Academia. Al entrar llegan de inmediato al salón de recibimiento, un gran salón muy lujoso, con piso de madera y pasillos en ambos costados más unas escaleras de media luna que junto al balcón permitían ir al segundo piso, estas escaleras rodeaban una estatua, que al parecer, era de un personaje famoso, este estaba con los brazos abiertos dando la bienvenida a los que entraban. El grupo se detuvo casi en el centro del escudo de la Academia dibujado en el piso de madera. Renato ve su reloj de muñeca, ve a sus amigos y le dice a sus amigos.

 – Bueno chicos yo me tengo que ir, tengo un trabajo que terminar, me avisan si hay noticias. –Sin decir más se despide y toma la escalera de la izquierda y sube al piso superior. Mientras que Alejandro le dice a las chicas.

–  Yo iré al casino tengo mucha hambre. –Alejandro toma el pasillo de la izquierda dejando a las chicas solas quienes se quedan en silencio un momento y luego Natalia, algo tímida, le dice.

–  Susana, ¿Me harías un favor? –Susana la ve y le dice.

–  Depende el favor, ¿Que necesitas? –Natalia le contesta.

–  Necesito mejorar mis técnicas de artes marciales, ¿Me ayudarías?

–  ¿Ahora? –Natalia se ruboriza mientras contesta.

–  Después de comer algo, estoy que me muero de hambre. –Susana ríe en buena gana y Natalia también que, además, dice.

–  Es que no hemos desayunado y me muero de hambre. –Susana le dice.

–  Ja, ja, ja yo también, después de desayunar vamos a entrenar. –Después toman el mismo camino que Alejandro mientras hablan de lo que iban a desayunar si panqueques o pastel de piña.

Al otro día, Susana y Natalia aprovecharon el día libre para ir al cine más cercano de la Academia, en un mall llamado Mall Millenium Plaza Vespucio, un mall que antes solo se llama Plaza Vespucio pero que, producto de la guerra, fue reconstruido y  bautizado nuevamente con un nuevo nombre, algo normal que paso después de la reconstrucción de la ciudad. Habían ido temprano para no toparse con las largas filas producto de que la película que fueron a ver es un estreno muy esperado llamada “Crónicas de las Sombras”. Ya cuando habían visto la película caminaron por los amplios y relucientes pasillos del Mall, cuidando de no chocar con la gente que transitaba y mientras vitrineaban aunque más comentaban con efusividad lo visto en la película.

–  Creo que el actor que hace de Brandon lo hace muy bien pero la actriz de la Sombra roja como que guateo un poco. –Comentaba Natalia mientras veía unos lujosos zapatos, y Susana le dice.

–  Es que el actor que hace de Brandon es un buen actor pero la chica que hace de Sombra es joven, pero de más que la segunda parte lo hará mejor pero en si me gustó mucho la película. –Las chicas siguieron caminando conversando de la vida y a veces detenerse para ver ropa o joyería o algo que les llamara la atención.

–  Están baratos los zapatos pero de más que no hay tallas para nosotras dos.

–  Pues claro somos unas niñas de 10 años, te imaginas que entremos y compremos, nos mirarían bien raro. Ja, ja ya me imagino. –Natalia ríe diciendo.

–  Claro y de más que pensarían que estamos pérdidas buscando a nuestros padres. – Susana ríe en buena gana y lo mismo Natalia, en eso se escucha una alarma de un celular, luego harto seguido otro y después otro y después otro y así sucesivamente a tal punto que muchos ringtones hicieron eco por los pasillos. Tal suceso llamo la atención de las chicas y de otros que aún no les sonaba el celular, ¿Que estaba pasando? Se preguntaron. Además el ambiente se volvió muy tenso. Personas corrían por los pasillos y otros preocupados llamando por celular o sentados sin creer lo que estaba pasando. No tardo que sus celulares también sonaran y al contestar sus rostros mostraron una sorpresa como si algo muy serio había sucedido. Harto seguido buscaron una tienda de electrónica chocando con una que otra persona. Al llegar a la primera que encontraron, vieron que había mucha gente concentrada en las vitrinas. Se escuchaban muchos “OHH” y muchos “DEMONIOS”, y alguno que otro sollozo de mucha pena y alguna que otra agonía. Las chicas se cuelan entre las personas y cuando llegan a primera fila sus miradas cambian a una gran y trágica sorpresa. Lo que veían por televisión era un paisaje desolador, llamaradas, destrucción por doquier y la voz de una mujer, que decía.

–  El ataque de los Emuloides a la Isla de Pascua fue a tal magnitud que ni los soldados de la Armada soportaron el ataque siendo vencidos y muertos sin piedad como también todo el pueblo de Rapa Nui. Repetimos, un ataque sorpresivo sufrió la Isla de Pascua entre las 11:00 y 11:15 am de esta mañana, los soldados de la Armada fueron trágicamente vencidos por los Emuloides que con una fuerza de ataque no vista, salvo en la guerra del año pasado, arrasaron la Isla de Pascua y sus habitantes. Según nuestros reporteros parece que no hay sobrevivientes, la tierra esta convertida en cenizas, todo es un verdadero desastre.

–  Es mejor que volvamos a la Academia Susana. –Le decía Natalia sin quitarle la vista a las televisiones. Susana la miro y estuvo de acuerdo así que sin más se retiraron raudas del recinto para volver a la Academia pero al momento de salir se encontraron con algunos uniformados que al verlas le dijeron.

–  ¿Cadetes Alvarado y Cadete Díaz? –Las chicas miraron que la persona que les hacia la pregunta era nada menos que un uniformado pero de la Academia, las chicas les contesta que si y el uniformado les dice.

–  Soy el Sargento Augusto Morales vengo a buscarla para llevarlas a la Academia lo más rápido posible. –Las chicas deciden aceptar y mientras van al auto que las llevara, el Sargento les dice.

–  Creo que ya saben que fuimos atacados ¿No es así? –Las mira y luego Susana le contesta.

–  Así nos acabamos de enterar, incluso íbamos a regresar por nosotras mismas pero no entiendo por qué nos viene a buscar usted. ¿Acaso lo sucedido es más grave? –El Sargento muy serio le contesta.

–  Así es, pero no puedo decirte nada solo me mandaron a llevarlas a la Academia. –El viaje fue tranquilo, las chicas como el Sargento no quisieron hablar. De pronto suena el celular del Sargento, solo dice “a la orden” y después de eso aumenta la velocidad para llegar lo más pronto a la Academia. Al llegar a ella, encontraron el ambiente desolado, el Sargento les dijo que la mayoría de los cadetes estaban en el casino viendo las noticias. Luego les dice.

–  Las tengo que dejar, mi misión ya la he cumplido así que cuídense. –El Sargento se retira tomando el pasillo que está a la derecha. Las chicas ven a su alrededor y no había nadie hasta que…

–  Hermana, Susana, están aquí, ¡Qué bien¡ –La persona era nada menos que Rodrigo Valdez, que tenía su cabello rubio corto que baja corriendo la escalera de media luna y al llegar. Natalia le pregunta.

–  ¿Tú no estabas en casa con mama? –Rodrigo le contesta.

–  Claro que estaba, pero me mandaron a buscar y parece que no solo a mí sino a todos. –Susana se coloca la mano en la boca como si pensara que estaría pasando y Natalia la ve y luego le dice.

–  Quizás nos están cuidando por si hay un ataque en la ciudad. ¿No lo crees? –Susana la ve y luego le contesta.

–  Puede ser, ¿Rodrigo donde están los demás? –Este le contesta.

–  Algunos en el casino y otros en sus habitaciones. –Las chicas eligen ir el casino para ver qué está pasando e informarse mejor, ellas junto a Rodrigo van raudas a ese lugar pero en ese momento el celular de Susana suena, esta lo saca y ve la pantalla y por alguna razón se detiene quedando atrás de sus amigos. Luego Natalia le pregunta que pasa a lo que ella contesta.

–  No pasa nada, vayan después las sigo. –El grupo sigue su camino mientras Susana se va a un rincón para hablar tranquila. Quince minutos después llega al casino y ve que estaba repleto pero todos están en silencio o habían suaves murmullos. Todos, algunos con sus cabezas apoyadas en la mesa, otros muy silenciosos, veían el canal oficial de la Armada que solo era para la Academia. Ahí estaban mostrando la destrucción del ataque, toda la tierra era negra, de completa cenizas. La cámara enfoco un Moai que estaba negro. En eso se escucha la voz de un periodista que dice.

–  Esto es devastador, incluso verlo. No había visto un ataque tan destructivo como el que estoy presenciando.

En la playa Anakena, uno de los lugares turísticos de la Isla de Pascua, conocida por sus arenas de coral. Ahora, debido al ataque sufrido, era una playa de arenas humeantes de color negro. Y entre tanto negro humeante estaban dos jóvenes uniformados de ribetes blancos y verde. El primero, de pelo negro, esta agachado en la tierra sacando un puñado de arena con sus manos y a la vez veía el océano que seguía de un color tan vivo contrarrestando con el paisaje de la playa. A su lado estaba el otro uniformado de espalda a él como si esperara la llegada de alguien. En eso, este le pregunta al que esta agachado.

–  ¿Comandante Duran, siente algo? –Duran mira al uniformado que llevaba los ribetes de su uniforme de color verde, una pañoleta en la cabeza y una cicatriz en la mejilla derecha y le dice.

–  Si Teniente Rizo, y es lo que más me preocupa. –En eso llega corriendo otro uniformado que tenía los ribetes de color azules, de largo cabello rubio tomado con un cintillo blanco, que presenta una fea cicatriz cerca de la oreja izquierda. Algo cansado llega a ellos y se dirige al que estaba hace poco agachado.

–  Comandante Duran no hemos podido encontrar sobrevivientes. –El Comandante mira al cielo y luego camina hacia dentro de la playa y los otros dos lo siguen.

–  Realmente me gustaría que hubiera un milagro como con esos chicos. –El de la fea cicatriz en la oreja le pregunta.

–  ¿Se refiere a los chicos sobreviviente de ese Instituto? –Duran le sonríe y le contesta.

–  Claro Teniente Bell, nadie tenía fe en encontrar a sobreviviente cerca de la Pre cordillera.

–  Pero usted presentía vida en ese lugar y fuimos. –Decía Rizo que hizo sonreír al Comandante Duran pero en eso, esa sonrisa desaparece para luego decir.

–  Solo que ahora no siento que hayan sobrevivientes. –Cuando salen de la playa llega un jeep de color acero y un uniformado de ribetes gris, le dice.

–  Comandante Duran, recibimos una transmisión que dicen que nos reunamos en el cuartel. –Los 3 uniformados se suben al jeep y parten al lugar. En el viaje se podía ver la destrucción de la Isla, no había nada más que solo destrucción. El Comandante estaba entre los otros dos uniformados. El que conducía le pregunta al Comandante.

–  Señor, le puedo preguntar algo que me preocupa. –Duran le dice.

–  Dime Mardux, ¿Qué pasa? –Mardux, que tenía una cicatriz en el ojo derecho le contesta.

–  Yo sé que usted tiene la habilidad de la Sinestesia y que la tiene muy desarrollada a tal punto que a veces ve cosas.

–  Ve directo al grano Mardux. –Le dice su copiloto a lo que Mardux dice.

–  Espera Hans, ¿Señor que ha presentido con su habilidad en este lugar? –Duran sonríe y luego le pregunta.

–  ¿De verdad quieres saberlo? –No solo Hans responde un sí, sino todos los que estaban en el jeep. Entonces Duran contesta.

–  Siento que los causantes de este ataque no son solamente los Emuloides, creo que hay alguien más participí y eso no me gusta para nada, más bien me preocupa.

–  ¿Pero aniquilar a toda vida en la isla?, ¡Son unos malditos! –Decía Bell que estaba ofuscado pero Duran lo tranquiliza diciendo.

–  Bell deberías saber que no hay asesino que no tenga un incentivo o un motivo para sus acciones. –Rizo entonces dice.

–  Entonces si hay un motivo.

En la Academia de la Armada, en una de las tantas habitaciones estaban reunidas Susana Alvarado, Natalia Díaz y Carla Brant, las 3 chicas estaban sentadas en unas almohadas rodeando una mesa de vidrio de baja altura cuya superficie tiene platillos con alimentos como revistas de moda. Conversaban sobre lo visto por televisión cuando en eso se abre la puerta principal y entra Mariana Valdés que al verlas les dice.

–  Bueno parece que no podremos salir por unos días de la Academia. –Las chicas no pueden creer las noticias que trae Mariana y esta como parando el barullo les dice.

–  ¡Chicas, chicas! Con lo sucedido la Armada tiene toque de queda temporal en toda la Capital. Además la gente está asustada y bueno quien no, con lo sucedido en la Isla de Pascua cualquiera teme que ataquen la ciudad.

–  Si, tienes razón, con el ataque el ambiente cambio radicalmente. –Decía Karla que deja en la mesa una revista de modas. Mientras que Susana se pone de pie. Las demás chicas la ven y Natalia le pregunta.

–  ¿Qué pasa Susana? –Esta contesta.

–  Tengo que llamarlo para informarle. –Karla le pregunta a quien a lo que Mariana contesta.

–  Pues al Alexis. ¿Pero Susana para que lo vas a llamar si sabrá mañana de seguro? –Susana que se estaba colocando un abrigo, la mira y le contesta.

–  Porque sabrá solo un resto de la información y no la historia completa o por lo menos lo que sabemos. –Después de eso se despide y se retira dejando a sus amigas. Después de un minuto Karla dice.

–  Por lo menos la hubiéramos acompañado, ¿No lo creen? –Natalia que comía unas papas fritas le contesta.

–  No, dejémosla sola además no creo que solo por eso quiera hablar con él.

–  ¿Estás diciendo que hay algo más? –Natalia le contesta que sí pero solo moviendo su cabeza y con eso Karla mira a Mariana que solo atina a sentarse con las dos.

Susana caminaba pensando en que iba a decirle a Alexis. Lo de contarle sobre la Isla no era problema ya que igual lo iba a saber al otro día pero contarle sobre la llamada que recibió, no sabía si contarle o no. Sin darse cuenta llega a la central telefónica y ve a la señora del mesón central, esta le pregunta.

–  ¿Mismo número cadete Alvarado? –Susana le dice que si a lo que la chica marca y luego le dice.

–  Caseta 17. –Susana le agradece a la encargada y luego camina hacia la caseta 17. Entra y luego espera el tono, el cual suena 3 veces hasta que contesta una voz ya conocida para ella que dice.

–  Academia Rosswood, buenas noches, ¿Con quién desea hablar? –Susana le contesta.

–  Aló buenas noches, me llamo Susana Alvarado, me gustaría poder comunicarme con Alexis Astorga por favor.

–  Está bien, por favor espere un momento señorita Alvarado. –Pasaron unos 5 minutos cuando se escucho una voz que la hizo sonreír.

–  Aló Susana, ¿Eres tú? –Susana muy sonriente le contesta.

–  Alexis, si soy yo Susana, ¿Cómo estás? –Alexis contesta que bien y además le dice.

–  Sabes hace poco paso algo medio sospechoso. –Susana se sorprende y le pide que lo cuente a lo que Alexis accede y le cuenta todo lo referente al desorden en los cuartos de hombres de primer año, cuando termino de hablar. Susana le pregunto.

–  ¿Alexis has pensando quien fue el causante?–Alexis que estaba hablando por fono le contesta.

–  No lo sé Susana, ya han pasado 3 días de lo que te conté. Tenía alguna sospecha pero luego de esto ya no sé qué pensar. –Susana pregunta.

–  ¿Y la llave la tienes contigo? –Alexis contesta.

–  La tiene Dulce, eso fue lo que le pase.

–  Uhm entiendo algo de porque se la pasaste ¿Pero está en buenas manos? –Alexis le contesta

–  Claro que si, sin dudas. ¿Cambiando de tema que me ibas a decir? – Susana en el otro lado se ruboriza y algo nerviosa le dice.

–  Bueno la verdad esto es un poco difícil pero en todo caso mañana lo sabrás con detalles. –Alexis le entro la preocupación ya que sentía que algo importante había sucedido

–  ¿Qué paso Susana? –Esta le contesta.

–  Hoy, los Emuloides sorpresivamente arrasaron la Isla de Pascua y parece que no hay humano ni fauna ni un ser vivo que haya sobrevivido.

–  ¡¡¿QUÉ?!! –Alexis no lo podía creer. Se imagino la isla totalmente destruida y se apeno por la gente que habitaba la Isla pero al mismo tiempo no podía creer que no hayan sobrevivientes. Susana le decía.

–  Según algunos oficiales fue el ataque más feroz que haya sucedido después de la guerra. Ni siquiera la base que estaba instalada puedo hacer algo. Fue un verdadero ataque sorpresa y solo se supo porque un helicóptero con provisiones llego y vio la destrucción dejada. –Alexis le pregunta.

–  ¿Y cómo se sabe que fueron los Emuloides los que atacaron si nadie fuera de la Isla presencio cuando atacaron? –Susana le contesta.

–  Encontraron cadáveres carcomidos y las huellas son de Emuloides. Además que el ataque es similar a otros ataques en islas pero en realidad igual se sabe poco. A medida que avance la investigación se sabrán más cosas. –Alexis le dice.

–  Ojala, bueno igual gracias por avisarme. ¿Y cómo están todos por allá?

–  Todos bien por aquí, las chicas te mandan saludos. ¿Y por allá como esta todo? –Alexis mira el techo de la cabina de madera y después contesta.

–  Aparte de lo que te conté, todo bien… –Susana sin darse cuenta se había quedado muda y Alexis como esperando que esta le dijera algo cosa que no pasaba decide decir.

–  Bueno Susana me tengo que ir. –Esta despierta y le dice.

–  Lo siento, estaba pensando tonteras, yo también tengo que irme, te cuidas mucho. –Alexis, la noto extraña pero no quiso preguntar y decide solo decir.

–  Nos vemos, cuídate mucho. –Susana dice adiós y corta la comunicación pero se queda sentada mirando el teléfono diciendo.

–  Lo siento Alexis… no pude decirte que en una semana más me voy para Calama.

Capítulo 27

“Semifinales”

Academia Rosswood. Miércoles 21 de Marzo. Año 1 de la Nueva Era.

Al otro día, en la Academia Rosswood, el desayuno fue, esta vez, mas movido y algo ruidoso que otros días ya que muchos leían el periódico  “The Wizard” que hablaba detalladamente, y con fotos en movimiento, del ataque en la Isla de Pascua. Esto era el tema central de cada conversación de los alumnos que, por ser día domingo, estaban con ropa informal. Pero un grupo estaba más impactado y ellos eran Abraham, Miriya, Amy y Dulce que no lo podían creer pese a que Alexis les había contado la noche anterior.

–  No pensé que fuera así de trágico, pensé que por lo menos iban a ver sobrevivientes. –Decía Miriya a lo que Alexis que estaba comiendo un pastel, le dice.

–  Ustedes no me creían, bueno ahí está. –Dulce deja su taza de leche en la mesa y luego toma un pan dulce para después decir.

–  Es que tú a veces le colocas color a las cosas. –Alexis la mira y le dice.

–  ¿A dónde la viste? Yo solo les conté lo que me habían contado, nada más.

–  Pero al menos hubiera habido algún sobreviviente. Esto me da mucha pena. –Decía Amy que después se hace un pan con mermelada. Abraham la mira y le dice.

–  La pena sí que te hace comer. –Amy mira feo a su amigo y Abraham decide ver hacia otro lado. Alexis que observaba la situación se ríe y en eso siente que le tocan el hombro. Al ver quién era, ve que es su hermano que le dice.

–  Acompáñame, ahora. –Alexis ve a sus amigos y este lo animan a que lo siga. Dulce le cierra un ojo y es ahí cuando decide seguir a su hermano. Cuando salen del comedor. Alexis le dice.

–  Es increíble lo que paso en la Isla de Pascua, no pensé que llegara a tanto los Emuloides incluso exterminaron toda vida vegetal. – René se da vuelta para verlo y extrañado, le pregunta.

–  ¿Eso hicieron, exterminaron toda vegetación? –Alexis le dice que si a lo que además agrega.

–  Claro, la isla quedo completamente devastada. –René mira hacia delante y piensa en voz alta.

–  No sabía que los Emuloides fueran así para atacar.

–  ¿Por qué lo dices? –Pregunto Alexis a lo que su hermano contesta.

–  Porque los Emuloides aman a la naturaleza, bueno eso tenía entendido pero con lo que me dices no sé qué pensar. Quizás en guerra son muy distintos… ¡AH! –El grito que pega hace saltar a su hermano menor quien luego lo escucha. –Por culpa de los exámenes y el torneo se me había olvidado felicitarte por pasar a las semifinales pero también quiero enseñarte algo. –Alexis se pregunta que sería lo que su hermano quiere enseñarle. Lo siguió hasta el patio, pasando por la plaza Rosswood. El día estaba nublado y corría viento pero para su hermano parecía no importarle, aunque, estaba pensativo y pese a eso Alexis quiso preguntarla hasta que…

–  ¿Sabes la historia de los 12 fantasmas de Rosswood? –Alexis le tomo de improviso la pregunta, y respondió pero con otra pregunta.

–  Es una historia de Rosswood, ¿Como una leyenda o algo así? –René le contesta.

–  No es precisamente una leyenda aunque es algo que pasa de generación en generación. –Luego ve que su hermano detiene el paso y lo mira seriamente y le pregunta. – ¿Quieres que te cuente o no? –Alexis ve que su hermano no estaba para bromas, ¿Algo le habra pasado? Se preguntó Alexis en su cabeza pero después sin más le contesta que si quería saber. Cuando lo hace su hermano sonríe y luego siguen caminando mientras René le dice. –Hace casi 100 años en Rosswood habían 12 fantasmas; 4 eran los guardianes de cada alianza, 4 guardianes del castillo, 1 sirviente del director y 3 que eran como las mascotas del castillo. Ellos de un día para otro desaparecieron del castillo sin dejar rastro… –Alexis lo interrumpe diciendo.

–  Ey a ver si entendí… ¿Me estás diciendo que Rosswood tenía 12 fantasmas? ¿Fantasmas? –René se ríe de buena gana y mira a su hermano menor y le dice.

–  Alexis, Alexis, ¿Estás hace meses acá y todavía no puedes creer algo como lo que te cuento? Ja, ja, ja, ja no lo puedo creer.

–  Pero hermano, es que no puedo imaginarme ver fantasmas, almas en pena vagando por el castillo, o sea si pasa seria horroroso, escuchar los gemidos y esas cosas. –Decía Alexis lo que su hermano le explica, esta vez, más serio.

–  Está bien, es difícil imaginarse pero como te dije es algo que uno se entera por las generaciones que pasan. Yo ni siquiera sé cómo eran esos fantasmas. Nuestros padres tampoco los conocieron pero si la historia que te cuento es cierta, entonces fue porque los fantasmas eran amistosos y no así almas en pena. –Alexis mira al cielo y se imaginó a Rosswood y sus pasillos siendo custodiados por fantasmas, si así fuera, pensó. Entonces las salidas nocturnas hubieran sido más difíciles de hacer. En eso escucha a su hermano que le dice.

–  ¿Alexis no te has dado cuenta, que el castillo pese a su belleza tiene un aire de que algo le falta? –Esta pregunta para Alexis le llamo la atención. Se dio cuenta que aunque el castillo, antiguo pero de una estructura fuera de lo común a cualquier otro, es cálido, con sus paredes azul cielo que resplandecen o se oscurecen dependiendo el clima, sus pasillo amplios con cuadros en movimiento que hablan y se comunican sin chistar y más los estudiantes que la abarrotan en el día o los secretos que guardan. No se había dado cuenta, hasta ahora, que había un aire de ausencia pero difícil de captar, como si el…

–  ¿Como si el castillo extrañara esos espectros? –Alexis no se dio cuenta que la pregunta la hizo a viva voz y se tapo la boca pero René lo mira y con sonrisa le contesta.

–  Te diste cuenta, Rosswood los extraña, hay esa sensación y eso significa que…

–  Ellos de verdad existieron. –Completo Alexis a lo que su hermano dice.

–  Exacto, puede que esto se pase de generación en generación porque de alguna manera el castillo incide en nosotros para que no olvidemos a los que alguna vez habitaron sus pasillos en forma silenciosa. –Alexis mira hacia atrás viendo el castillo que se alzan en los cielo, en si se dio cuenta de que era un castillo único, totalmente de un color cielo que relucía antes los pocos rayos de sol que se escapaban de la nubosidad.

CONTINUARÁ…

El Capítulo 27 “Semifinales” continuará el 13 de junio del 2016.

Dejen sus comentarios y sugerencias. Esto sera de gran ayuda para mejorar el blog. No sean tímidos. Espero les guste la lectura escrita por mi. Sigan leyendo e invitando a quienes les guste una buena lectura.

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Crónicas del Magín Milenario episodio 1 (c)
2014

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38-Continuación (2) Capítulo 26 “Un Sorpresivo Ataque”

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