Revista Diario

7. Un curso ¿Online?

Publicado el 12 noviembre 2012 por Enferme @kikerufian
Si a vosotros os dijeran que íbais a hacer un curso online de un idioma, ¿cómo os lo imaginaríais?. Esa misma pregunta fue la que nos hicimos nosotros. Lo primero que se te viene a la cabeza es que será el típico curso online con test, audios, etc.. que a la larga ves que no sirve de nada. Se me hacía muy difícil hacerme a la idea de que aprendería un nuevo idioma, el noruego, que jamás había oído (ni siquiera sabía que existía) y además por internet. Novedoso y sorprendente fueron los adjetivos que tuve que emplear, después de empezar este curso, para describírselo a mis amigos. Por eso hoy, pararé el tiempo de esta aventura y os voy a contar cómo era este curso. Intentaré ser lo suficientemente claro para no confundiros y aburriros.

Gustavo nos había dicho que el curso constaba de una plataforma online, en la que estarían conectados todos los alumnos y los profesores impartirían las clases a través de un sistema de videollamada. Dicho así suena un poco raro, y la verdad es que lo es hasta que estás dentro. Aparte nos darían un libro de texto de apoyo (Ny i Norge) con su respectivo libro de ejercicios, un diccionario y un CD de audio. Pero esto llegaría un mes más tarde.

Básicamente el curso era un programa que instalabas en el ordenador, y accedías a él a través de un usuario y contraseña. Al entrar, lo que te encontrabas eran varias pantallas y una serie de herramientas. En lateral izquierdo se situaban las ventanitas pertenecientes a las cámaras, es decir, por ahí veríamos quién hablaba. En la parte central había una gran ventana, a modo de pizarra, con sus respectivas herramientas como escribir, poner vídeos o audios, etc... El en lado derecho de la pantalla se podía observar la lista de los usuarios (alumnos y profesores) que estaban conectados. En la parte baja encontrabas una ventana donde estaba el chat, el cual era público, es decir, lo que escribías lo veía todo el mundo, colocado ahí principalmente para preguntar dudas. Existía también la posibilidad de un chat privado pinchando encima del nombre de la persona con la que querías hablar, pero esto lo descubrimos más tarde. La verdad pintaba bien, pero aún tenía serias dudas sobre la eficiencia de aquello.

Llegó la primera clase y la verdad fue un poco rara y caótica. Aquello debía funcionar como si de una clase se tratara. Éramos unos 45 alumnos aproximadamente, los profesores (Neda y Sharo, de los que hablaré más adelante) y Gustavo como coordinador para que ese invento funcionara bien (y a veces como moderador también). Todo el mundo hablaba preguntando millones de cosas por el chat, lo que hacía que lógicamente la profesora se parara y no avanzáramos en la clase. En ese primer día de clase, sólo aprendimos "hei" y  "ha det bra" (hola y adiós respectivamente) y "Jeg er Enrique" (yo soy Enrique). Como podéis comprender, las sensaciones al terminar aquella primera clase eran muy contradictorias. Por un lado veías un sistema novedoso que tenía bastante potencial, pero desaprovechado por el caos inicial. Por otro lado, pensabas que cómo iba a ser posible aprender un idioma desde cero, de esa forma en tan sólo 4 meses. Pensábamos que, o aquello cambiaba bastante, o iba a ser casi imposible aprender noruego. 

Esa semana tuvo cambios muy marcados cada día. Se podría apreciar que cada vez los alumnos nos moderábamos algo más y que se empezaban a marcar unas pautas de trabajo. Gustavo nos llamaba por teléfono para poder averiguar las debilidades y fortalezas de este sistema y la verdad, en mi opinión, logró mejorarlo con la ayuda de todos. Con el tiempo, aquello tenía más pinta de ser una clase normal, en donde "entrabas por la puerta" saludando con un "God morgen" y que seguías unas lecciones, una línea de trabajo y un tiempo más planificado y aprovechado.

En cuanto a la distribución del curso, serían siempre 4 horas por la mañana de Lunes a Viernes. Las horas de clases de por las tardes irían aumentando conforme el curso fuese avanzando. Por las mañanas nos daría Neda, y por las tardes nos dividirían en grupos de aproximadamente 15 alumnos, donde algunas clases las seguiría impartiendo Neda y otras Sharo. Las clases de por la mañana estaban más dirigidas a gramática, vocabulario, etc..., y las de por las tardes a lectura, comprensión, audio, conversaciones, etc...


No quisiera aburriros más con la composición del curso, pues alusiones a éste (de aquí en adelante norskkurs) haré en bastantes ocasiones. Si que quiero aprovechar esta entrada para reflexionar un poco sobre él. Este curso supuso no solamente aprender un idioma, sino que también se formaron posteriores amistades y quedadas en distintas ciudades de España. Resulta dificil imaginarse y explicar cómo puedes ver por primera vez a alguien que sólo conoces de un curso online, y tener la sensación de conocerlo de muchísimo más tiempo. Esto y bastante más fue posible gracias a esta plataforma. Pero casi de lo mejor fue conocer a tres grandísimas personas que en un momento determinado, supusieron algo más que profesores. Ellos son: Neda, Sharo y Gustavo (en entradas posteriores sabréis porqué). 

Ahora, ya que estoy en Noruega, veo ese curso online de una forma muy diferente. Lo veo cerca y lejos a la vez, y pienso en el cambio tan radical que supuso en mi vida. Con esto solo quiero deciros que el mínimo detalle puede cambiar vuestras vidas aunque no seáis conscientes de ello. Además este curso marcó el rumbo y el camino de cómo iría todo el proceso hasta que llegué aquí.

A partir de aquí vuelvo a poner el reloj en marcha para seguir contándoos esta aventura. ¡Hasta la próxima entrada! 

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