Revista Literatura
Serge Clement
A vos que te gustan
las historias de amor
y no te atrevés a vivirlas.
A vos que mirás
las vidrieras del centro
anhelando ese vestido rojo
para alguna de tus amantes
o ese traje con caída
al cual le pondrías
una rosa marchita en el ojal.
A vos que te gusta volar
atravesando las nubes
que parecen copos de algodón
y destruyéndolas para dejar
una línea recta e insulsa
con menos vida
que la que estás dispuesto a dar.
A vos que admirás el dulce néctar
de las flores
que nacen en tu jardín
mientras soñás
con tener el basílico
que riega el vecino
para aromatizar tu cocina
llena de acompañantes
sumisos.
A vos
que no supiste estar
en el lugar indicado
a la hora convenida
en el que el café
estaba a punto de estallar
con espuma de mar.
A vos que caminaste
en la playa
siguiendo las huellas de los demás
perdiéndote de mirar
el horizonte
y desoyendo lo que el mar
tenía para susurrarte al oído.
A vos
que no sabés a mar,
ni a dulce ni a salado,
y llevás el gusto rancio
de los perfumes importados.
A vos querido
que tuviste más
de lo que podrías soñar
y lo mandaste todo a la mierda
de vuelta y por correo postal.
Patricia Lohin
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