Adict@, de Teresa Buzo Salas.

-“Hola a todos. Me llamo Marga… y soy adict@”.

-“¡¡Hola, Marga!!”.

Así podría resumir mi estado actual, tras leer el nuevo (y segundo) libro de Teresa Buzo: “Adict@” (Editorial Gregal). Una colgada de sus letras. Una toxicómana de sus historias. Una adepta a la metáfora novelada, y a la contemplación de una miríada de adjetivos tan justos como profusos. No hablo del teatrero oxímoron, hablo de Literatura en 309 páginas. Hablo de minuciosidad, de detalle, de dominio de los recursos, de disección fría de personajes, de su belleza y de su contrario. Del Sí para -más tarde- el No, y viceversa. Del carrusel musical de las palabras…

“Martina Fuentes trabaja en una agencia de viajes, está casada y tiene un hijo. Todo parece perfecto en su vida, pero siente que la rutina está minando sus últimos años de juventud. Un buen día descubre la emoción de navegar por internet. Así comienza su aventura internauta que la empujará a mantener todo tipo de relaciones virtuales”. Esta sinopsis de “Adict@”, por lo obligado de su precisión, se me antoja corta, y tal vez engañosa, para el presunto lector que pudiera dudar de introducirse en lo abisal de sus párrafos, en sus diálogos tan ágiles como abundantes, en sus capítulos breves e hipertóxicos… Pero de eso, supongo, se trata: de motivarle a abrir la puerta a lo oscuro, bajo el cariz de lo inofensivo, de lo coetáneo, de lo común, de lo apto, y que sea él -inocente víctima- quien al término de la novela recuerde el salvavidas de los doce pasos, y exclame tan feliz como orgulloso:

-“Hola a todos. Me llamo………. y soy adict@”.

Y así, sucesivamente.

Enhorabuena, Teresa Buzo Salas. Enhorabuena, Editorial Gregal.

P.S.: Libro solidario con Proyecto Hombre.