Revista Literatura

Amor culpable.Capítulo 24

Publicado el 23 junio 2018 por Daniela
Amor culpable.Capítulo 24
Capítulo 24 
Los meses habían pasado como si nada.Para Luján todo había sucedido muy rápido y al mirar a su hijo de tres meses se le llenaron los ojos de lágrimas.Ella dio a luz a un hermoso niño.Seguían en Italia ya que Milagros consiguió más pruebas sobre Melisa y se desató el escándalo en Argentina.Al parecer aquella mujer había parado en su intento de hacerles daño o eso era lo que pensaban.Todo iba muy bien y el regresó a Buenos Aires era inminente.
—¿En qué piensas? No debes preocuparte porque elegiste a Evelyn y Adrian como padrinos en vez de Adriel y a mí—dijo Milagros en broma.
—Es como si todo fuese un sueño.Las cosas pasaron tan rápido que no lo puedo creer.En el verano planeaba vengarme y al verano siguiente soy madre—dijo Luján.
—Pero todo sucedió para bien.Tú amas a Genaro, era una locura estar separada de él por el pasado.Estar aquí en Roma y en mi fabulosa casa —dijo riendo—es lo mejor que pudo pasarnos y si tenemos que quedarnos a vivir aquí vamos a hacerlo.
—¿Qué estás diciendo? Hasta hace unos meses teníamos planeado volver —preguntó Luján.
—Las cosas cambiaron.Ahora que estás recuperada puedo contarte todo.Melisa estaba implicada con el narcotráfico,las personas que intentaron matar a Genaro las mando ella.Hay muchas cosas más pero por el momento basta que sepas esto.
—O sea que no estamos a salvo si volvemos a Buenos Aires.
—No puedo garantizar la seguridad de todos en Argentina menos ahora que esa mujer se volvió loca con el anuncio del compromiso.
—¿Cómo llevas eso? —preguntó Luján.
Milagros sonreía mientras admiraba el jardín de su casa.Cuando tenía tiempo le gustaba la jardinería hasta había obligado a Adriel a cargar con muchas plantas para decorar el jardín de su padre. ¿Cómo llevaba el compromiso? Pues ni ella lo sabía.
—Supongo que bien —dijo riendo—.No me pongo a pensar en ello estoy dejando que el tiempo pase y con el sucedan las cosas.
—Y la venganza…
—La venganza pues se quedó en el camino supongo pero eso no significa que le pondré las cosas fáciles a Adriel.Todo lo contrario y si después de eso me aguanta o me sigue queriendo no creo que ninguno de los dos tenga muchas alternativas.
—Me alegra oírte hablar así.El año pasado parecía que iban a matarse.
—Estoy volviendo a ser la Milagros de antes, esa que les traía brownies los viernes.Y todo es culpa de Adriel obviamente.
—¿De qué se me acusa? —preguntó divertido Adriel detrás de Milagros.
—No voy a inflar más tú ego Adriel —se quejó Milagros.
—No peleen por favor —dijo Luján—¿Entonces nos quedamos a vivir en Italia?
—Lo más seguro para todos es que si por lo menos hasta que pase el juicio contra Melisa—dijo Adriel.
Genaro traía al pequeño Gael en brazos y se lo dio a su madre.
—Prefiero que nos quedemos aquí por lo menos un año—dijo Genaro.
—¿Un año? —preguntó Luján—.Es mucho tiempo y la empresa nos necesita.
—No te preocupes por eso.Todo está arreglado para nuestra ausencia por eso no deben preocuparse —explicó Milagros.
—Adrian y Evelyn se instalan este mes definitivamente en Roma no muy lejos de aquí para poder recibir a toda la familia de él—explicó Adriel.
—Yo creo que esos dos querían más intimidad son unos lujuriosos —dijo Milagros.
Todos rieron pero Luján sabia que estaban disimulando,por lo visto Melisa no iba a darse por vencida.La situación era muy delicada y la ponía triste por todo lo que iban a dejar atrás.
—Luján amor ¿Qué pasa? —dijo Genaro tocando su mejilla.
—Lo siento —dijo mirando a Milagros—.Entiendo que no podemos volver por Melisa pero me da mucha tristeza abandonar todas las cosas por las que luchamos y dejar nuestro país.
—Pero que nacionalista me saliste Luján,ya deja de dramas que por lo menos ahora tenemos opción no como hace siete años que estábamos en la calle.Se supone que ustedes son más grandes y sabios que yo pero no hacen más que quejarse ¿Quieren que Melisa nos mate?¿Qué mate a los niños? —dijo Milagros fuera de si.
—Milagros basta —dijo Adriel.
Pero Milagros volvía a estar fuera de control y Luján no sabía qué hacer.Conocía muy bien esa actitud.
—Milagros por favor no estoy diciendo que no voy a quedarme solo digo lo que siento ¿Por qué diablos nos estamos peleando?
—Me tienen harta,simplemente harta.Cada vez que hago o digo algo siempre esta mal,siempre es una queja ¿Sabes que Luján? Tú por lo menos estás con el hombre que amas de forma normal y tienes un hijo,vas a casarte ¿Y yo? ¿Tengo a Adriel? No.Solo tengo amenazas,o lo matan a él o me matan a mi.Sin contar con el hecho de que no sé si podre hacer el amor con él por todos mis traumas.Ah pero Luján extraña Argentina eso si es importante.
—Milagros trata de calmarte,Luján tiene derecho a sentirse así —dijo Genaro de forma severa.
—Milagros ¿Qué te pasa?¿Por qué peleas conmigo? Solo fue un comentario,no era para empezar una pelea.
—Un comentario que se suma a muchos otros cada vez que vengo aquí.No he hecho más que ayudarte,lo tienes todo y quieres arriesgarlo por nada.No te entiendo y no tengo ganas de entenderte —dijo Milagros gritando y entrando a la casa.
—Está muy alterada no le hagan caso —dijo Adriel y fue tras ella.
Sentada en su estudio Milagros esperaba que su exagerada actuación diera los resultados esperados.Adriel entró y se arrodillo frente a ella para secarle unas lágrimas.
—¿Qué me estás ocultando? —preguntó.
—No quiero hablar.
—Tú enojo fue muy exagerado,te conozco ¿Qué sucede?.
—Ya me pelee con Evelyn ayer,hoy tenía que hacerlo con Luján.
—¿Por qué? —preguntó Adriel.
—Muy pronto tendre que dejarte a ti también —dijo llorando.
—Jamás voy a dejarte de nuevo ¿Qué diablos sucede?
—Hable con los abogado y no hay pruebas suficientes contra Melisa,saldrá en libertad.Se enredo con un narcotraficante y las amenazas son peores que antes por eso tengo que alejarme de ustedes ya mismo.Lo mejor es que crea que nos peleamos así los deja en paz.
—Sigues siendo una niña Milagros ¿En verdad crees que va a creer que se pelearon? Pero sobre todo ¿Crees que voy a dejarte? Sigues siendo tan ingenua como cuando tenías dieciocho años.
—Estoy hablando en serio Adriel—dijo enojada.
—Hasta aquí hicimos las cosas a tú modo y funcionaron no voy a negarlo pero ya has ido demasiado lejos ¿Qué viene después? No, esto se acaba aquí.Nos vamos a Amalfi y allí planearemos que hacer,llamaré a Sebastian para que nos ayude pero tú no te separas de mi nunca más.
Milagros se abrazó a él mientras detrás de la puerta Genaro escuchaba todo.Entró al estudio y Adriel se levanto sin soltar la mano de Milagros.
—¿Cómo puedo ayudarlos? —dijo Genaro.
—Sigue con tú vida normal aquí.La casa la puse a nombre de Gael así que ya es suya pero no le digas nada a Luján todavía.Necesito unos meses para saber qué hará Melisa al salir de la cárcel.Sé feliz con Luján y tus hijos,por ahora tendremos que estar alejados —explicó Milagros.
—Lo mejor es separarnos por ahora. Milagros le dijo lo mismo a Evelyn así que creerán lo que ella les dijo sobre su enojo.Dispondremos de más seguridad pero tienen que quedarse aquí ¿Entiendes? —dijo Adriel.
Genaro asintió con la cabeza y les dio un abrazo a cada uno mientras se despedían.Volvió al jardín donde Luján se secaba unas lágrimas y acunaba a Gael.
—No llores, sabes cómo es Milagros.Hay que darle un tiempo y nosotros también necesitamos tiempo.
—Me duele verla así,Genaro no entiendo nada,estábamos hablando como siempre ¿Qué pasó? .
—Milagros está bajo mucha presión.Hable con Adriel y me dijo eso,vamos a darle tiempo¿Sí? No te preocupes,no llores que vas a asustar a Gael —dijo abrazándola.
Luján no entendía nada,estaba dolida y sentía que Milagros ocultaba algo o eso quería creer.
—Adriel está con ella y va a cuidarla.Nosotros tenemos una familia que cuidar.En algún momento tenía que explotar con tantas cosas sobre sus hombros,es mejor que dejemos que pase un tiempo y después van a poder arreglar esto.
Luján volvió a abrazarse al amor de su vida con Gael en sus brazos,necesitaba creer en sus palabras.No creía ni entendía nada de los sucedido.Luego de eso pasó el día de la forma habitual y por la noche Genaro la colmó de amor.Se rindió al sueño pensando en Milagros y sin saber qué hacer.

Volver a la Portada de Logo Paperblog

Revista