Amor frágil.Capítulo 12

Capítulo 12La reunión en la sala de juntas parecía llevarse muy bien hasta que termino.Evelyn sintió un escalofrio al ver la mirada de Milagros.Adrian percibió el miedo de la mujer que amaba y tomó su mano.Para su amiga esta acción no pasó desapercibida.Sebastian Granados estaba en la reunión pero en cuanto terminaron de firmar algunos papeles se retiro de inmediato porque tenía que cerrar un negocio en Brasil.―Muy bien ahora que terminaron los negocios y estamos en familia podremos hablar de la boda de Evelyn y Adrian.―Un tema aburrido ―dijo Milagros llamando la atención de todos.Adrian se paralizo cuando vio que la joven tenía en sus manos una revista cuyo contenido él conocía bien.―Mejor hablemos de lo bien que sale Adrian en esta revista ―dijo dándole la misma a su amiga.Evelyn leyó el título donde  una mujer contaba su romance con Adrian y cómo volvería a recuperarlo muy pronto.Las fotos mostraban a un Adrian sonriente.―Evelyn  puedo explicártelo ―dijo él.―¿Qué vas a explicar? Esas fotos son de ayer en un hotel del centro desgraciado ―dijo Milagros levantándose de su silla para enfrentar a Adrian.―No te metas en esto ―dijo Adriel quien de inmediato la sacó de la sala seguido de Juan y los demás.Evelyn seguía leyendo los dichos de la mujer y unas lágrimas comenzaron a descender por su rostro.―Por favor no llores ―dijo é deseperado―.Tenemos que hablar.―¿Estuviste con ella ayer? ―pregunto Evelyn.―Si ―dijo él y ella intento escapar.Adrian la atrapó y la sintió temblar en sus brazos mientras sollozaba.―Mírame ―dijo él alzando su rostro―.Ayer estuve con ella pero no sucedió nada entre nosotros.―Pero las fotos con esa modelo Isabel Rosales…―dijo entre lágrimas.―Algunas fotos son del año pasado.Pero mejor sería irnos a casa y hablar tranquilos.―¿Me juras que no pasó nada? Ella es hermosa ―dijo desviando su vista a la revista.―Nadie es más hermosa que tú y por sobre todo a ninguna mujer le dije te amo como a ti.Vamos a casa hermosa ―dijo él besándola.Un golpe en la puerta los separó del beso pero él se negó a soltarla.―Espero que no estén discutiendo ―dijo Juan entrando al verlos abrazados―.Este hombre te ama niña no pierdan el tiempo en peleas.Son libres para amarse y tú ―dijo apoyando su mano en el hombre de Adrian ―, no cometas los mismo errores que yo.Tienes una mujer que vale oro y un hijo hermoso.―Lo sabemos Juan ―dijo él.―Gracias por tus palabras ―dijo ella abrazando al hombre y abandonando la venganza de una vez para siempre.―Deberíamos ir a ver qué sucede entre esos dos o van a sacarse la cabeza ―dijo Juan bromeando.Ni bien salir de la sala de juntas los gritos eran terribles pero lo que vino después mucho peor.La puerta se abrió y salió Milagros casi corriendo y Adriel detrás de ella.―Eres una víbora  de seguro ahora tengo en mi sangre tú veneno ―dijo él gritando y con el labio ensangrentado.―Tú eres peor de venenoso idiota ―dijo tocándose los labios con una sonrisa traviesa  que Evelyn conocía―.Me las vas a pagar y no te imaginas como ―dijo ella soltándose de su brazo.―Adriel hijo ¿Qué paso? ¿Por qué tienes el labio así? ―preguntó su padre.―Esa víbora me mordió ―dijo entrando de nuevo a su oficina.―Voy a ver qué diablos ocurrió ―dijo Juan―.Ustedes se toman el día.Los dos asintieron, cuando llegaron al auto y el chofer les abrió la puerta Evelyn se quedó reflexionando sobre la salida de su amiga.―Jamás pensé que Milagros llegaría a este punto de violencia―dijo ella.―Ahí no hubo violencia amor.Más bien eso dos se besaron.―No puede ser ―dijo ella sin poder creerlo.―Evelyn cariño, todos sabíamos en la empresa que ella estaba enamorada de él.―Pero…―Lo siento amor pero creo que las cosas van a complicarse y lo mejor es buscar otros padrino.Pero olvidemos eso ya que nosotros tenemos que hablar ―dijo él besando su mano.―Si Adrian.

Por más que le preocupase Milagros en esos momentos las palabras de Juan volvieron a su memoria.Ella no cometería los mismos errores que la madre de su amiga.Si tenía que luchar por su hombre y su hijo lo haría.Adrian la amaba por lo cual si esa mujer quería guerra la tendría.