Revista Comunicación

Ángeles y guías espirituales

Publicado el 15 abril 2024 por Borja @borjagiron

Un ser de luz que nos ayuda en el camino.

También dicen que los ángeles existen. Y otros seres que están en una dimensión paralela fuera de las ataduras que representa tener un cuerpo.

Seres de energía sin más. Sin forma definida.

Hay gente que dice que puede verlos y hablar con ellos. Gente que les pide consejos.

Personas que les piden consejo para decidir qué ropa ponerse cada día.

Para decidir si aceptar una oferta de trabajo o esperar a la siguiente.

Para decidir si comer carne o pescado cuando están en un restaurante.

Gente que necesita que alguien le diga lo que tiene que hacer para no tomar decisiones.

En un mundo complejo y libre en el que debemos tomar tantas decisiones a diario parece una salvación.

Pero hablar con estos seres hace que pierdas tu libertad. Hace que otros tomen las decisiones por ti.

Seres imaginarios.

En cualquier caso la ciencia y la psicología explica estas alucinaciones.

El poder de la mente es increíble. Todos lo sabemos. Por eso los niños son capaces de tener amigos imaginarios.

Ellos no los ven pero son capaces de imaginarlos y si esa imaginación se repite una y otra vez al cerebro no le queda otra que crearlo.

No existe pero nuestro cerebro lo crea como crea estas palabras que no existen y yo soy capaz de plasmarlas en papel o en el móvil.

Soy capaz de transformar algo que está en mi cerebro en algo real (o no).

En torno al 50-65% de los niños tiene un amigo imaginario. No se trata de ninguna patología sino de algo normal en la niñez.

Estos personajes suelen aparecer desde los dos-tres años hasta los siete-ocho.

Un estudio realizado por la Universidad de Washington y la Universidad de Oregon concluyó que dos de cada tres niños tienen amigos imaginarios de los cuatro a los siete años.

Además, el estudio señala que una tercera parte de los niños en edad escolar lo seguía teniendo y que el 70% del total de la muestra (152 niños) eran hijos únicos.

El problema viene cuando algunos padres fomentan esta imaginación y creatividad natural del ser humano diciendo que esos seres son reales.

O cuando algunos niños se obsesionan o quieren aislarse de una realidad difícil que pueden tener a su alrededor (divorcio, maltrato…) y recurren a estos seres imaginarios en todo momento.

El ser humano necesita estar en comunidad para sentirse bien. Es una forma de subsistencia.

Cuando alguien por lo que sea no es capaz de tener eso en el mundo real estos seres imaginarios pueden permaneces a nuestro lado año tras año y pueden hacerse cada vez más “reales”.

Si además se lee más y más sobre temas mitológicos y bíblicos, te juntas con otras personas que han tenidos vivencias como las tuyas, es decir, cuando algunas personas se obsesionan con esos seres imaginarios entonces surgen trastornos serios.

En la sociedad actual de tolerancia y respeto por la pseudociencia aparecen los videntes, canalizadores de energía, gurús y guías espirituales que generan grandes cantidades de dinero y que alimentan estas creencias en otras personas.

Y no olvidemos que a la gente le cuesta tomar decisiones. Imagina tener a alguien a tu lado que aunque sea imaginario te dice lo que debes hacer en todo momento.

En realidad eres tú mismo pero si te crees que eres aconsejado por alguien con un poder y conocimiento superior te sientes tranquilo ya que toda la responsabilidad es ahora de otro y además tu cerebro tratará de justificar todas las decisiones y buscará patrones que confirmen tus buenas decisiones. Y si son malas también las justificarás como una forma de aprendizaje.

Es decir, vivirás como vivimos todos nosotros pero sin creer que tú tomas ninguna decisión y siendo siempre otro el que decida por ti, y ese es un gran juego que te convierte en una marioneta para este tipo de gurús.

Recuerda que la ciencia sí lo explica todo. Es lo que lleva haciendo y demostrando milenios.

Durante mucho tiempo se creía que un ataque epiléptico era una posesión del diablo. La ciencia demostró que no era así.

Durante mucho tiempo se creyó que había brujas y se las quemaba por todo el mundo. La ciencia y la historia demostraron que no era así y que simplemente había falsas creencias y sobre todo intereses de poder detrás de esas creencias.

Durante mucho tiempo se creía que los dioses mandaban tormentas o plagas para castigar a los humanos. La ciencia demostró cómo funciona el clima y descubrió los virus y bacterias.

Es decir, todo lo que el ser humano ha ido atribuyendo a dioses o acontecimientos sin explicación la ciencia ha ido explicándolo sin necesidad de fuerzas divinas ni mágicas que nos gobiernen.

De hecho, la ciencia y la psicología explican ya y desde hace muchos años estas visiones de seres imaginarios al igual que explica la aparición de espejismos en el desierto, arcoíris, caras en las pareces o infinidad de efectos visuales o imaginarios que nuestro cerebro transforma y adapta para tratar de entender la realidad que nos rodea.

Por eso, la próxima vez que alguien te diga que tiene poderes para ver el futuro, para curar con sus manos, hablar con muertos, con seres de luz, ángeles o con guías espirituales entiende que durante su niñez tuvo tanta imaginación que no ha madurado ni aceptado el paso del tiempo, que ha querido vivir en un mundo imaginario y que hará todo lo posible para que tú también le creas y le des tu dinero para que siga reafirmándose, pero que jamás podrá demostrar nada de lo que dice cuando se realiza algún estudio científico controlado y lo que sí hará será crear situaciones y usar trucos para que creas que eso que ve es real ya que en realidad esas personas sí ven a esos seres en su mente aunque realmente no existan.

Tú decides si creer que cuando vas a un espectáculo de magia lo disfrutas pero sabes que el mago no se teletransporta de verdad, no vuela de verdad ni tiene superpoderes o si te crees que hay gente que tiene superpoderes para pedir a esos seres qué ropa debe ponerse cada mañana o para decirte lo que tienes que hacer con tu vida.

Aceptar la realidad y aceptar que no somos únicos ni especiales, que solo somos un conjuntos de átomos organizados y que tras morir volveremos al mismo estado que estábamos antes de naces es duro y la mayoría de las personas prefieren imaginar que van a vivir eternamente, que te reencarnas, que hay un plan b y que lo que suceda en esta vida no es lo importante porque alguien cuida de ellos para disfrutar en otra vida mejor solo puede ser producto del ego humano.

Además, los poderosos adquieren mucho más poder cuando otros tienen este tipo de creencias ya que hacen que sean más fácilmente manipulables al creer que siempre habrá otra vida mejor y que esto es solo una fase en la que están.

Pero no es así. Esto es todo. Así que disfruta de la vida al máximo y si tienes que creer en algo que sea en la ciencia, es lo único que no juzga y que siempre, tarde o temprano ha acabado teniendo razón.

La entrada Ángeles y guías espirituales se publicó primero en Borja Girón.


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