Apego

Si algo saque en claro del 2014 es que fui demasiado despegado de las cosas que hacia optando por no conservar ninguna de las grabaciones que hice.
Debí valorar mi propio trabajo y no pensar que siempre iba a estar accesible.
Desde entonces no me gusta delegar nada en nadie y menos grabaciones.
De los errores se aprende y este ha salido caro para mis intereses, he pagado caros los excesos de confianza, los apegos y vivir en relación con exterior.
No valió la pena ser servicial y dispuesto a ayudar desde que entre en la radio hasta que la deje.
En momentos así uno se platea muchas cosas.
Mi profesor de radio del postgrado que es un hombre experimentado me dijo algo que era totalmente cierto “Cualidades tienes te falta confiar en ti”.
Ahora mirándolo desde lejos, después de 21 años me quedo con algunos recuerdos y poco más.
Fui demasiado confiado en lo personal, muy poco en mí mismo y mis habilidades.
Han tenido que pasar dos años muy duros para que me percatara de ello.
Los veintiún años anteriores no han servido de nada cuando he necesitado venderme.
No pienso pagar por ponerme delante de un micrófono no está en mis planes y hacer cosas gratis según para quien y a cambio de que.
Se me agoto la paciencia, no soy el jovencito que creía todo lo que le contaban y que por el hecho de ser un tipo con movilidad reducida, no tenía nada que hacer...
Cuando termine mi postgrado pensé que se me abrirían algunas puertas más que siendo un simple locutor.
Me equivocaba pues la realidad todo el mundo quiere un comercial por la mañana y locutor por la tarde.
Perfil que dista mucho de ser el mío por mi falta de movilidad que no de predisposición.
Prueba de ello son mis envíos masivos a pesar de los silencios clamorosos.
Por no decir los comentarios despectivos sobre mi falta de graves en la voz, tachando mi tesitura vocal de afeminada.
En los dos últimos años, no me han abierto ninguna puerta.