Aprender magia ¿cuestión de edad?

Artículo publicado en Magia para todos los públicos

Aprender magia es una de tantas cosas en la vida para las que la edad, en mi opinión, no importa tanto como parece. Lo mismo puede decirse de otras muchas: aprender a tocar un instrumento, actuar en una obra de teatro o abrirse un perfil de Facebook, por poner sólo algunos ejemplos.

Digo esto porque muchas veces, al acabar el espectáculo, hablando con gente del público me dicen algo similar a “seguro que llevas aprendiendo desde pequeño”. Así que, desde luego, parece una idea extendida la de que para llegar a ser mago hay que empezar desde muy joven.

La verdad es que hay muchos magos que cuentan en su biografía cómo el regalo de una caja de magia se convirtió en algo fundamental. Para ser honestos, a mí también me la regalaron. Y no me atrajo demasiado. Donde estuvieran los clicks de Playmobil o el Monopoly que se quitara la cajita de magia.

En mi caso, empecé a tontear con la posibilidad de aprender magia comprando el libro Cartomagia Fundamental, bien cumplidos los 20. Y aprendí algunas cosillas, pero tampoco me metí de lleno. Fue al cumplir los 30 cuando me apunté a una escuela de magia. Y ahí sí que puedo decir que empecé a convertirme en mago.

Y sí. Al principio yo también pensaba que era demasiado mayor, y me decía “bueno, si al menos aprendo alguna cosa chula…”

Tres años después actuaba todas las semanas en La Plaza de las Artes. Desde entonces, la magia se ha convertido en mi medio de vida en más de un aspecto.

Si me hubiera quedado en el “no, que soy muy mayor” me hubiera perdido algo que me hace sentir feliz y realizado, y que además ha conseguido más o menos darme de comer durante varios años ya.

Así que recordad:

No hay edad para aprender magia

Por supuesto, el mío no es el único caso. Podría mencionar a Carlos Vinuesa, que ya ha ganado un premio Ascanio al mago del año, o Ramón Rioboo, creativo y genial (y también premio Ascanio). Ambos empezaron a aprender magia en serio ya cumplida su mayoría de edad.

De hecho, creo que tengo que hacer una corrección a la frase anterior.

No hay edad para perseguir tus sueños

Sed felices.

Espero vuestros comentarios. Y ya sabéis que podéis encontrarme en twitter, facebook y google+. Un abrazo.

Si te ha parecido interesante, te animo a suscribirte al feed del blog y compartirlo en tus redes sociales.

Y recordad que ahora podéis recibir las actualizaciones del blog por correo (se mandan una vez a la semana).

Suscribirse al blog

* indica dato obligatorioCorreo electrónico *
Nombre *