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Asamblea en el Olimpo

Publicado el 27 julio 2016 por Falcalde87

Asamblea en el Olimpo
Las divinidades respondieron a la llamada de Zeus. Llegaron poco a poco y se fueron sentando en el ágora principal, que era circular, rodeado de una blanca y marmórea columnata y cuajado de asientos para eventos especiales. Y aquel lo era. Zeus había decidido reunir a todas las divinidades posibles para buscar soluciones para un problema que se había planteado desde fechas recientes en la Tierra, poblada por humanos. Cuando todos se hubieron acomodado, Zeus comenzó a hablar.
Asamblea en el Olimpo-Bienvenidos al Olimpo, seres divinos. Os he convocado aquí porque ha surgido un problema en la Tierra que me gustaría compartir con vosotros, por si tenéis alguna sugerencia que hacerme en relación al asunto o sencillamente os habéis enfrentado a lo mismo en vuestras creaciones. Quiero saber cómo lo habéis resuelto. -¿Cuál es el problema, Zeus? –preguntó Baal, visiblemente interesado.-El problema viene ya de lejos, de unos siglos atrás, cuando los humanos introdujeron el concepto de morir por su dios, que yo no insinué jamás. De unos siglos a esta parte, en la Tierra, los humanos se están matando entre sí en mi nombre, cuando yo les prohibí matar. No se puede matar bajo ninguna circunstancia, pero ellos han interpretado mis palabras como les ha parecido y se están exterminando entre ellos. Qué hacer. ¿Ayudo yo a su exterminio enviando fuerzas de la naturaleza que terminen ese trabajo? ¿O mejor dejo que sean ellos los que acaben con todo?
Asamblea en el Olimpo
-Humanos… -dijo Odín visiblemente enfadado. -Nunca se les dijo que para alcanzar la vida eterna tenían que matar por ti, ¿no es así? –preguntó Lug.-En ningún momento. Pero desde hace muchos siglos matan en mi nombre, pensando que eso les dará ventaja cuando mueran, pero no es así. Yo prohibí matar, y eso incluye toda forma o motivo para hacerlo. La vida es el don más preciado que tienen e insisten en robársela a todos los que pueden. Si no hay un infierno, tendré que crear uno para toda esa gente que lleva sufrimiento a los demás de forma gratuita y regodeándose en su dolor. Todos esos probarán mi “misericordia”. Tengo una para cada persona. ¿Extermino o espero a ver cómo reaccionan?-A mí se me planteó algo parecido en uno de los planetas por los que velo –intervino Vindonius-, y al final opté por dejarlos a su suerte. No me hacían caso, y si alguien a quien adviertes decide ignorarte, deja que consiga lo que quiere. Si los humanos quieren destrucción, están en camino para lograrla.
Asamblea en el Olimpo
-Y no solo eso pasa en ese planeta –continuó Zeus-. Cuando creé la Tierra la doté de recursos suficientes para alimentar a cada criatura viviente, pero ellos se han encargado de acapararlo todo, cuatro poseen la riqueza y la mayoría trabaja, la que puede, para obtener unas migajas que le permiten seguir viviendo. Los que mandan los adoctrinan para hacerles creer que viven bien mientras les despojan de sus recursos, a la vez que muchos mueren de hambre o de depresión, de falta de esperanza. Parece que me he equivocado con esta gente. No puedo hacer nada bueno de ellos. No estoy pidiendo que me adoren cada media hora, no, ni pido que se elimine al que no piense como la mayoría, pues los que piensan distinto son los que hacen avanzar al mundo, esos son los que deben sobrevivir y trazar las bases de una vida mejor. Pero la raza humana da un paso adelante y tres para atrás. Así no hay futuro posible. Qué hacer… -dijo Zeus mientras apoyaba su cabeza sobre una de sus manos, mirando a la lejanía sin ver clara la solución.
Asamblea en el Olimpo-A ver si lo hemos entendido bien… ¿Los hombres matan en tu nombre y se oprimen entre sí en sus necesidades básicas?-Para resumir, sí.-Pues está muy claro. Laissez faire, laissez passer. Dejad hacer, dejad pasar. La frase de una revolución. Y funcionó –sentenció Ra, el dios del sol.-Ellos deciden qué hacer con su destino. Ellos escogen la muerte y el dolor, su libre albedrío, sea real o no, acabará con su rastro. Yo los dejaría a su libre albedrío, Zeus – intervino Apolo.-O tal vez sería más divertido dejar su destino al azar, ¿no te parece? –preguntó Dionisos.
Asamblea en el Olimpo-Tú siempre igual, buscando la parte lúdica de todo –expresó Manitú-. Hay que ser más serios, estamos hablando de qué hacer con una sociedad que rompe las reglas. -¡Vamos, Manitú, todos sabemos que este experimento que estamos realizando con ellos es solo puro divertimento! La vida eterna, que ellos alcanzan nada más que mueren por malos o buenos que sean durante su corta existencia, puede llegar a ser muy larga y aburrida. Zeus, has creado a los seres humanos porque te encontrabas solo, cuando ya estábamos nosotros para aliviar esa carga. Pero no, ¡tuviste que crearlos! Se creen libres, pero nosotros movemos los hilos. ¡Acaba con esto de una vez! ¡Muchos de ellos están sufriendo! ¡Los creaste imperfectos, inteligentes y siendo conscientes de su propia muerte, y ellos utilizan esa consciencia para dar nuevo significado a la palabra terror!Zeus dio las gracias al consejo, que se disolvió al momento. Se quedó pensativo y llamó a Dionisos.-Tienes razón. En realidad no importan nada. Me jugaré su futuro a los dados. Si sale número par, los dejaré a su suerte. Si sale impar, mañana mismo comienzo el apocalipsis. Ya me he cansado, hasta un dios, El Dios de dioses, puede hastiarse y ver agotar su paciencia.
Asamblea en el Olimpo-No sé si debo sentirme preocupado por lo que venga –dijo Dionisos. -Quédate un rato conmigo. Voy a efectuar la tirada.No sabemos qué salió en aquella tirada de dados. Parece que número par, después de todo. No hay una nube en el cielo. Zeus ha renunciado a intervenir. Estamos solos.
Asamblea en el OlimpoAsamblea en el Olimpo de Susana Villar està subjecta a una llicència de Reconeixement 4.0 Internacional de Creative Commons   


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