Revista Talentos
Primero las paredes, luego el suelo me abandona. Sienten miedo los espejos. Llueve. El camino se estrecha y voy perdiendo, a cada siete pasos, una prenda de vestir. Las sandalias, voy descalzo; luego el sueño. El pantalón se desvanece. Como la serpiente, pierdo la camisa. No es un sueño. Grito.