Desde la playa, el Mediterráneo se veía inmenso...
Revista Talentos
Acurrucó a su pequeño en la mantita azul y esperó a que todos ocuparan su lugar. Le miró tiernamente, su nariz redonda, sus ojos negros cerrados; dormido plácidamente en su regazo de madre. Rezó para que aquella travesía no fuera muy larga.
Desde la playa, el Mediterráneo se veía inmenso...
Desde la playa, el Mediterráneo se veía inmenso...