Buenos días!!!

Que fácil decirlo, ¿verdad? Repítalo, si al momento de leer esto ya ha transcurrido la mañana, posiblemente no le va sonar tan divertido, porque a esa hora, estas dos palabras  funcionan de forma mágica. Haga la prueba, levántese mañana y comience su día sin el “buenos días”, llegue a su trabajo, universidad, siéntese a tomar su desayuno en su casa sin el “buenos días”… y si alguien se lo dice, no le conteste, inténtelo!… ¿Qué pasó? La  gente a su alrededor lo va a notar, va a cuestionar su actitud: que durmió mal, que anda de mal humor, que esta amargado (a), que mal educado (a), que barbaridad, etc.

Un “buenos días” es sin duda la llave de la puerta que abre el mundo todas las mañanas, quiebra el hielo de una madrugada fría, ayuda a aliviar el cansancio de una mala noche, quita la vergüenza de hablar, es la perfecta excusa para saludar a los vecinos, o aquella persona que te interesa conocer, aunque no la conozcamos si decimos buenos días, esa persona nos corresponde el saludo, y si repite el ejercicio varios días, posiblemente se abra el espacio para conversar de otras cosas. La energía con que se diga también cuenta… usted elige, si entra con bombos y platillos: bueeeenos dííííaasss!!! O si lo dice de una forma más conservadora, pero debe saber que esa energía es la misma que se van a llevar consigo las personas que te escuchen y estas a su vez a otras personas, y a otras y otras. El “buenos días” no tiene rango, no tiene edad, no tiene género, tampoco estatus social o profesional, porque surte el mismo efecto para todos y eso es parte del truco.

El otro día a primerísima hora del día, entraron los perros a mi habitación y en su euforia matutina mueven su cola y brincan, a lo que mi hija comentó: “-mami viste, es su forma de decir buenos días…” y yo pensé: hasta estos nobles animales entienden que es el comienzo de un nuevo día y así lo hacen saber a su amo.

Recuerde, no es una cursilería, no es solo un asunto de buenos modales, o de si me educaron para decirlo, es una receta mágica para comenzar bien el día, ahhh y si ese buenooosss díííaasss, le acompaña una sonrisa o un abrazo y hasta un beso, tu día puede ser sencillamente sensacional.

Siempre lo digo: las pequeñas cosas de la vida son las que a veces te hacen grande el día y esta es una de ellas!!!  Haga la prueba y siéntalo por usted mismo (a).

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