Revista Diario

Burocracia, fea palabra, con malos fondos.

Publicado el 14 octubre 2015 por Taraferar
Hoy escribo una entrada más personal, si cabe. En mi vida he tenido que llevar muchos trámites. Desde fallecimientos, becas, solicitudes de distinta índole...pocas veces me he sentido bien atendida por las instituciones públicas y muchas menos ésta ha sido eficaz. Siento si esto lleva a la ira a alguien, pero yo lo siento así.
Estoy enfadada y cansada.
Sería muy simple que las personas que se dedican a la administración en diferentes ramas, y con esto no quiero decir que todos y todas sean iguales ( yo siempre topo con lo peor de cada casa, seré gafe, quizás), se dedicasen en cuerpo y alma a hacer bien su trabajo, pienso que exijo lo justo. Esos "mismos" son personas a las que, cobrando un salario por ello, no te atienden bien, te dan las mínimas explicaciones de los procesos a los que te enfrentas,y por lo tanto crean más confusión en ti; es decir, sales de la institución en cuestión, sabiendo lo mismo que cuando entraste y aún encima con una maraña creada por ese trabajador. Nos atienden sin ganas. Solo somos un número más en un expediente, un sello en un papel, una firma en otro...lo doloroso es que nosotros esperamos meses por esa firma o ese sello. A nadie le importa si tenemos prisa, si es algo de gran importancia, si de eso depende que comamos o que nos muramos esperando lo que no llega de pura ansiedad.
Como siempre, busco los porqués...quizás es que se nos enseñan números y falta quizás dar una inyección de trato, cordialidad, amabilidad, en resumen, HUMANIDAD. Porque si, somos humanos, ¿De verdad tenemos la necesidad de sufrir por un papel? Si nuestros antepasados, los que descubrieron el fuego por ejemplo, vieran esto, se reirían de lo ridículo de la situación, agobiarse, enfadarse, llorar...por un triste papel.
El problema es que el mundo se ha burocratizado, todo es un trámite, todo es un papel que te da poder o te lo quita. No digo que debería dejar de existir la administración...quizás debería humanizarse, hacerla más prácticas y simple, aligerarla, hacerla comprensible. Al fin y al cabo, los "consumidores" somos nosotros, ¿No debemos, a caso, comprender los procesos a los que vamos a enfrentarnos? Como humanos ¿No merecemos un trato digno, con paciencia, en la que se tenga como fin que comprendamos el proceso y que quedemos satisfechos con el, sin esperar semanas?
Otro gran porqué, es que cada administrativo lleva a su espalda la presión de cumplir con X "casos" cada día o cada mes, o que se atienda a las personas en 5 minutos porque si no se hacen colas. Así es imposible trabajar con eficacia e incluso estar de buen humor, yo lo reconozco.
Y cada vez más decretos, más leyes, más nudos en una cuerda que no tiene fin.
Lo dejo para la reflexión.
Yo, como tengo paciencia, pues me toca tirar de ella, pero no todo el mundo puede. Y señores y señoras, con estas cosas se sufre.
Sonriamos a pesar de todo, que no es poco. Sonreír desde el alma, es la proeza del siglo XXI.

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