cajas vacías

Para amar bonito una mujer intensa desgrana cuidadosa todas sus dimensiones y las divide en multiples cajitas. Su amor es una bestia, incluso en cada uno de sus compartimentos hay partes que requieren materiales por ejemplo aptos para la radioactividad o ácidos muy agresivos.

Los dos principales los guarda en las cajas más bonitas. La primera hecha de Esmeralda facetada, adora el verde y adora los multiples brillos que proyecta al girarla. En esta cajita coloca el mas puro, al que ha separado de las partes que no reaccionan bien, las más tóxicas. Cuando mezclas demasiados ingredientes hay dos posibles resultados, obtener un mole delicioso o simplemente basura. En la cajita de Esmeralda guarda su nobleza, aquella que resiste el trueno y el relámpago y es tan flexible que se dobla pero nunca pierde su forma. Ama su nobleza pero su nobleza es su punto débil al mismo tiempo. A veces la nobleza la ciega y cree creer que todos merecemos segundas oportunidades y terceras, cuartas quintas y veintemilesimas oportunidades.

Tiene que esconder todas sus cajas el día que descubre que el mundo esta repleto de personajes rotos, personajes con cajas vacías intentando robar tesoros ajenos.

Nunca imaginó que tantos personajes en los que ella confiaba tan ciegamente encontraban en su calor y sus secretos cofres rebozantes el elixir milagroso de sentir que uno pertenece a alguna parte, que uno es amado e importante.

Pero también recordaba aquel día que bajo la lluvia había encontrado a este personaje, con cajitas tan suaves, tan transparentes. Abrio una de las cajas y encontro dos fotos de sus hijas.

-Que bonito esto que guardas aqui, se siente tibio y suavecito.

-Yo creo que solo es una caja de lo mas normal

-Nunca había visto una caja así, creo que es muy bonita, muy simple.

El personaje confiesa que le asustan las cajas de la mujer, tampoco había visto cajas como las de ella y tenerlas tan a la vista le daba miedo.

-Miedo porque?

-Está tu caja tan a la vista que siento el deseo de ser vulnerable contigo.

Pero ella siente que sus cajas estan ocultas, como dentro de un aparador, finalmente la caja en si es una protección.

Le enseña la foto de su padre con la nota de advertencia que saca de dentro del cofre radioactivo y en cierto sentido entiende lo que le causa fascinación sobre este personaje y a pesar de casi con certeza temer una anunciada decepción, dentro, muy dentro guarda esa gotita de esperanza para que no sea así. Creer en él para ella quizá simboliza el creer que algo dentro de su imaginario sobre la paternidad y los hombres aún es bueno.