Canada

Para el que no la conozca, Canadá es ese país grande que está encima de los Estados Unidos. Este verano me he pegado un saltito hasta la Costa Oeste. 
CALGARYUna de las ciudades más importantes del medio-Oeste canadiense y una de las más pobladas de todo Canadá. Fue la primera ciudad canadiense en ser sede de los Juegos Olímpicos de Invierno y nadie sabe donde está. Yo tampoco sabía donde estaba hasta que me puse a estudiar rutas y mapas. Lo elegimos como inicio de nuestro trayecto y como punto estratégico de acceso a las Montañas Rocosas, que están a un paso. Ya con este primer contacto con la urbe canadiense pudimos darnos cuenta de que allí piensan de manera diferente. No sé cómo, pero cualquier idea es inteligente. Todo tiene una razón de ser y es así porque es lo mejor para todos.

MONTAÑAS ROCOSAS Y OSITOSPensaba que sería la clásica historia para hacer caja con los turistas en las zonas de montaña. Pero colega, ¡allí hay osos! Osos de verdad, que viven a sus anchas por esos bosques. Y tiene unos lagos, ¡madre mía qué lagos! Los de las fotos de pinterest o los que salen en esos vídeos que circulan de "los lugares más bonitos del mundo". Tiene los escenarios más bellos que he visto en toda mi andanza por este mundo. El otro día me preguntaron si mi fondo de pantalla era real y les dije que eran fotos, tomadas con mi iPhone, sin filtros. Si me preguntan de qué color son las Rocosas, diría que turquesa. 

Lake Louise, AB

Lake Peyto, AB

Lake Bow, AB

VICTORIAEs una ciudad muy movida situada en una isla del tamaño de Suiza, con una amplia extensión de parques naturales. Se llega allí desde el continente mediante barcos que viajan con regularidad horaria, muy cómodos y bien acondicionados para viajar con coche. Lo más divertido para mí fueron los taxis acuáticos, los hidroaviones que sobrevuelan la bahía y las tiendas muy al estilo europeo. Tiene su propio Chinatown.


VANCOUVER Por supuesto, reservamos para la última parte del recorrido unos días de estancia en la gran gran grande ciudad de Vancouver. Bien aprovisionada con el Stanley Park, que cubre unos 4.000 kms cuadrados de superficie verde, con senderos, paseos junto al mar y carril bici para pasar un día entero recorriendo, o más. Es una ciudad muy moderna, la mayoría de sus edificios son de reciente construcción y eso eleva su atractivo. Vancouver tiene tanto playas como pistas de esquí. En definitiva, no sé aún qué es lo que no puedes hacer allí. Una ciudad con infinitas posibilidades que deja un hueco y un lugar para el disfrute de todo el mundo.