Revista Diario

Capítulo 2: Ella y mis recuerdos inolvidables.

Publicado el 13 febrero 2018 por Benjamín Amoedo De La Grana
Capítulo 2: Ella y mis recuerdos inolvidables.
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Recuerdo que aquel invierno fue particularmente frío y lluvioso en la ciudad en la que vivía por aquel entonces, al estar al lado del mar quizás las temperatura no caía demasiado, pero la sensación térmica se agarbaba bastante por la presencia de humedad en el ambiente acompañado todo de mucha lluvia y granizo que caía con mas frecuencia de lo habitual en aquel final de septiembre en comparación con otros años, los días eran cortos, yo era mas joven y mas o menos eso en mi no ha cambiado, sigo sin entender muy bien lo que pasó en aquella época, sigo teniendo dificultades para entender lo que pasa en mi día a día...
si me leéis un poco sabréis de sobra que tengo muchos problemas para manejar mi vida y mis emociones, pues imaginaros como sería ese Benjamín de hace ya casi siete años que empezaba a comprender la complejidad de la vida en todo su esplendor, totalmente perdido en el mundo, pensando para él mismo que lo tenia todo bajo control, que en la vida era él quien marcaba la pauta y el ritmo de los días sin darse cuenta que en el fondo tan solo era un simple pasajero del tiempo con una ligera capacidad de acción sobre su propio destino pero nada mas, sin poder dirigir ni controlar otra cosas que no fuera si mismo mientras poco a poco la madurez y la vida lo encarrilaban hacia la cruda realidad de la responsabilidad, trabajo, esfuerzo y por que no también el amor de verdad.
Los días eran muy cortos, oscurecía muy temprano, era extraño pues salia de casa por las mañanas cuando aun era de noche, apenas con unos pequeños atisbos de sol que poco a poco se iban abriendo hueco entre la oscuridad de la noche que agonizaba apagando todas las estrellas que habían encontrado sustento en el infinito manto de la noche. Del mismo modo cuando regresaba a casa la noche era cerrada aun, sin rastro alguno de sol en este caso, por lo que me costaba reconocer mi casa mas allá de las luces artificiales que la alumbraban las sombras de la oscuridad, sin presencia alguna de luz natural ni en la madrugada cuando me levantaba ni en la noche cuando llegaba procedente de mis diferentes actividades extraescolares.
Me resulta complicado relatar todo lo que sentí o experimente en el principio del que, sin yo saberlo, acabaría siendo la antesala de los mejores años de mi corta vida pues el tiempo ha pasado y ha manipulado mis recuerdos, es algo que nos pasa a todos como forma de autodefensa personal, siempre tendemos a recordar las cosas de una forma mas positiva de lo que en realidad fue, a fin de cuentas lo que estoy contando y lo que voy a contar no deja de ser una versión de los echos, una versión eso si escrita por uno de los dos protagonistas de esta historia que tan solo ha sufrido la influencia impasible del tiempo y del propio presente, por desgracia no puedo recordar cada palabra que me dijiste, no puedo tratar de describir a la perfección lo que sentí, en primer lugar por que no encontraría las palabras y en segundo por que mis pensamientos están influenciados por los siete años que han pasado entre medias de nuestra historia y por que no decirlo también por el presente y por que mi forma de pensar y de escribir con el paso del tiempo también ha sufrido para bien o para mal una evolución, quizás algo mas asentada y menos agresiva directa y critica como en el pasado, digamos que el tiempo y mis recuerdos no son por mas que yo lo crea así fiel reflejo de la realidad que aconteció años atrás pues por irónico que parezca ningún recuerdo es como lo recordamos, siempre va a estar influenciado y matizado por los sucesivos recuerdos que vamos almacenando posteriormente, por lo que no recordamos echos individualmente en compartimentos estancos sino que somos una sucesión y sumación dinámica de recuerdos que incorporan y eliminan matices unos de los otros para formar en nuestra mente una realidad del pasado que no es real en si misma sino una versión aproximada de lo que en su día fue nuestra realidad, eh ahí lo efímero de los recuerdos, por eso seria precioso que ella escribiera su versión de nuestra historia y que vosotros pudierais leer lo mismo pero contado tras los ojos de los dos protagonistas para poder ver como la misma historia puede ser extremadamente diferente en función de quien la cuente y de las influencias del entorno, el presente y el pasado, sinceramente creo que seria precioso….uuuuufffff otra vez mas divagando sin sentido sobre lo que digo y como lo digo sin dar continuidad a la historia, al menos todo esto me sirve de ejemplo improvisado,así os hacéisuna idea mas aproximadade como podía estar yo en aquellos instantes, si ni si quiera hoy en día soy capaz de aclarar mis propios pensamientos a pesar de haber vivido ya esa historia, a pesar de haberla repasado una y otra vez, aun sabiendo todos los datos y conociendo cada uno de los detalles sigo sintiéndomeun poco perdido entre mi presente ymi pasado, mis recuerdos y mis sentimientos. Sigo sintiéndome insignificante dentro de la inmensidad de esta historia y afortunado por haber formado parte de algo tan maravilloso a tú lado, como a partir de algo increíblecomencéa creer de nuevo en que quizás la vida no era tan cruel como yo pensaba, como el destino cruzó caprichosamente nuestras vidas para siempre fruto de la casualidad enseñándome una lección inolvidable, todo y nada en este mundo es felicidad, las personas que nos rodean son las que convierten algo ordinario en extraordinario, lo normal en especial, los momentos cotidianos en recuerdos inolvidables…
Bueno¿ Por donde iba?… a si, ya recuerdo, como iba diciendo, el invierno era largo y frío y los días cortos, habían pasado ya un par de meses desde que hubiera cometido el mejor y mas valiosos de mis errores que fue equivocarme de lugar y de clase para coincidir en el mismo aula contigo…..
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