Revista Literatura

Cazadores de sombras 1. Ciudad de hueso de Cassandra Clare

Publicado el 23 agosto 2010 por Polaquita
Cazadores de sombras 1. Ciudad de hueso de Cassandra Clare

Pagina 29


El oscuro princípe estaba sentado a horcajadas sobre su negocio corcel, con su capa de marta cibelina ondeando a la espalda. Un aro de oro le sujetaba los rizos rubios, el apuesto aparecía helado con la furia de la batalla y....


Pagina 52


-¿Qué es un mundano?

- Alguien del mundo humano. Alguien como tí.

-Pero tú eres humano- afirmó Clary.

-Lo soy - repuso él-.Pero no soy como tú.


Pagina 54


-¿ Un tatuaje?.

Él sonrió con aire de suficiencia y bajó la mano.

-Estaba seguro de que podrías hacerlo. Y no es un tatuaje... es una Marca. SOn runas, marcadas a fuego en nuestra carne.


Pagina 219

—Si estás realmente cansada, podría hacerte dormir —propuso él—. Contarte un cuento para dormir.

—¿Hablas en serio? —inquirió ella, mirándole.

—Siempre hablo en serio.

Clary se preguntó si estar cansados no les había enloquecido un poco a ambos. Pero Jace no parecía cansado. Parecía casi triste. Clary dejó el cuaderno de dibujo sobre la mesilla de noche, y se tumbó, enroscándose de lado sobre la almohada.

—De acuerdo.

—Cierra los ojos.

Ella los cerró. Podía ver la imagen residual de la luz de la lámpara reflejada en el interior de los párpados, igual que diminutas estrellas estallando.

—Había una vez un niño —comenzó Jace.

Clary le interrumpió inmediatamente.

—¿Un niño cazador de sombras?

—Por supuesto. —Por un momento, un sombrío tono divertido coloreó su voz; luego desapareció—. Cuando el niño tenía seis años, su padre le dio un halcón para que lo adiestrara. Los halcones son aves rapaces... que matan pájaros, le dijo su padre, son los cazadores de sombras del cielo.

»A1 halcón no le gustaba el niño, y al niño tampoco le gustaba él. Su pico afilado lo ponía nervioso, y sus ojos brillantes siempre parecían estarle vigilando. El ave le atacaba con el pico y las garras cada vez que se acercaba a él. Durante semanas, no dejaron de sangrarle las muñecas y las manos. Él no lo sabía, pero su padre había seleccionado un halcón que había vivido salvaje durante más de un año, y por lo tanto era casi imposible de domesticar. Pero el niño lo intentó, porque su padre le había dicho que hiciera que el halcón le obedeciera, y él quería complacer a su padre.

«Permanecía junto al ave constantemente, habiéndole para mantenerla despierta e incluso poniéndole música, porque se suponía que una ave cansada es más fácil de domar. Aprendió a manejar el equipo: las pihuelas, el capuchón, la caperuza, la lonja, la correa que sujetaba el halcón a su muñeca. Se suponía que debía mantener ciego al halcón, pero no tenía valor para hacerlo; en vez de eso intentó sentarse donde el pájaro pudiera verlo mientras le tocaba y le acariciaba las alas, deseando con todas sus fuerzas que aprendiera a confiar en él. Le daba de comer con la mano, y al principio el halcón se negó a comer. Más tarde comió con tanta ferocidad que el pico hirió al niño en la palma de la mano. Pero el niño estaba contento, porque era un progreso, y porque quería que el pájaro le conociese, incluso aunque el ave le dejara sin sangre para conseguirlo.

»Empezó a ver que el halcón era hermoso, que sus alas delgadas estaban pensadas para la velocidad en el vuelo, que era fuerte y rápido, feroz y delicado. Cuando descendía hacia el suelo, se movía como la luz. Cuando aprendió a describir un círculo y posársele en la muñeca, él casi gritó de júbilo. A veces el ave saltaba a su hombro y ponía el pico en sus cabellos. Sabía que su halcón le quería, y cuando estuvo seguro de que no sólo estaba domesticado sino perfectamente domesticado, fue a su padre y le mostró lo que había hecho, esperando que se sentiría orgulloso.

»Pero en vez de eso, su padre tomó al ave, ahora domesticada y confiada, en sus manos y le rompió el cuello. Te dije que hicierasquefuese obediente —le dijo su padre, y dejó caer el cuerpo sin vul.i del halcón al suelo—. Pero tú le has enseñado a quererte. Los halcones no existen para ser mascotas cariñosas: son feroces y salvajes, des piadados y crueles. Este pájaro no estaba domado; había perdido su identidad.

»Más tarde, cuando su padre le dejó, el niño lloró sobre su mascota, hasta que finalmente el padre envió a un criado para que se llevara el cuerpo del ave y lo enterrara. El niño no volvió a llorar, y nunca olvidó lo que había aprendido: que amar es destruir, y que ser amado es ser destruido.

Clary, que había permanecido tumbada sin moverse, sin apenas respirar, rodó sobre la espalda y abrió los ojos.

—Es una historia horrible —exclamó, indignada.

Jace tenía las piernas dobladas hacia arriba, con la barbilla sobre las rodillas.

—¿Lo es? —inquirió meditabundo.

—El padre del niño es un ser horrible. Es una historia sobre maltrato infantil. Debería de haber previsto que sería algo así lo que los cazadores de sombras consideran que es un cuento para dormir. Cualquier cosa que te proporcione pesadillas aterradoras...

....

Mientras se sumia en el sueño, oyó el eco de unas palabras en su mente. " Me daba cualquier cosa que deseara. Caballos, armas, libros, incluso un halcón de caza".


Pagina 228

Simon parecía la clase de chico que iría a recogerte a casa para salir y sería educado con tus padres y simpatico con tus mascotas.

Jace, por otra parte, parecía la clase de chico que pasaría por tu casa y la quemaría hasta los cimientos por diversión.

Paguina 248

- Ahora, cuando abras el libro, quiero que estudies la pagina. Mñirala hasta que sientas que algo cambia dentro de tu mente.

-¿Dolera?-preguntó ella nerviosamente.

-Todo conociemiento duele-......

Pagina 312

......

—¿Clary?

—¡Simón!

Él estaba arrodillado junto a ella, parpadeando como si tampoco pudiera creerlo del todo. Tenía la ropa arrugada y mugrienta, y había perdido las gafas en alguna parte, pero aparte de eso, había resultado ileso. Sin las gafas se veía más joven, indefenso y un poco aturdido. Alargó la mano para tocar el rostro de Clary, pero ella se echó hacia atrás con un estremecimiento.

-¡Ay!

—¿Estás bien? Tienes un aspecto estupendo —dijo, con un temblor en la voz—. Lo mejor que he visto nunca...

—Eso es porque no llevas las gafas puestas —replicó ella con voz débil, pero si había esperado una respuesta de sabelotodo, no la obtuvo.

En su lugar, él la abrazó con fuerza. La ropa le olía a sangre, sudor y suciedad; el corazón le latía a mil por hora y su abrazo le apretaba las magulladuras, pero de todos modos era un alivio estar en sus brazos y saber, saber realmente, que él estaba bien.

—Clary —soltó Simón con brusquedad—, pensé..., pensé que tú...

—¿No regresaría a buscarte? Pues claro que lo hice —contestó ella—. Desde luego que sí.

Lo rodeó con los brazos. Todo en él resultaba tan familiar, desde la tela mil veces lavada de su camiseta al agudo ángulo de la clavícula, que descansaba ahora justo bajo su barbilla. Él pronunció su nombre, y ella le acarició la espalda para tranquilizarlo. Cuando echó un rápido vistazo atrás, Clary vio que Jace se daba la vuelta, como si el brillo del sol naciente le hiriera los ojos.


Pagina 331

.....

—Medianoche —exclamó Jace, dejando el cuchillo en el suelo.

Se puso en pie, extendiendo la mano para acercar a Clary junto a él. Los dedos estaban ligeramente pegajosos con jugo de manzana.

—Ahora, observa.

Tenía la mirada fija en el arbusto verde junto al que habían estado sentados, con sus docenas de brillantes capullos cerrados. Ella fue a preguntar qué se suponía que debía mirar, pero él alzó una mano para callarla. Le brillaban los ojos.

—Aguarda —le dijo.

Las hojas del arbusto colgaban totalmente inmóviles. De improviso, uno de los capullos cerrados empezó a agitarse y a temblar. Se hinchó hasta alcanzar dos veces su tamaño y se abrió de golpe. Era como contemplar una película a cámara rápida de .una flor que florece: los delicados sépalos verdes se abrieron hacia fuera para liberar los pétalos apelotonados del interior. Estaban espolvoreados de un polen dorado pálido, tan ligero como el talco.

—¡Ah! —exclamó Clary, y al alzar los ojos vio que Jace la observaba con atención—. ¿Florecen todas las noches?

—Sólo a medianoche —respondió—. Feliz cumpleaños, Clarissa Fray.

....


Pagina 334

....

Se echó repentinamente atrás para no pisarlo, y su hombro chocó contra el del muchacho..., éste alargó una mano para sujetarla, justo cuando ella se daba la vuelta para disculparse, y entonces, ella se encontró de algún modo en el círculo de sus brazos y él la besaba.

Al principio fue casi como si él no hubiera querido besarla: su boca era dura contra la de ella, inflexible; luego la rodeó con ambos brazos y la apretó contra sí. Sus labios se ablandaron. Ella percibió el rápido latido de su corazón, paladeó el dulce sabor a manzanas que él aún tenía en la boca. Enredó las manos en sus cabellos, tal y como había querido hacer desde la primera vez que le había visto, y éstos se enroscaron en los dedos, sedosos y finos. A Clary, el corazón le latía con fuerza, y había un tronar en los oídos, como de alas batiendo...


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LOS COMENTARIOS (2)

Por  Pame
publicado el 21 enero a las 01:45
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no lucia yo ya vi la pelicula esta muy bonita y no tiene nada de sexo si no solo un beso muy romantico entre clary y jace y no solo eso tambien hay fantasia,accion y ciencia ficcion.

Por  lucia
publicado el 30 julio a las 03:24
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Tengo pensado regalarle el libro a mi hija, y como tiene 12 años, me interesa saber si este libro contiene escenas de sexo o algo por el estilo, ya que no quiero comprarlo llevarme alguna sorpresa no apta para mi hija y tener que guardarlo en la biblioteca durante algún tiempo. Desde ya muchas gracias. Saludos.

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