Revista Diario

¿Cómo es vivir en Alemania para un latino o español? | Radar Expat

Publicado el 24 septiembre 2018 por Alba Coll

La vida en Alemania para alguien que viene de España o de América Latina es siempre una aventura constante. Yo os he contado muchas veces mi punto de vista sobre cómo es vivir en Alemania. Así que hoy quiero ceder la palabra a otros y otras bloggers que también hablan sobre este país.

Forma de vida en Alemania

El estilo de vida en Alemania puede llegar a ser muy distinto al de nuestro propio país. Por eso he querido preguntarle a bloggers que también escriben sobre cómo es la vida en Alemania. Ellas y él nos van a contar anécdotas que les han ocurrido durante su estancia en el país germano. Situaciones divertidas tanto por choque cultural como por idioma. Yo me he reído un montón recopilándolas, ¡Espero que te gusten!

Izmir Henry - Miss Henry in Germany

Uno de los mayores choques culturales la primera vez que viví en Alemania fue ir al supermercado. Me sorprendió que nadie te ayuda a empacar tus cosas y que la cajera es super rápida. Debes lograr empacar todo antes de que ella termine de cobrarte o ya los próximos clientes se van molestando por tu lentitud. Me sorprendió también el hecho de que en ese entonces sólo se pagaba en efectivo o con tarjeta débito. Ahora soy yo la que espera a que el cliente al frente mío termine de empacar y pagar.

Montserrat de la Iglesia - Kartoffeltortilla

Pues recuerdo una situación bastante divertida en las clases de alemán. Llevaba ya un tiempo en el curso, con los problemas típicos del aprendizaje del idioma, cuando tocó dar un tema relacionado con el fuego. Nuestro profesor no era muy amigo de escribir el vocabulario en la pizarra porque quería que entendiéramos las palabras y tratáramos de escribirlas nosotros mismos, sin ayuda. Pero yo no era capaz. El único sonido que reconocía era "foiya" y no conseguía adivinar qué letras se escondían en esa palabra del idioma de Goethe que sonaba tan española.

Por aquel entonces era la única alumna de España que había en el grupo así que, no pude compartir mi expresión de incredulidad con nadie y supuse que se trataba de una mala comprensión de Feuer por mi parte. Hasta que, meses más tarde, se incorporó un compañero de Valencia y cada vez que sonaba la palabrita de marras, ambos nos mirábamos con una sonrisa cómplice y nos reíamos por lo bajini.

No fue el único malentendido idiomático. Los alumnos angloparlantes también tuvieron su ración de perplejidad cuando escucharon al profesor decir, con toda tranquilidad: Die Wurst ist dick. Las caras de asombro se intercalaban con la misma pregunta en voz baja: ¿Ha dicho lo que creo que ha dicho?". Cuando el profesor se percató del posible malentendido, se puso rojo y trato de aclararlo lo mejor que pudo. Pero la anécdota permaneció unos días en clase.

Marta - La Libreta Roja

1. Estaba con mi señor alemán hablando y por alguna razón pensé que podía estar enfadado así que le pregunté: Bist du jetzt sauber (limpio)? -en vez de " sauer"(enfadado)-.

2. En el despacho traen cada día pan rico bio y de ricos que digo yo. Cada día es diferente y hay una variedad que tiene los bordes quemados. Estábamos todos, los partners incluidos y suelto yo: Dieses Brot schmeckt mir nach Arsch (culo) -en vez de (cenizas)-.

3. Este año hay una polinizacion muy fuerte y cada día al llegar al trabajo hay una capita verde de polen. Y yo dije, es gibt so viele Polen in der Luft, en vez de Pollen. Claro mis compis a carcajadas pensando en polacos por el aire.

Irene - Alemania Entre Bastidores
¿Cómo es vivir en Alemania para un latino o español? | Radar Expat

Hay muchísimos choques culturales dignos de mención, pero de entre todos ellos me quedo con la manía extrema que tienen los alemanes de echarle mantequilla a todo. Los mini bocatas con lechuga, pavo, tomate, y mantequilla untada en el pan.

Una vez un amigo alemán se vino a casa y comenzó el proceso de untar. No le di demasiada importancia hasta que tomó el bote de paté La Piara pata negra traído de España, y se lo añadió al pan con mantequilla. No sé como sigo viva después de ese infarto.

Y confusiones con el idioma tengo casi una al mes.

Aunque sin duda, la más célebre fue muy equivocación con las palabras (puta) y (monja). Solo con eso se ve venir el desastre.

Hace unos años, en mis primeras clases de alemán en Colonia, tenía de compañero a un chico que estaba en el seminario, es decir, estudiaba para ser cura. Y yo, en mi ignorancia extrema, me interesé por su vida y le pregunté que si en su seminario solo había curas o también convivían con... aquí tendría que haber introducido la palabra correcta, nonne, monja, pero no, dije nutte, puta. Y claro, su cara fue un poema.

Al ver que no respondía volví a preguntar " que si solo vives con curas o también con putas ".

Por suerte, el profesor llegó pronto y me hizo dejar de meter la pata, pero el daño ya estaba hecho. Y el chico nunca me volvió a mirar de la misma manera.

Rafael Sánchez Costa - Vente p'Alemania Pepe
¿Cómo es vivir en Alemania para un latino o español? | Radar Expat

Había salido de fiesta en Krefeld, eran las 4 de la mañana y quería cruzar una calle infinitamente larga de un solo carril y obviamente desierta por la hora. Un semáforo controlaba el "peligroso cruce" y en él, dos alemanes parados.

Me acerqué a ellos, los miré extrañado y pensé "¿que harán?". Miré en la distancia, obviamente no había nadie más en kilómetros a la redonda, ni vehículos ni personas, pero ellos seguían ahí parados. Cuando el semáforo se puso en verde y los alemanes cruzaron lo comprendí: estaban esperando a que cambiara de color. Madre mía.

Ana Sanchez Castilla - My Spanish Soul

Respecto al idioma, mi lucha aún hoy está en la pronunciación de la Umlaut. La diferencia entre pronunciar U o Ü puede ser abismal en algunos casos. Como en invierno, cuando digo "Hace mucha humedad" ( Es ist sehr Schwül) y la gente me mira porque lo que realmente he dicho es -por mi mala pronunciación de la Umlaut- "Eso es muy gay..." (Gay = Schwul, sin Umlaut ;) ).

Choques culturales los he tenido de todos los colores. A veces pienso que el contraste con Alemania es aún mayor viniendo del sur de España que si vienes del norte. No sé qué tendrás tú, como catalana, que decir al respecto ;).

Lo de aparcar el coche y ver como la gente se para a mirar a ver si le das al de delante o al de atrás sin darte ni una sola indicación. O eso de que a los alemanes no les guste que ayudes a su hijo a levantarse si se ha caído, por ejemplo.

Otra cosa curiosa que me pasó fue la primera vez que le compré un potito a Mini C. Ingenua de mi me fui a una Apotheke (farmacia en alemán) y allí se quedaron mirándome raro cuando les dije que quería potitos para un bebé de seis meses. En España se pueden comprar en farmacias (después aprendería que en Italia también), pero en Alemania no.

Y por último y para no enrollarme demasiado que me embalo, lo del tema de la homeopatía me sigue alucinando a día de hoy. La fe que aquí en Alemania le tienen a las bolitas ( Kügelschen) homeopáticas en comparación con las buenas dosis de antibiótico que nos mandan en España cuando algún Mini se ha puesto enfermo.

Hor - My Expat World

Tengo un compañero de trabajo muy majo con el que me siento en el mismo despacho. Es el chico del que suelo hablar en Instagram cada vez que me suelta alguno de los topicazos sobre España y Francia que tiene en su cabeza. Sí, es 100% alemán, de Köln de hecho.

En fin, como sabe que sé alemán lo que hace es corregirme el acento cuando hablo. Pues el invierno pasado un día que nevaba estaba yo reflexiba mirando por la ventana y sin preocuparme lo más mínimo por mi acento ni por mi pronunciación (ya que estaba hablando para mi misma, en alto, pero para mi misma) dije ich mag Schnee (me gusta la nieve).

De repente mi compañero me miró y me dijo: me estás queriendo decir algo? Y yo en plan: No, que me gusta mucho la nieve ( ich liebe Schnee)". Se empezó a reír sin parar y me dijo: Había entendido ich mag es schnell (me gusta rápido). ¿Te imaginas el ataque de risa que nos dió, no? Hoy es el día que todavía me recuerda esa conversación. Eso sí, pronuncio la palabra Schnee mejor que cualquier alemán que te puedas encontrar en la calle.

Natalia González - Mariposa Migrante
¿Cómo es vivir en Alemania para un latino o español? | Radar Expat

El choque cultural de una mexicana en Alemania es muuuuuy grande! Y hoy en día estoy tan alemanizada que no me percato de muchas cosas que deberían chocarme, pero cuando recién llegué uffff!

Una de mis primeras experiencias que me hicieron valorar la honestidad en este país fue cuando en el supermercado me puse a pesar mis tomates y coloqué la etiqueta con el precio en la bolsa. Me detuve un minuto y le pregunto a mi esposo, por qué no lo pesaban en la caja, aquí mismo podría agregar otro par de tomates a la bolsa y solo me cobrarían lo que dice la etiqueta (por menos peso, claro!). Se me quedó viendo y me contesta: ¿porqué habrías de hacer eso? Si quieres mas tomates, vuelves a pesarlos y pegas la nueva etiqueta. ¡Plop! Me caí como Condorito :)

Han pasado 16 años desde entonces y ese supermercado sigue funcionando de la misma manera, el cliente pesa y pega la etiqueta impresa en la sección de frutas y verduras sin supervisión alguna.

Y la segunda que me hizo valorar la puntualidad sucedió unos años después cuando nuestra hija mayor iba a entrar a la escuela y yo le pregunté al profesor: ¿Cuántos retrasos son permitidos? y me dijo ¿a qué se refiere?. Y yo muy detalladamente le expliqué: En México, si un niño llega tarde a la escuela 3 veces, se convierte en una falta... y 3 faltas merecen una carta del director (al menos eso se usaba cuando yo estaba en la escuela en México). Igual que mi marido se me queda viendo y pregunta: ¿Porqué habría de llegar tarde su hija a la escuela? No se pueden imaginar la vergüenza que pasé... eso sucedió hace 6 años ¡y nunca ha llegado tarde a la escuela! Ni se ha quedado dormida, ni se le ha pasado el autobús, ni se ha averiado mi coche, ni se ha atravesado el tren... Cuando la puntualidad se aprende desde pequeño no hay excusa porque es parte de la rutina diaria, cosa que en México es al contrario.

Y tú, ¿qué choques culturales o de idiomas has vivido en Alemania o en el país dónde resides? ¡Dímelo en los comentarios!


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