Revista Literatura

¿Cómo sé qué he adquirido un hábito?

Publicado el 16 enero 2014 por Migueldeluis

Una vez me comentaron que bastaban quince días para la adquisición de los hábitos. Estaba de monitor en un campamento de verano con niños, de los que se llama, o llamaba, en riesgo de exclusión social, en vulgo, que las cosas en casa iban mal, y me trataban de motivar para que los niños se limpiaran los dientes. Lo que está muy bien, dicho sea de paso, pero francamente, la cosa se me antojaba demasiado optimista. Sobre todo porque a mí mismo, y con una madre constantemente recordándomelo, me costó bastante más tiempo.

No voy a jugar a sicólogo, pero me parece que todo va a depender de las circunstancias y deseos de cada uno. No es lo mismo desarrollar el hábito de escribir todos los días, si uno es escritor profesional, aficionado, si está en camino de serlo o si simplemente intenta dar el pego.

En el primer caso, quince días sobran, en el segundo bastan, al tercero le costará bastante más y en cuanto al cuarto, más le vale no lograrlo.

Quizás por eso deberíamos tomar el tiempo, esos quince días de los que me hablaron, el mes que he leído en Zen to Done1

o incluso el año que descubrí en algún blog2, solamente coma una referencia, como una llamada a revisar si, en realidad, hemos adquirido el hábito o no.

Criterios para ver si tenemos el hábito

  1. Frecuencia: ¿lo haces con la frecuencia comprometida? Si te desvías más de un 70%, problema…
  2. ¿Cómo te sientes?: Si lo único que te mueve es la fuerza de voluntad y la motivación externa. Si no corres por el placer de correr, no escribes por el placer de escribir, no estudias por el placer de aprender, etc, problema…
  3. ¿Cómo lo haces?: Si no hay intensidad, si lo haces pero “rapidito”, si solo estás esperando el momento de dejarlo, problema…
  4. ¿Cómo te sientes antes y después? Si te tienes que empujara para hacerlo, si lo vas dejando para el final, si después te sientes culpable, o triste, o que estás perdiendo el tiempo, problema…
  5. ¿Es automático?: ¿Lo haces sin pensar, o tienes que recordártelo?

Si las preguntas anteriores te hacen pensar que el hábito no está consolidado, sonríe, no te culpes de nada y busca soluciones. Sobre todo, intenta que el hábito no sea un “polizón” en tu vida, sino que tenga sentido en ella. Y sobre todo, no es una carrera. Aunque no sea perfecto, cada día haciendo un hábito nuevo es una pequeña victoria, un ladrillo más en la casa que te estás construyendo para toda la vida.


1. Zen to Done, Resumen Extenso
2. Creo que fue en Homo Minimus, pero podría estar equivocado.


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