Revista Literatura

¿Cómo vender más libros?, la gran pregunta de hoy.

Publicado el 11 marzo 2015 por Blancamiosi
Hoy voy a hacer mención a un artìculo publicado por el agente literario Guillermo Schavelzon, titulado: ¿Cómo vender más libros? La gran pregunta de hoy. Y la razón por la que hago esta entrada en mi blog es porque no puedo comentar en su blog debido a que debo poner una contraseña que ya he olvidado. Eso de las claves, la verdad, me tienen cansada, no veo por qué uno deba registrarse a un blog. Lo raro es que algunas veces he podido comentar allí sin necesidad de recurrir a ninguna contraseña. En fin.
La respuesta que iba a dejar es la que sigue, creo que valía la pena darla a conocer porque interesa tanto a los escritores como a los lectores, quienes hoy por hoy son la parte más importante del pastel.
Escribo, promociono y vendo libros. Empecé publicando por editoriales y todavía hoy tengo cuatro libros con ellas. Los restantes; tengo doce en total, los he autopublicado en Amazon, una plataforma que ha comprobado que los libros sì se venden, solo hay que saber dónde buscarlos.
¿Cómo vender más libros?, la gran pregunta de hoy.No creo que la ediciòn digital tenga mucho que ver con el hecho de que las editoriales vendan menos, pues muchas de ellas se han sumado a la ola digital. La mayorìa, dirìa yo.
Segùn mi punto de vista, el lector llano, el que acostumbra leer como mìnimo dos libros al mes, encuentra ahora un mercado mucho màs amplio, tan grande que se pierde en èl. Y si vamos al catàlogo de Amazon, en el que se puede conseguir casi todo tipo de obras, y no solo vende libros digitales sino tambièn fìsicos, encontraremos que el lector ha pasado a ocupar el lugar del crìtico literario.
No podemos pretender que el lector siga siendo el invitado de piedra que està obligado a digerir una novela porque sì. Ahora tiene la palabra. puede calificar un libro aunque estè escrito por un famoso, y de estas crìticas no se salvan ni los libros de Gabriel Garcìa Màrquez, de manera que las editoriales deben dejar de ver al lector como una cifra, e integrarlo al "valor agregado" del libro.
Un libro mal escrito, y me refiero a uno que tenga datos falsos, poca credibilidad o se sumerja en cuestiones desconocidas por el autor ùnicamente porque estàn de moda (hay editoriales que solicitan obras de determinada tendencia), es fàcilmente detectable por un lector que en este momento tiene la herramienta màs poderosa del planeta: la red. Hoy en dìa es mucho màs difìcil "engañar" a un lector. Conozco lectores tan acuciosos que leen mis libros con Google abierto. Los blogs de reseñas no solo leen, comentan o recomiendan un libro; tambièn cuestionan y critican, antes algo impensable. Y a esto que estoy exponiendo aquì se le llama estar en contacto directo con los lectores, lo que antes no existìa. El escritor era un ser intangible, lejano, incomunicado, que vivìa segùn la mente de los lectores en alguna isla solitaria o un oasis en medio del desierto dedicado exclusivamente a escribir sus fantasìas.
Hoy en dìa debe interactuar con sus lectores, recibir directamente las crìticas y, si hacen como yo y ponen el correo electrònico al final de cada novela, recibir las preguntas directamente, como por què por ejemplo en mi novela "El legado" Oliver Adams deja repicar tantas veces el telèfono casi al final de la historia. O el motivo por el que siendo la viuda del protagonista de "La bùsqueda" nunca aparecì en la novela que relata su vida.
Por supuesto que se venden libros. En estos tres ùltimos años que he publicado en Amazon he vendido una cantidad que jamàs alguna editorial hubiera soñado, tanto en digital como en papel.  Pero no voy a utilizar este sitio para promocionarme sino para responder a la pregunta: ¿còmo vender màs libros?
Muy sencillo: haciendo que los autores bajen del pedestal en que las editoriales los han puesto y se acerquen màs a sus lectores. Es lo que se estila hoy, y excepto unos cuantos monstruos sagrados, la mayorìa de autores que conformamos este nuevo mundo de la ediciòn tenemos la obligaciòn de estar cerca de ellos.
Es muy fàcil encontrar en Twitter a los escritores famosos, escribirles unas lìneas y esperar respuesta. A mì me ha sucedido que escritores de libros superventas se han comunicado conmigo para aclarar que la portada de su libro ha cambiado, o a John Locke agradecièndome la menciòn de su libro y hacièndose mi seguidor, por mencionar a dos. Y asì como ellos yo sin ser famosa recibo mensajes de lectores agradecièndome por poner mi libro gratis o unas lìneas para que sepa que han leìdo mis libros. Y es obligatorio contestarles, pues son la columna vertebral de mi incipiente carrera como escritora. Si se han tomado el trabajo de comprar, leer mi libro y encontrarme en Twitter o escribirme un correo, no puedo menos que agradecerles.
Por eso no comprendo lo que plantea Schavelzon en su artìculo. Èl es consciente de que hoy se lee mucho màs que en ningùn momento de la historia de la humanidad, porque las personas tienen màs acceso a los libros, en parte gracias a la digitalizaciòn de la literatura. Las editoriales y los agentes deberìan prestar màs atenciòn al contenido de las obras que publican y no a los nùmeros y resultados de las ventas, si lo hicieran se darìan cuenta de la enorme cantidad de nuevos lectores que existe pero que no compran sus libros porque son más de lo mismo. Lo contrario de los escritores amazònicos, que proveen de una literatura fresca, acorde con los tiempos, con criterios de modernidad y en algunos casos tan brillante como el mejor publicado por editorial.
¡Hasta la pròxima, amigos!

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