Revista Literatura

Con el pie izquierdo

Publicado el 15 enero 2014 por Isabel Isabelquintin

Con el pie izquierdo
Hoy me levanté con el pie izquierdo, después de una mala y muy larga noche acompañada de pensamientos tristes , lejanos e imposibles. Pasar la noche en vela y lograr dormir unas cuantas horas en la madrugada sólo han dejado en mi unas inmensas bolsas y mis típicos ojos de mapache.
A parte de todo, la alarma no sonó aunque puedo jurar que la noche anterior la activé.
Despierto tarde, con dolor de cabeza y el genio endemoniado. 
Paso a la ducha y ¡oh sorpresa! No hay agua caliente.
Primer castigo del día. Salgo del baño hecha una paleta helada y aparece mi segundo castigo: ¡No hay ropa limpia!
Muy en el fondo del armario esta un Jersey y unos jeans de hace mil años. Sin mas pausas me visto y salgo corriendo a la cocina para encontrar jugo y pan duro. ¡SI, tercer castigo! Y sólo parpadeo una vez para darme cuenta que la sala es un caos total y que el perro corre con mis medias como trofeo en sus dientes. ¡esto lo arreglaré después! Creo...
Pero el castigo mas grande ya viene ¿Las llaves?
¿Dónde están las p%&@$ llaves?
Y buscar con desesperación las benditas llaves en ese desorden total.
Media hora después aparecen las llaves, tengo media hora de retraso y tengo hambre.

Mi día no puede ir peor. El trabajo se hace eterno, no pasan las horas y nada rinde.

Y cuando al fin acaba el día, el jefe remata diciendo que el turno será mas largo. Que hay que trabajar en las fiestas y que las vacaciones se aplazaran porque no hay presupuesto para reemplazo.

Y de regreso a mi casa, el tráfico va mas lento que de costumbre. Las canciones de mi tracklist hablan de él o de los dos. Esto no ayuda. Pero es mejor que el ruido de afuera. Aunque me hace pensar en todo o sólo en ello... En él, en la discusión del fin de semana.

Esa es la raíz del problema, por eso mi vida está al revés. Por eso pasé el fin de semana encerrada. Por eso no hay ropa limpia. Por eso se acabó la comida y nada está en su lugar. Porque él no está y nada es lo mismo.

Porque no entiendo su vida, su modo de pensar... Porque no sé que hacer para que vuelva...
Aunque no se si quiero que vuelva ¿Para qué? ¿Para seguir igual? ¿Para que me reclame mi falta de atención y de tiempo?
Igual, él sabía que así es mi trabajo, que no tengo tiempo para nada. Que respiro por que es involuntario porque no me exige mas tiempo del que tengo. Si hasta conseguí un perro para no sentirme sola y ahora, hasta hago sentir solo al perro

¿Será lo mejor? ¿Que se vaya y no vuelva?

Si, es mejor. Porque no puedo cambiar, porque n quiero cambiar. No por orgullo ni por llevar la contra. No quiero cambiar, porque hago lo que me gusta, lo que me apasiona y él siempre lo supo.

No es egoísmo, no estoy pensando sólo en mí. Si así fuera, habría buscado otra profesión una en dónde aspirar a u poco de vida social.

Ya no importa nada más.Mi vida es un desastre sin él. No hay duda. Sin embargo, las cosas no va bien Llega tarde, no busca mi calor y me niega el suyo. No debo ser adivina para entender lo que pasa

Por eso es mejor que se vaya o que no vuelva. Que se quede dónde está. Que saque sus cosas y que no olvide llevarse mi amor. El que siento por él. El que reposa en mí.El que va a dónde voy.
Porque sin él y con este amor no sólo será un mal lunes o un mal inicio de semana. Será una vida con recuerdos, Una vida con el pie izquierdo.
¡Gracias por tu tiempo!


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