Confesiones de una temporera

Por la_papio, desde Chile.

Es un poco extraño mencionarlo en voz alta, o declararlo, pero estas vacaciones fui una "trabajadora agrícola de temporada" o temporera. Siempre me imaginé con un empleo de verano tipo universitario, en el que mis deberes calificaran como intelectuales, o por último sirviendo café en alguna linda cafetería, creyéndome el cuento de Amelie. Fue sumamente difícil encontrar el trabajo de mis sueños y terminé aceptando el pituto, agachando el moño y haciéndome la idea de el esfuerzo físico que me esperaba.
Mis expectativas simplemente eran no morir, aguantar, soportar semanas de trabajo y sobretodo entender bien lo que debía hacer (ya que la única y última vez que debí trabajar en aquel rubro, renuncié el primer día). Gracias a Dios entré con mi hermana al mismo trabajo, lo que significó un problema menos, ya que el tener que adaptarse y "hacer conocidos" a veces me resulta complicado. 

Nuestras sombras de "Star Wars" con el uniforme.

Pese a mis prejuicios, debo decir que fue todo una muy buena idea. Primero que todo, el trabajo consistía en polinizar, había que ser delicada en el proceso y eficiente durante toda la jornada, lo que hacía a la vez que las horas pasaran volando, ya que había poco tiempo para sacar la vuelta. El horario no era terrible, era una parte de la mañana y prácticamente toda la tarde, por lo que pude ordenar mis horas de sueño de verano no de manera drástica. Por último, pude sentirme útil, trabajadora, y esforzada por muchos días.

Algunos quitasoles que nos pasaban para protegernos del sol

Creo que aunque creí que no me la iba a poder, pude demostrar dignamente que puedo adaptarme a un trabajo para el cual no estoy estudiando. La clave es adaptarse al ambiente, tener aunque sea a alguien con quien conversar, tener una meta clara, trabajar para un otro o una empresa preocupada del trabajador y las condiciones de trabajo, y enfocarte en lo que haces. ¿Ustedes han trabajado de temporero, trabajador agrícola u otra cosa, temporalmente?