Conrado Medina

Sigo con la cabeza metida en el flamenco. Pero ya no va a ser Morente quien va a salir aquí, que bastante se ha dicho ya. Hoy continúo haciendo amigos listos.
INTRODUCCIÓN:

El de hoy es un festivoescéptico que se escribe sus propias biografías, como unas memorias pero en miniatura: así: memorias. El suyo es el lenguaje que utiliza mi yaya (hola, yaya) para pergeñar la lista de la compra, que forman parte de lo mágico, de lo real maravilloso de los pasillos y los flancos de estanterías llenas de paquetes y recipientes brillantes; el dedo que señala pero no se sabe a dónde o a quién ni por qué.
TESIS:

Conrado Medina, voilà,  es un brucespringsting de las ondas rurales que quiere un puesto que no tiene. En este caso, el de director del Festival de Flamenco del Palau de la Música. Como fenómeno de la radio se dirige desde su programa (de flamenco) a la "gente de Valencia" (¿a quién va a ser si la señal de la UPV se pierde al cruzar las vías?).  Un señor experto en flamenco y musicoterapeuta que tiene media entrada en google.
Cuando se publicó el cartel del XIV Festival de Flamenco de Valencia dijo varias cosas en un artículo lleno de lo que él prefiere calificar como ironías. Enumero los puntos de ironman Medina:
   Uno- Que Mayrén Beneyto es un coche bomba para dirigir cualquier institución. Es verdad.
   Dos- Que el programa del Palau es una mierda. No tanto.
SIN-TESIS:
El flamenco se volvió plástico el día que Paco de Lucía introdujo el cajón peruano (¡de Perú!) con Rubem Dantas (coleguis los dos de Chick Corea). Desde entonces ha sido un cuerpo plástico que se ha dejado influenciar por la dimensión de otras músicas: los instrumentos: el tres cubano, el bajo eléctrico, los teclados, la armónica...y los patrones cortados a tijera para encajarlos en un nuevo estilo. Si Paco de Lucía se atrevió a mezclar partes de otras músicas es porque él también es, por sus padres, un zumo de sangres. Pero ya mucho antes, el flamenco se había transformado en una cosa nueva para la que hubo que buscar un nombre, como cuando Sabicas metía el punteo de guitarra entre dos paredes de la esencia del rock. Pero eso, Medina ya lo sabe. Por otra parte, lo que está muerto, muerto se queda. Por mucho que le duela no se puede resucitar a Juan Breva.

PRÓTESIS:
Más ironías de ironman:
Sueños de una tarde de Radio, por Sueño de una noche de verano...de Shakespeare
Los Gozos y las Ondas, por Los gozos y las sombras...de Gonzalo Ballester
Yo sugiero otros:
La autenticidad/pureza/integridad amenazada, por La página amenazada...de Eloy Tizón.
Tiempo de destrucción, por Tiempo de destrucción...de Luis Martín Santos
 *Esta se queda como está, por ejemplo.
Y aquí concluyo. 
MORALÉJESIS:  


Que Conrado duerma tranquilo porque el final nunca sustituye al fin y lo moderno no mata al flamenco.