Contra el viento del norte - Daniel Glattauer

Habéis leido miles de reseñas. Ahora toca la mía.
· Título: Contra el viento del norte
·Autor: Daniel Glattauer
· Editorial: Alfaguara
· Páginas: 264
·Traducción: Macarena González
· ISBN: 9788420406107
· Género: Romántica adulta
· PVP: 17.50 €
Desde que tengo uso de memoria he librado una silenciosa, pero feroz, batalla contra la novela romántica. Es un género que se comporta como un polo magnético, exactamente igual al mío, que me repele lejos, muy lejos, a otros libros -los cuales me aceptan encantados-. Así pues, tenemos un pacto y procuramos estar lo suficientemente lejos la una de la otra. Ella allí y yo aquí. Nos permitimos a veces un roce secundario pero ahí termina nuestra relación. Imaginaos con cuanta reticencia tomo entre mis manos un libro cuyo único argumento es el inicio de "algo" entre dos personas. Han pasado muchas reseñas por mis ojos y he visto personas que se derretían en halagos hasta que, finalmente, he hecho de tripas corazón, he abierto la primera página y lo he leido.

¡Ah, internet! La red de redes, la gran bola de queso del mundo mundial, el hogar del anonimato, el mensajero más rápido de la historia. Velocidad y eficacia se combinan para crear el sistema de comunicación más potente del mundo. A pesar de esto, como humanos que somos, supongo que más de uno se habrá equivocado al enviar un mensaje tecleando mal el correo en cuestión o, con las prisas, ha elegido como destinatario a alguien para quien no iba dirigido el e-mail. A partir de ahí pueden suceder varias cosas, siguiendo el método Rothneriano de numeración:

1) El desconocido recibe el mensaje pero lo ignora, puesto que no conoce al remitente y lo borra. 2) Ignora el mensaje pero responde en modo Maximum Trolling al remitente. 3) Aunque no conoce al remitente, lee el mensaje de carrerilla y, tanto si hay contenido comprometido como si no, vuelve al punto número 2). 4) Recibe el mensaje, lo lee y responde educadamente deshaciendo la confusión y aquí no ha pasado absolutamente nada.

Pues bien, imaginemos que una tal Emmi Rothner decide darse de baja de la revista Like (situación aparentemente normal) y teclea mal el correo electrónico de la misma llegando el mensaje erróneamente a un tal Leo Leike que, con las mejores intenciones, opta por el punto 4) y todo se soluciona. Colorín colorado este cuento se ha acabado. Fin. ¿Seguro? Bueno, así debía haber sido si no fuera porque Emmi Rothner tiene una curiosa manía con las teclas del ordenador y comete una segunda equivocación, volviendo a poner ante las cuatro alternativas de antes al tal Leo Leike que, caballerosamente, elige una vez más la respuesta 4), aunque, claro, ambos ya están con la mosca detrás de la oreja. ¿Será una coincidencia como cualquier otra? Sea lo que sea, de todas maneras, la historia se acaba. Ahora sí: Fin. Aunque supongo que una tercera equivocación termina por dejarte con las ganas de saber más de esa persona que entra en tu bandeja de entrada sin avisar y, no con menos intriga, descubrir si ha sido capaz de darse de baja de la famosa revista. Así comienza la historia de Emmiy Leo. Dos desconocidos con diferentes formas de ver la vida, pero deseosos de algo nuevo que los saque de la rutina y que añada una pizca de sal a su mundo. ¿Os gustaría saber más? Lo primero que os va a llamar la atención, nada mas abrir el libro, es que no vais a encontrar descripciones largas y tediosas, ni siquiera ligeras, porque el contenido de los correos electrónicos intercambiados por Emmi y Leo es más que suficiente para abrirnos el mundo creado por ambos. Imaginaos, si es ya complicado de por sí transmitir sentimientos, reflexiones, formas de ser y, desde luego, lo que nos rodea, recurriendo a una o muchas descripciones; cuán difícil será la situación si la única herramienta herramienta a mano son diálogos vía e-mail entre dos desconocidos a los que no podemos otorgarles ni un rostro tangible ni unas características físicas que nos permitan saber de ellos. "¡Buff, qué chapuza!" Me dirá alguno y yo responderé: Jajaja. Sin lugar a dudas, éste ha sido el aspecto que más resalto de la novela y que me ha sorprendido gratamente. Glattauer no sólo consigue con nota que todo -resalto el todo- te llegue, lo entiendas y hasta sientas cosas cosas como indignación, rabia o diversión a medida que pasas las páginas; sino que llega un momento en que casi puedes visualizar a Emmi y Leo, frente a la pantalla de sus respectivos ordenadores, frunciendo el ceño o esbozando una sonrisilla e incluso montando una pataleta. Sin darte cuenta, has dotado de vida a Emmi y Leo. Debo confesar que si me atreví a leer este libro es porque no es una novela romántica juvenil. A pesar de ello, estaba aterrorizada ante la perspectiva de encontrar diálogos pastelosos llenos de tópicos capaces de producir caries donde una muchacha sin personalidad, abrumada por problemas que solo existen en su imaginación, conoce a un joven atractivo (de su edad, casualmente) y prácticamente perfecto en todo cual Mary Poppins y juntos comiencen un romance idílico, empalagoso, dependiente, relamido, ñoño, sin objetivos, wash and wear... Gran satisfacción me llevé cuando me vi frente a un coqueteo real entre dos personas reales, con sus problemas, virtudes y defectos y una vida normal para un mundo igualmente normal. Hablo de una historia que podría ocurrir hoy, mañana o pasado; de conversaciones que podríamos tener, de anécdotas con las que más de uno se puede sentir idenficado, de formas de pensar que pueden coincidir brutalmente con las nuestras... Eso sí, puesto que esto es una historia perfectamente real, seremos testigos de ese estado de bucólico de quinceañeros en el que nuestros protagonistas no quieren admitir que hay una atracción entre ellos. Los diálogos ocurrentes e inteligentes entre dos adultos hechos y derechos se ven salpicados, en no pocas ocasiones, de pataletas infantiles y algún que otro enfado por un tema sin importancia en plan: "ahora me enfado y no respiro". Sin caer en las florituras y en las frases con copyright que dan escalofríos, somos conscientes de como las vidas de estos dos navegantes de la red de redes se entrelazan con fuerza. Eso sí... ¿Cuánto tiempo podrán mantener separas la vida real de la virtual? ¿Cómo afectará la una a la otra? Ahí lo dejo. Resumiendo, estamos ante una novela ligera, fácil de leer, aunque con determinadas frases y situaciones que dan que pensar, pues Emmi y Leo son dos personas inteligentes y avispadas, cada uno a su manera, y lo saben. Ello hace que mantengan un pique incombustible en el que ninguno de los dos se deja vencer y, en consecuencia, a lo largo del libro se librarán múltiples batallas de palabras, en pos de la defensa de su razón, que harán las delicias de todos los amantes de la ironía light escondida entre líneas (y no tan escondida). ¿Qué quiero decir con esto? Que, a pesar de ser cortito, no significa que no tenga carne donde agarrar. Emmi y Leo dan para mucho y es vuestro turno de descubrir hasta donde pueden llegar. Y, sin más dilación:
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1. ¿El estilo del autor puede recordarnos a otras obras? Difícilmente. La ausencia de descripciones hacen de Glattauer, si no un pionero, al menos un valiente.
2. ¿A partir de qué edad lo recomiendo? A partir de 15 años. Ni Emmi ni Leo dicen nada que deba perturbar los castos oídos de la juventud. Además, considero muy recomendable que se lean libros "románticos" donde ella no sea una mojigata que solo se considera importante si está con él y cuya única aspiración consiste en vivir con el hasta el fin de sus días.
3. ¿A qué lector va dirigido? Aunque todo el mundo está en igualdad de condiciones para disfrutarlo, creo que tiene incorporada una pequeña alarma para las personas como yo, que hemos renunciado al mundo romántico y que necesitamos un pequeño empujoncito para la reconciliación. Aún no se ha producido en mi caso pero, al menos, ya no rehuyo miradas.
4. ¿Dónde leerlo? Esto es lo que llamaremos de aquí en adelante: Libro de bolso. Tanto si vais en tren o autobús, si entre almuerzo y estudio tenéis cinco minutos de descanso, este libro es una grata opción. Pesa poco y ocupa poco espacio, además. Antes de dormir también sientan muy bien un par de capítulos. Incluso con una copita de vino si os gusta.
5. ¿Cómo leerlo? Hay quienes prefieren hacerlo del tirón, pero mi consejo es que degustéis esta lectura en pequeñas dosis. Son e-mails ¿verdad? Entre uno y su respuesta correspondiente transcurre un tiempo más o menos largo y la mejor forma de entender a nuestros dos protagonistas es ponerse en su piel y "sufrir" en cierta medida la desesperación del "no me ha escrito todavía". Creo que esa incertidumbre aumenta el buen sabor de boca cuando cierras el libro.
6. ¿Engancha? Sí. No iré con más rodeos.
7. ¿Se recomienda su compra? Es muy barato. Yo que vosotros lo compraría. No llega a ser un MUST HAVE pero si no tenéis nada en mente y podéis gastaros unos eurillos, adelante.
8. ¿Lo mejor? Leo y lo refrescante que resulta esta novela en medio del panorama literario actual. Por supuesto, la resurreción del género epistolar en el mundo narrativo actual se agradece sobremanera.
9. ¿Lo peor? Emmi y el hecho de que exista una segunda parte.
10. ¿Porqué se ha ganado una reseña en el blog? Como bien he dicho, soy enemiga jurada de la novela romántica, pero a la vez soy justa y considero que un libro del género que me ha enganchado de principio a fin se merece mis respetos, pues ha conseguido un imposible. Eso ha de premiarse.
11. Puntuación final y reflexión con SPOILERS: ¿CÓMO? Exclamareis algunos con confusión mal disimulada pero, ¡oh, impacientes libreristicosespialidosos! dejad primero que me excuse. El libro, como bien he dicho, engancha, está escrito de una forma original, es tremendamente asequible (más abajo digo unas palabritas más al respecto) y mantiene un nivel de expectación constante. ¿Dónde pongo los peros? Bueno, el hecho de que tenga segunda parte me repatea, más que nada porque pienso que éste es uno de esos libros nacidos para ser autoconclusivos. Otra pega que pongo es que muchas partes rizan demasiado el rizo. Por ejemplo: ¡Cuántos bufidos habré soltado con tantísima indecisión por parte de los protagonistas! Emmi todo el rato soltando "Quiero verte, Leo" y el otro que no quiere; cuando él se decide, la otra responde: "Ay, mejor no". ¿PERO QUÉ OS PASA? Vale que el autor quiera dejar la expectación y transmitirnos la eterna duda de ambos personajes respecto a cómo un encuentro entre ellos cambiará sus vidas y que el directo puede resultar decepcionante con respecto a la imaginación, de acuerdo, pero es que llega un momento en que la cosa se pasa de rosca. No llega a ser cansino del todo pero cansa. Ojo, que lo mismo ocurre con ciertas conversaciones o peleíllas que, con menos páginas, la idea seguiría estando clara. ¿Algún pero más? Sí. Como bien he dicho, no me gusta la novela romántica y, aunque ésta me haya agradado, no ha supuesto un punto de inflexión real en mi criterio. Ahora pasemos al debate, en el cuál todos podréis participar hasta el final de los tiempos. Vigilad los SPOILERS, que luego no quiero lloros. No soporto a Emmi: me parece una mujer demasiado caprichosa (incluso ella lo admite), egoísta, superficial, ciega y sordomuda para lo que a ella le da la gana y hasta nos ha salido manipuladora (Aunque ella diga misa, lo que hace con Leo y Mia me parece, como poco, rastrero y la venganza de estos dos al experimento de laboratorio es lo que se merecía. Bonita, se cosecha lo que se siembra, así que deja el enfado y no te pongas de víctima en plan: "no puedo creerme que te guste una mujer tan diferente a mí. Me has defraudado, Leo" ¿Hola? ¿Se te va la olla? ¿Recuerdas que has jugado con los sentimientos de tu amiga y un desconocido que ha sufrido un desengaño amoroso recientemente porque a tí te daba la gana?). Si bien le he dado la razón en determinados pasajes, como mujer que soy, en toda la novela habré estado con ella en un 15% a lo sumo. Lo siento, pero es que no me gusta como pareja para Leo. No cuando desde el principio, el psicólogo del lenguaje Leo Leike se me ha presentado como alguien transparente de ideas claras y malas intenciones = 0. Siguiendo con Emmi: Me pregunto con qué derecho se cree ella a saber de la vida de Leo con pelos y señales y luego negarle a éste información sobre, por ejemplo, su marido. Repito: ¿Hola? Sabes de buena tinta que Leo se está enamorando de tí y en lugar de mantenerlo lejos (recordemos que estás casada y con hijos), lo mantienes cerquita tuya, a pan y agua y te enfadas si no te habla como a tí te gusta. ¡Bravo, hija! Te has lucido. Si hay algo que me ha encantado del libro (otra cosa más), son las alusiones al matrimonio de Emmi: El envidiado cuento de hadas que no es más que un frágil equilibrio mantenido por la rutina y la confianza producto de tantos años juntos. Una historia de amor que ha perdido el sabor, pero que tiene todo lo que cualquiera pediría: Estabilidad, una relación cordial entre ambos, respeto, derecho a la intimidad... Me ha fascinado como esa imagen tan peliculera se va rompiendo en pedazos para comprobar que lo que fuera que existiera entre Emmi y su marido se ha convertido en piedra. Si un simple desconocido puede hacer que se tambalee ese mundo equilibrado, las cosas no son lo que parecen. Me pregunto cuántos de vosotros se le habrá caído venda de los ojos con respecto al típico: "se casaron, vivieron felices y comieron perdices". ¡Más cosas! Bueno, desde luego, no podía marcharme sin comentar el final que te hace soltar un inevitable "¿En serio?". La respuesta de Leo a los acontecimientos es la mejor: Largarse. Aquí echaría yo mano de aquella famosa canción de Joaquín Sabina: "Ahora es demasiado tarde, princesa. Búscate otro perro que te ladre, princesa". Y adiós, petarda. Lástima que Leo peque te imbécil y vuelva (hay segundo libro, así que vuelve). Tal vez me habléis de la difícil posición de Emmi. No lo niego, pero ella solita se lo ha buscado: Si juegas con fuego te quemas y las mentiras tienen las patas muy cortas. Tendría que haberse aclarado un par de cositas a sí misma y haber dejado las cosas en su lugar, que va de experta y luego el tiro le sale por la culata. ¿Habéis leído esta última frase? He aquí la magia del libro por excelencia: Errores comunes y típicos en el ser humano. Emmi y Leo son adultos y, a pesar de su madurez y experiencia, se equivocan (no hay más que ver los palos de ciego que da Leo con Marlene) y, aunque nosotros veamos esos errores con claridad en cada una de las páginas, ellos no. Tal y como ocurre en la vida real. Aquí es donde reside el encanto de la novela. En este punto en concreto. En lo tangible que es todo lo que sucede en este libro. En que hoy puedes tener un día malo y responderle mal a alguien sin venir a cuento, en que hoy te puedes emborrachar y decir cosas que pensabas no contar, en que hoy no quieres hablar con nadie, en que hoy no deseas estar solo... Hoy puede ser un buen día para revisar el correo...

Y con esto hemos terminado, recordad que vuestras opiniones son siempre bienvenidas. Por supuesto, prometo no volver a ausentarme tanto y volver a tomar carrerilla (si es que alguna vez la he cogido, claro). Nos vemos en la próxima entrega.