Cristal iii

El libro electrónico se ha convertido en un gran aliado de mis ansias lectoras, permitiéndome conocer un mundo de posibilidades legales de obtener más epitomes a un precio algo menor que el papel, al cual no he renunciado, sobre mi mesa clásicos de la filosofía como Nietzsche y su obra Así hablaba Zaratustra, me han acompañado multitud de horas en las que mis dedos han acariciado hojas de papel con una letra minúscula.Si la tecnología tiene un punto a su favor, es la posibilidad de aumentar el tamaño de la letra para dejarse la vista a cambio de aprender filosofía.De un tiempo a esta parte escritores consagrados despotrican del libro electrónico, sostienen que todos los consumidores de lectura digital, por llamarla de algún modo son unos piratas desconsiderados que no pagan por los libros.Estos señores me temo que no se han pasado por las librerías virtuales donde hay títulos de los llamados súper ventas a un precio razonable, de lo contrario no hablarían despectivamente de una buena alternativa lectora para tiempos difíciles como los actuales.No entiendo, ni comprendo la cruzada enfermiza contra este soporte, como si quien lee en este sistema fuera menos lector y de menor calidad que el que realiza el acto de disfrutar de la literatura en papel…Si como es mi caso leo en los dos formatos, ¿Soy un mal ejemplo?. ¿Soy mala persona por leer con ayuda de las nuevas tecnologías?.Seguramente para estos consagrados literatos, soy un mal ejemplo, sinceramente prefiero leer en cualquier sistema, aunque a algunos les duela seguiré haciéndolo.