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Crítica de ¡Rompe Ralph!

Publicado el 02 enero 2013 por Cineenconserva @Cineenconserva
Crítica de ¡Rompe Ralph!Nunca he sido una fanática de los videojuegos, aún hoy prefiero el cine y otras formas de ocio. Pero como media generación Nocilla pasé mucha horas de mi infancia enviciada a  la consola. Me dio por Mario y cuando me cansé de su servilismo real, me pasé al erizo más famoso después de Espinete. Harta de aventuras gráficas preferí liarme a puños en Street Fighter para luego obsesionarme con las piezas del Tetris. Qué tiempos aquellos... 

¡Rompe Ralph!, lo último de Disney, saca partido de esa nostalgia y nos presenta una historiadivertida, original, colorista, con la que disfrutarán tanto los adultos como los más pequeños. 

Precedida por un corto maravilloso llamado Paperman (como ya adelanté en el post Preestreno de ¡Rompe Ralph! )la película comienza con una voz en off de Ralph, un villano de 8 bits cansado de ser siempre el malo de la función, y que trabaja en Wreck it Ralph!, un videojuego que acaba de cumplir 30 años y que está protagonizado por Arregla Félix Jr, el típico bueno.

Crítica de ¡Rompe Ralph!

Me pareció ver un lindo Donkey Kong...


Como ya sucedía en Toy Story o Monstruos S.A, el inicio del filme es redondo y sirve para presentarnos un mundo mágico en donde no existen límites. Los personajes virtuales (tanto los de 8 bits como los de última generación) tienen una vida más allá de la función informática para la que fueron diseñados. Pero como pasaba en los otros dos títulos mencionados, su felicidad está ligada al uso humano. Así pues, pobre de aquellos personajes cuyo juego ha sido desenchufado o ya no está de moda. 
Ya de entrada, l
a premisa es rompedora y un  caramelito para todos los que hemos sido un poco jugones. Resulta que la princesa Peach, Sonic, PacMan y otros muchos trabajan en una especie de estación central en donde no pueden incumplirse una serie de reglas; por ejemplo, un personaje no puede pasarse a otro juego, ni mucho menos morir en otro juego que no sea el suyo, ya que no generaría una nueva vida. Pero en las películas de Disney las reglas están para romperse, y Ralph, nuestro antihéroe (con cierta semejanza a Shrek)  emprenderá un viaje por otros juegos con el fin de cambiar su destino. 

Crítica de ¡Rompe Ralph!

Ha costado convencer a Zangief para que posara así

Dirigida por Rich Moore (un veterano que ha trabajado para grandes series como Los Simpson o Futurama) la película combina el amor por esos videojuegos de antaño con una trama de aventuras con mensaje, al más puro estilo Disney. Tiene dos partes muy diferenciadas dirigidas a un público diferente. Su primera parte (para mí la mejor) contiene numerosos guiños y muchísimas referencias al universo de los videojuegos (Ojo: algunas de estas referencias solo serán descubiertas por los más entendidos). 

Después, una vez que Ralph aterriza en otro juego más dulce y calórico, una especie de Super Mario Kart para chicas, la película se vuelve un pelín más convencional y se adapta a un público más infantil. ¡Rompe Ralph! se edulcora y se vuelve menos gamberra, las bromas -sobre todo las de su fiel amiga Vanellope se adecuan también a un espectador de menor edad. La verdad es que siendo sincera también disfruté como una enana con esta segunda parte, ya que visualmente es deliciosa, y contiene una par de escenas emotivas como solo la compañía del ratón Mickey puede hacer.


Crítica de ¡Rompe Ralph!

Vanellope es una glitch, pero no por eso menos válida

Mención aparte merece el apartado técnico. Los animadores, entre los que se encuentra una española: Lorelay Bove, han diseñado un trabajo vitalista, alegre y muy trabajado. Se han creado 188 personajes diferentes, mucho más que cualquier otra producción de Disney. El cuidado por el detalle es tal que hasta algunos personajes de 8 bits se mueven a un ritmo diferente, al estilo de aquellos primeros juegos de ordenador. Cada diseño está personalizado, así por ejemplo, la heroína del juego con similitud a Call of Duty, tiene los rasgos propios de un videojuego más moderno. 

En definitiva, Moore firma una estupenda película de animación superior a la propuesta de Pixar de este año, Brave, y que os dejará un sabor de boca de lo más dulce.

Lo mejor: Arregla Félix Jr, un personaje encantador con cierto aire al fontanero más famoso de Nintendo. La terapia de malos a la que asiste Ralph cuyo credo es: "Soy un malo y eso es bueno, jamás seré bueno y eso no es malo. Y no me cambiaría por nadie" Los muchos guiños que hay a la cultura popular, desde la Coca Cola, a los videojuegos clásicos, pasando por películas como Alien. El trabajo de animadores.Esa apuesta porque lo retro mola.
Lo peor: El mundo de Sugar Rush puede empachar un poco si no te gustan los dulces. Que algunos crean que solo es una peli para niños. El doblaje en español de Vanellope no me convenció.
Crítica de ¡Rompe Ralph!
¡Rompe Ralph!
*Fotos cedidas por Disney

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