Revista Fotografía

Curso de Fotografía (Capítulo 1)

Publicado el 14 febrero 2017 por Carlos

Pues qué mejor manera de empezar lo que espero que sea una especie de manual de consulta sobre fotografía que hablando sobre material fotográfico. Lo habitual sería empezar como suelen empezar todos los libros y/o cursos, que es hablando de historia de la fotografía pero, aunque todo conocimiento es bueno y a mi personalmente me encanta la historia (no sólo de la fotografía), quiero centrarme más en aspectos prácticos y dejar a gusto del lector el buscar información sobre la interesantísima historia de la fotografía en otros fueros.

Al lío…

¿Qué cámara de fotos comprar?

Pues bien. Los pasos para la elección de una cámara que yo seguiría son los siguientes:


¿Para qué voy a necesitar mi cámara?

Poniéndonos en casos extremos para subrayar la obviedad de la pregunta, no necesitas la misma cámara para hacer una foto de vez en cuando de tu bebé que  para irte con Jesús Calleja a subir el Everest. Hay que evaluar cuestiones cómo el tamaño, el peso, la resistencia… Puede que tengas una cámara estupenda con un sensor magnífico pero que, a la hora de la verdad, debido a su tamaño y peso suponga un engorro llevarte a tu viaje de 5 días a París y al final prefieras dejarla en el hotel.

¿Reflex, compacta, sin espejo… ?

Casi todas las personas (no profesionales) qué se compran una reflex se equivocan. Así de simple. Mi consejo es que si nunca habéis usado una reflex os compréis una barata. Inventándome un porcentaje ficticio diría que el 90% de los aficionados que se compran una reflex la van a usar en automático. Y, señoras y señores, una reflex en automático es una compacta cara e incómoda. La principal ventaja de una cámara reflex es la posibilidad de intercambiar objetivos que, a su vez, nos brinda la posibilidad de jugar con distancias focales y diafragmas lo que nos permitirá elegir perspectivas, profundidad de campo y demás aspectos de los que hablaremos más adelante. Si vamos a tirar en programas automáticos todo ese mundo de opciones desaparece, no haremos mejores fotos que con una compacta (o un móvil) y, lo peor de todo, no aprenderemos nada.

Dicho esto, ¿necesito de verdad una reflex? Si de verdad vas a intentar aprender fotografía sí, pero di adios al modo automático desde el principio. Una vez controles hablaremos de modos programados, automáticos y semiautomáticos.

Si definitivamente decides meterte en el mundo de las reflex… Dentro de este tipo de cámara hay dos tipos: con espejo y sin espejo. Básicamente, e intentando no profundizar demasiado, en una reflex con espejo (que es la de toda la vida) nosotros miramos por el visor al cual le llega la imágen “real” que entra a través del objetivo, rebota en el espejo que la manda a un pentaprisma que nos ofrece la imagen a través del visor. Vemos lo que ve el objetivo.

En los últimos tiempos, para complicarnos la vida (sarcasmo on), han surgido las cámaras mirrorless o sin espejo. Básicamente se trata de una simplificación del sistema reflex en el que el espejo desaparece y en vez de un visor óptico tenemos un visor digital; una pantalla. Como no quiero extenderme demasiado os invito a que busques en San Google los pros y los contras de cada sistema. Yo, a día de hoy, sigo apostando por la reflex tradicional, aunque una mirrorless con un buen objetivo puede dar resultados estupendos. Podría decirse que son unas compactas avanzadas de objetivos intercambiables.

De las cámaras compactas no voy ni a escribir un par de líneas. Cualquier smartphone es una buena compacta.

¿Qué marca es mejor?

En cuanto a marcas, hay mucha variedad. Habrá que sopesar no sólo lo que ofrezca un modelo concreto de una marca determinada si no también qué accesorios – entre ellos los objetivos – tiene cada marca.

Yo trabajo con Canon y hace algo más de un año necesitaba un cuerpo nuevo. Tenía la duda entre la 5D Mark III y la 6D. A priori para un profesional la 5d parecería la mejor opción; de hecho la 6d está categorizada por Canon como “cámara de aficionado”. Pero me puse a sopesar los pros y los contras de cada modelo y ver que me interesaba a mi para el uso que iba a darle, partiendo de la base de que la 5D MK3 valía por aquel entonces unos 2.600 € y la 6D 1.400 €. Aunque no era el precio en si lo que más me importaba, obviamente había que tenerlo en cuenta. Resulta que los principales puntos a favor de la 5D eran su mejor construcción y sellado contra las inclemencias, su velocidad de ráfaga mayor y, ligeramente, su mejor enfoque y una vida util estimada de 150.000 disparos. Mientras que la 6D ofrecía un rango dinámico algo superior, wifi, menor tamaño y peso, y una vida util estimada de 100.000 disparos.

Teniendo en cuenta que el uso mayoritario que le iba a dar esa cámara era la fotografía de eventos en la que ninguna de las ventajas de la 5d era realmente relevante. Si la diferencia de precio fuera de 200 € igual me lo hubiera pensado por su vida teórica util, pero a día de hoy un fotógrafo profesional, en mi opinión, no necesita una cámara a diez años vista.

¿Y los megapixels?

Los pixels – al igual que los hercios a la hora de elegir un procesador – son una cortina de humo comercial perfecta. A la hora la verdad lo que influye en como va a quedar una fotografía (siempre y cuando no vayamos a imprimir grandes carteles) es la calidad de el sensor, no la cantidad de pixels que tenga. Si se hiciera un sensor con la calidad de construcción de el de, por ejemplo, la Canon 5D MKIV en vez de con 30 millones de pixeles con 10 millones, la diferencia al ver una fotografía hecha con ambas sería prácticamente nula. Así que mucho ojo y qué no os engatusen con los números.

Aquí os dejo este “chorri-gráfico” para intentar que se os quede en la cabeza. Espero en el futuro aprender a hacer gráficos en condiciones…

Marca10% Megapixels50% Uso100%

Conclusión

En resumen. Sólo si quieres aprender y estás dispuesto/a a hacer el esfuerzo que conlleva dicho aprendizaje, cómprate una reflex (con o sin espejo). No gastes mucho en el cuerpo ya que se devalúan rápido y si luego no profundizas más en la fotografía, como le suele pasar a la mayoría, cuanto más barata sea la cámara que no usas, mejor. En el caso de tener un buen dinero que gastar, gástalo en un objetivo medianamente bueno y si al año y medio ves que tus conocimientos se ven limitados por la cámara le pones un lacito y a por tu segundo cuerpo.

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