Dame la mano
Dame la mano
ángel de las tenues luces
en esa madrugada vencida
a golpes de esperanza.
Trae aquí
el sutil aleteo
que prende la pluma.
Llévate
la fuerza que me arrastra
hasta el nido de las sombras.
Hazme olvidar
las agrias lluvias,
los años perdidos,
todo aquello que un día me grabaron a fuego en el pecho.
Carlos Gargallo ©