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De vuelta a casa

Publicado el 03 septiembre 2012 por Juanba69 @juanba_69
DE VUELTA A CASADe nuevo estamos por aquí. Con los pulmones todavía atiborrados del aire puro del Pirineo oscense, el corazón envuelto por la hospitalidad de las gentes de Lanuza y el estómago satisfecho con los deleites de la cocina aragonesa.DE VUELTA A CASAEs curioso, pero, por primera vez en unas vacaciones (la época de la infancia-juventud no cuenta), al día siguiente de pisar este pueblo situado a 1.284 metros sobre el nivel del mar, ya me había olvidado de esa crisis que otros han generado y nos la hacen sufrir, de los problemas del día a día del trabajo, de no saber cuántos meses más la empresa va a aguantar la situación creada por una "gente" (sic) que ni generan trabajo ni riqueza para el país… Todo, absolutamente todo, se borró de mi mente, y me dedique, junto a mi familia (gatas incluidas), y los amigos de Lanuza, a disfrutar.
DE VUELTA A CASAPudimos conocer, charlas, pasear con Angelines, cronista indiscutible de Lanuza y Jaca a través de su blog El Bosque de Trimbolera. También, por supuesto, trasteamos un poco con Bolo, su gato. Llegado a este punto, no puedo dejar de agradecerle el regalo de ese “sabroso” libro sobre “Alimentos y Gastronomía de Aragón”.
A través de ella conocimos, de primera mano, la historia de este pueblo que fue expropiado en su totalidad. Quedando totalmente vacío a principios de 1978.Afortunadamente, el agua sólo inundó las casas más bajas, y gracias al empeño de Marcos Grasa Pérez (marido de Angelines recientemente fallecido), y a todos los miembros de la Asociación de Vecinos de Lanuza, el pueblo volvió a “renacer de sus cenizas”. Hoy Lanuza es un claro ejemplo de cómo la voluntad de un pueblo, de su amor por su tierra, puede hacer realidad un sueño, un deseo. Quienes visiten Lanuza se encontraran con un pequeño pueblo de unas 42 casas en el que sus gentes, con mucho esfuerzo físico y económico (no les han regalado nada), han vuelto a levantar.DE VUELTA A CASAComo no hay esfuerzo sin un buen descanso y un suculento refrigerio, nada mejor que visitar Elfrondón. El goce está asegurado. Luís se encarga de satisfacer con simpatía y rapidez los deseos de los parroquianos que allí acuden. Mientras que David, en los fogones, elabora todos esos “bocados” que van a reparar nuestro estómago.
DE VUELTA A CASADE VUELTA A CASADE VUELTA A CASATienes la opción del restaurante con un muy interesante menú. Pero también, y esa es una tentación en toda regla, la de pedirte un “superbocadillo” barroco en la zona del bar. Cualquiera te deja satisfecho. Pero el de bacón, con queso y tomate, y un pan crujiente, no se puede resistir.
DE VUELTA A CASAVolvimos a encontrarnos con Marian y su marido Miguel. Conservábamos un recuerdo muy grato de ellos. Del hotel que regentan, La Casueña, situado en uno de los puntos más bonitos de Lanuza. A orillas del embalse, y bajo la presencia grandiosa de la Peña Foratata (2.341 metros).
DE VUELTA A CASADE VUELTA A CASADE VUELTA A CASAEsta más que claro que además de volver a charlar con ellos, había otro interés, esos platos que Marian prepara de una forma muy especial: Ensalada de salmón ahumado, mango y Muffin de zanahoria. Carpaccio de paleta ibérica y tomate rosado de Barbastro, con bizcocho de olivas negras. Borrajas, hongos y huevo poché sobre patatas trufadas. Crujiente de rabo de ternera con salsa de vino tinto. Merluza rellena de espinacas y gambas con salsa de mejillones, etcétera. Al tema de los postres habría que dedicarle una entrada en exclusiva.
DE VUELTA A CASADE VUELTA A CASAEl acento a esta cena lo puso Miguel, quien nos descubrió un blanco de Somontano elaborado con Garnacha blanca (70%) y Chardonnay (30%) de Bodegas Fabregas: Mingua 2011. Toda una revelación.
SALLENT DE GÁLLEGODE VUELTA A CASAA unos 3 kilómetros de Lanuza, más o menos, se encuentra Sallent de Gállego. Algo más grande, y lugar imprescindible para el aprovisionamiento de todo tipo de alimentos y beborios.
DE VUELTA A CASALos viernes, en la plaza, hay mercado, con unas frutas y verduras que resultan difíciles de resistir, sobre todo ese delicioso tomate rosado de Barbastro. El resto de días, la tienda de Lola, con su peculiar exuberancia verbal, nos suministraba lo que necesitábamos.
Todos, o casi todos los días, había una visita obligada a La Tahona de Roxana a primeras horas de la mañana. Desde lejos, antes de llegar, ya se notaba el olor a pan recién hecho. Probamos prácticamente todas las variedades que elaboraran, y todas fueron merecedoras de elogio. Además de los panes, no hay que olvidar esas ensaimadas, croissant o la típica Trenza de Almudévar.DE VUELTA A CASADE VUELTA A CASADE VUELTA A CASAAlgún día subíamos a Sallent de Gállego a comer o cenar, dejándonos caer en el Restaurante Garmo Blanco: muy buena elaboración y mejores precios. DE VUELTA A CASADE VUELTA A CASA

OLORON STE. MARIEDE VUELTA A CASAComo la frontera francesa estaba a unos 17 kilómetros de Lanuza, solíamos acercarnos a veces para adquirir miel, confitura o quesos del Val d’Ossau. De paso, una vez por allí, resultaba tentador alargarse un poco más por aquellas tierras y llegar hasta Oloron Ste. Marie (a unos 80 kilómetros de Lanuza), y disfrutar de su paísaje y, ¿por qué no? De su comida. El Restaurant Les Instants Gourmands (Place de la Resistance, 3) sería una buena recomendación. Pequeño, buen trato, interesante elaboración de los platos que algún día intentare (a mi manera) reproducir y, ¡muy importante!, un precio muy acorde con los tiempos.
DE VUELTA A CASADE VUELTA A CASADE VUELTA A CASADE VUELTA A CASA
Ahora, ya de regreso, toca “A la busca del tiempo perdido”, pero no en plan del pesado de Marcel Proust. Ya se que algunos pondrán el grito en el cielo por esta afirmación, pero esto es lo que hay. Me gusta recuperar el tiempo, sin necesidad de mirar atrás, pero no soporto a Proust.
DE VUELTA A CASADE VUELTA A CASAPodéis ampliar la información en otros blogs de la “family”:
CHIC SOUFFLÉ
NOT HEMINGWAY’S SPAIN

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