Revista Literatura

De vuelta al gimnasio

Publicado el 10 septiembre 2017 por Emiliomolinar @EmilioMolinaR
De vuelta al gimnasio
Mañana vuelvo al gimnasio tras poco más de un mes de dedicación exclusiva a ejercicio aeróbico con el objetivo, casi plenamente conseguido, de terminar de perder el peso y volumen abdominal que el sedentarismo provocado por la necesidad de permanecer largo tiempo en casa, además de ciertos malos hábitos ya erradicados, me habían hecho ganar en poco tiempo. Ha llegado pues el momento de rematar la faena y, por supuesto, de mantener todo lo conseguido y si es posible mejorarlo, aunque a mi edad tampoco debo obsesionarme con ello...
Aunque resido por fortuna en una zona muy próxima a diversas instalaciones deportivas a las que se puede acceder gratuitamente en algunos casos, muy buenas para ir a correr o practicar ejercicios tradicionales (flexiones, abdominales, etcétera), lo cierto es que prefiero el ambiente de un gimnasio para todo lo que se refiere a trabajar el cuerpo en volumen y fuerza o tonificación, dependiendo de lo que se busque. En mi caso siempre he querido tener un equilibrio, es decir, ganar músculo pero al mismo tiempo continuar delgado, pues es como mejor me siento. Nunca he tenido intenciones de convertirme en un armario andante ni creo que lo pudiera conseguir, dada mi propia genética y otros factores que hacen dicha tarea casi imposible.
Mi objetivo deseado, y sé que apunto bastante alto aunque tampoco estoy tan lejos como podría parecer, sería un físico sino igual al menos próximo al que tenía, por ejemplo, el malogrado Bruce Lee: pequeño pero fuerte, fibrado, ágil, rápido y resistente. Tal vez se me haya pasado un poco el arroz, ya que este año cumplo 40 y el ya estaba mucho mejor que yo con 33 pero, aparte de medir y pesar casi lo mismo, ya cuento con una base que solo es necesario ir puliendo hasta donde sea posible hacerlo.
Mi rutina es de tres días a la semana, en los que entreno con diversos ejercicios todos los grupos principales de músculos. Suelo entrenar dos por día, distribuidos de la siguiente manera: pecho y triceps, espalda y biceps, y finalmente hombros y piernas, con tres o cuatro ejercicios diferentes para cada zona. A eso hay que sumar series de abdominales y lumbares más un poco de cardio, normalmente en cinta, para finalizar las sesiones. Como todo, al principio se puede hacer duro, más si no estás acostumbrado a ejercitar el cuerpo a diario, pero cuando se coge el ritmo se lleva muy bien y los primeros resultados no tardan en llegar.
A todo esto yo sumo los largos paseos que suelo dar en los días que no empleo para entrenar y que también son una forma de hacer ejercicio muy recomendable, en especial si se eligen rutas en las que haya que subir y bajar pendientes y/o escaleras que aumentan la intensidad. En lo único que siempre he fallado en lo que se refiere al cuidado del cuerpo es en la nutrición pero dentro de mis limitaciones hago lo que puedo y también ello me ha ayudado bastante. En este aspecto seguro que la mayoría de vosotros lo tendrá mucho más fácil que yo.
Permitidme que os dé unos consejos a quienes, si habéis llegado hasta aquí, os haya entrado el gusanillo de poneros en buena forma física. En primer lugar, y como dije al principio, no hay que obsesionarse con llegar a niveles demasiado altos a no ser que el objetivo sea convertirse en culturista, cosa para la que hace falta dedicación total y mucho, mucho sacrificio. Yo me dirijo a quienes solo buscan mejorar su forma física para no tener que sufrir cada vez que hagan algún esfuerzo mayor de lo habitual. Por otro lado, no confiéis en lo que muchos prometan en materia de "dietas milagro" ni "nuevas formas de ejercicio" con resultados rápidos sin apenas esfuerzo. Es posible que haya personas a las que les pueda en cierta forma funcionar pero ello no significa que valga para todo el mundo y la frustración que produce ver que no se consigue lo que se busca es el camino más fácil para abandonar. Lo mejor que existe es el ejercicio clásico, con o sin máquinas o pesas, pues se adapta a todos los cuerpos y todos los ritmos de trabajo independientemente de la persona que los practique. Por algo lleva haciéndose de esta forma desde hace un montón de tiempo y así seguirá...
Quiero finalizar este post invitando a todo el que me lea a seguir este camino que, como cualquier otro, tiene sus momentos difíciles pero que, una vez superados, también da muchas alegrías y llena de orgullo a quienes tienen la fuerza, la voluntad y, sobre todo, la constancia de seguir día a día sin que nada les aparte de él. Como siempre, os he hablado desde mi propia experiencia y con toda sinceridad, y me haría muy feliz saber que he conseguido motivar a algunos a abandonar el sedentarismo y la inactividad en pos de una mejor salud y calidad de vida, y a otros a no cejar en el empeño y continuar mejorando, sea cual sea la meta que se persiga al respecto.

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