Debilidad por la nobleza.

NOBLEZA: cualidad de noble.

NOBLE: preclaro, ilustre, generoso. Singular o particular en su especie, que aventaja a los demás en sus cualidades. Honroso, estimable. (RAE)

Traigo a colación este sustantivo (mi debilidad en su cuarta y quinta acepciones), porque tal vez sea una de las virtudes que más valore en un hombre. También en una mujer, pero hoy me detendré en el primero, en un alarde de futurista igualdad. El hombre noble, para mí, es tan raro como valioso en el mundo de los negocios, de las sociedades, de las hermandades, y de las amistades. Por fortuna, he conocido a señores -son los únicos que merecen este apelativo- de una nobleza sublime, que menguan y hasta eclipsan a lobos de manada adulterada, a charlatanes de ferias antiguas, a delincuentes comunes de la malicia, y a violadores de la inteligencia y el sentido común. Ellos, los nobles, compensan de todos los patanes y ruines existentes en un imaginado inventario masculino y, por tanto, son dignos de mención.

Recuerdo, así a memoria alzada, a un cuñado llamado José Luis; a un socio llamado Fernando, a otro más reciente sabido Carlos, a un amigo de vida titulado Manuel, a otro amigo maravilloso nacido Salvador, a un marido increíble como es Juanjo; a más de un Javier, a más de un José Antonio, a más de un Manuel,  José Juan, José Vicente, Diego, Jesús, y algunos otros que me perdonarán por no dejar aquí sus nombres, porque ellos sabrán hacerlo con la mejor de sus sonrisas. Son nobles, no lo olvidemos.

En honor de todos dejaré algunas citas que resumen su importancia: esa que ellos, nobleza obliga, se niegan. De los otros, de los malos, los injustos y egoístas, los vanidosos y orgullosos, los errados y los viles que hablen -quiénes si no- sus madres…

–“El noble solo busca la verdad, y no se aferra con ciega obstinación a su criterio”. (ANALECTAS, Confucio).

–“El noble no se desentiende de sus semejantes”. (LOS CUATRO LIBROS, Confucio).

–“La amistad es la relación más noble que puede haber entre los seres humanos”. (EL ÚLTIMO ENCUENTRO, Sándor Márai).

–“No habrá paz sin verdad, ni amor sin nobleza”. (Miguel Abuelo).

–“La verdadera nobleza es caminar toda la vida con pasos que salen del corazón, que tus actos estén de acuerdo con tus ideas, aunque el precio sea alto”. (Rosa Montero).

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