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Decir lo que hacemos, hacer lo que decimos

Publicado el 21 enero 2013 por Papadigital @papa_digital_
Decir lo que hacemos, hacer lo que decimos

Decir lo que hacemos, hacer lo que decimos

21 de enero de 2013 by Papá Digital

Ya comenté anteriormente que estamos en un grupo de crianza y las sesiones son siempre interesantes y productivas. En la última reunión se trató una cuestión que, de nuevo, una vez hablamos de ella nos parece obvia, pero que no pensamos en ella habitualmente. Se trata de comunicar a nuestros hijos cuales son nuestras intenciones, verbalizar en la medida de lo posible lo que vamos a hacer.

Decir lo que se hace, hacer lo que se dice

Foto de R’eyes distribuida con licencia CC-BY-2.0

La idea es no tratar a nuestros hijos como muñecos que manipulamos a nuestro antojo, por eso debemos comunicar lo que vamos a hacer. Y puede que manipular suene fuerte por la carga ideológica que conlleva, pero no contar con la su opinión, gustos, apetencias, los convertirá posiblemente en dependientes e iniciaremos un camino para anular su voluntad.

Recién nacidos, nuestros hijos, no oponen resistencia a nuestros actos, podemos bañarlos, cambiarles el pañal sin encontrar oposición. A veces caemos en la tentación de mecanizar estas acciones. La prisa, la falta de tiempo, nos lleva a no contar con ellos para tareas que en su escala son muy importantes y tratarlos como si no fueran sujeto de derechos, como si fueran menos persona que los adultos. Según van creciendo, su voluntad se va manifestando y cada vez se hace más necesario contar que vamos a hacer y buscar su colaboración, pero puede que nos demos cuenta tarde.

Verbalizar las acciones, decir lo que hacemos, cumple un triple propósito. Por una parte, nos ayuda a estar en el lugar en cuerpo y mente. Nos hace poner atención en lo que estamos haciendo y de esa forma dedicarle nuestro tiempo de forma plena y no como un trámite. En segundo lugar, favorece la cooperación de nuestros hijos y el establecimiento de hábitos basados en la confianza (va a suceder lo que te estoy contando, sin sorpresa). Y en último lugar, estimula la implantación del lenguaje.

Y si estamos hablando de que debemos decir lo que vamos a hacer, es importante recordar que nuestra palabra, para cualquiera, pero para nuestros hijos especialmente, debemos mantenerla por integridad, coherencia en los mensajes que damos. Hacer lo que decimos es necesario para que nuestros hijos confien en nuestra palabra. Y mantener así una relación sana y fluida.

Las reflexiones que comparto en este artículo son personales, no pueden ser tratadas como una verdad científica, ni como un estudio académico. Se trata de conclusiones, personales como digo, tras encontrarnos un grupo de padres y madres preocupados por la crianza de nuestros hijos. Y son reflexiones que comparto para iniciar un debate que beneficie a todos, pero sobre todo a nuestros hijos y la relación que mantenemos con ellos.


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