Revista Literatura

Definiendo nuestro sufrimiento

Publicado el 02 noviembre 2017 por Lachicadelte
A veces me quedo sin guía cuando navego por el mar del pensamiento, especialmente cuando éste se vuelve oscuro y tenebroso. La necesidad de luz para cerrar círculos y comprender ciertos resortes mentales y comportamientos humanos se hace insoportable, y cuando quiero comenzar a escribir y analizar lo que está ocurriendo dentro de mi cabeza, me encuentro sin herramientas léxicas. Y es entonces cuando abro el diccionario.
Definiendo nuestro sufrimientodecepción
   nombre femenino
 Pesar causado por un desengaño
Desde siempre he utilizado las palabras decepción y desengaño indistintamente, como si de sinónimos se tratara (y puede que lo sean), pero tienen connotaciones diferentes. Según esa definición, una cosa es consecuencia de la otra... ¿Quién no se ha sentido así con algo o alguien alguna vez en su vida? Nos desengañamos, nos decepcionamos, sufrimos, nos sacudimos el polvo y volvemos a la carga. Sin embargo, no dejo de preguntarme por qué es necesario tanto sufrimiento: por qué se producen estos desengaños y qué nos lleva a decepcionarnos con los demás. ¿Es consecuencia de unas desmesuradas expectativas por nuestra parte? ¿Es legítimo esperar algo de los demás? Cuando una persona da lo mejor de sí misma supongo que espera algo parecido a cambio. Si lo que se obtiene desinterés e indiferencia, se produce el desengaño.
desengaño
   nombre masculino   Pérdida de la esperanza o la ilusión, especialmente de conseguir  una     cosa que se desea o al saber que algo o alguien no es como se creía
Interesante... Pérdida de la esperanza o ilusión. Ergo a esto le sucede la decepción, con su consiguiente pesar y sufrimiento. Pero entonces, ¿el desengaño tiene origen en las insatisfacciones? Pienso que en toda relación humana siempre encontraremos algún punto de insatisfacción que aflora, que puede ser propia, residiendo en nuestro interior, o ajena, proyectándose sobre los demás. Y a veces ambas cosas ocurren al mismo tiempo, vertiéndose sobre los demás cuando nos sentimos frustrados por algo o con alguien. ¡Frustración! Otra palabra para analizar...
frustración
   nombre femenino   Imposibilidad de satisfacer una necesidad o un deseo. Sentimiento de       tristeza, decepción y desilusión que esta imposibilidad provoca 
De nuevo aparece la palabreja... decepción. Entramos en un círculo difícil de desgranar. Frustraciones, desilusiones, desengaños, decepciones... ¿Qué da origen a todo? ¿Cuál es el mecanismo íntimo por el que se generan estos procesos? Pienso que las frustraciones tienen un origen interno, es decir, surgen dentro del propio individuo, debido a conflictos del pasado que no se han resuelto correctamente y afloran cuando el individuo se siente más vulnerable. Porque al fin y al cabo, según esa definición, la frustración tiene que ver con necesidades y deseos, y el sentimiento que provoca no verlas realizadas.
Después de este viaje léxico me doy cuenta de que la mayoría de los conflictos los genera el propio individuo en su interrelación con los demás, de manera que se acaban exteriorizando. Pero su origen está en nosotros. Sin embargo, polarizar las relaciones humanas hasta hacerlas asépticas puede que tampoco solucione nada... o puede que me equivoque. Estar por encima del conflicto entre lo que se desea y lo que se tiene es uno de los caballos de batalla de la mayoría de religiones. Pero hacernos totalmente desapegados, sin esperar nada de los demás, ¿es realmente útil? ¿En qué punto de equilibrio debe encontrarse una relación para que no se genere sufrimiento debido al incumplimiento de las expectativas?
Como siempre, demasiadas preguntas en el aire... esperando una respuesta. Tomar y dejar ir, como he apuntado en alguna otra entrada de este blog, es algo que debemos entrenar en nuestra vida. Aprender a tomar a las personas tal como vienen, supongo, sin exigir que sean de una determinada manera. Sin exigir que actúen de una determinada manera. Permanecer abierto mentalmente, y dejar fluir.
Sin embargo... ¿qué ser terrenal habrá sido capaz de llegar a tal estado de Nirvana?
¡Nos vemos en el próximo té!
Definiendo nuestro sufrimiento

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