Dejame que dude de estas servilletas

No limpian, solo trasladan la grasa, cambian la mugre de lugar. Tan simple como eso. ¿De quiénes estamos hablando? De las servilletas de heladería y pizzería. Uno de los fraudes más grandes de la historia de la humanidad.

Desconocemos el origen de las mismas. Las malas lenguas dicen que se crearon un día de lluvia (esto justificaría el hecho de su impermeabilidad) pero la realidad es que sólo sabemos que tienen el don de amontonar y trasladar la grasa o pegote dejándola en otra parte de tu cuerpo. Con lo cual es necesario acudir al baño a lavarse las manos constantemente.

Básicamente, no sirven para nada. Es el peor uso que se le puede dar al papel, la peor tragedia para un árbol: dar la vida por estas servilletas (el mejor honor sería convertirse en una hoja de calcar. ¿Se acuerdan de las hojas de calcar? Uuuh, qué masa!).

Un estudio realizado por el equipo de investigación de RCC dice que cuando se visita una heladería o pizzería se utiliza un promedio de 20 de esas servilletas por persona (acá también influye lo adictivo que es sacarlas del servilletero, siempre tratando de que salga una y no agarrar cuatro a la vez).

Situación hipotética: Heladería un domingo cualquiera.

Público estimado: 200 personas que asisten entre las 11am y las 11pm.

Resultado: Si el promedio es de 20 servilletas por persona, en ese día 200 personas equivaldría a un total de 4.000 servilletas!

Conclusión: Creemos que hay una mafia negra detrás de la venta de tales servilletas, porque no hay otra manera de comprender dicho gasto INNECESARIO. O por lo menos alguien está lavando plata, no sé. Lavando en el sentido metafórico porque la plata no queda limpia, como tus manos tampoco después de usar estas servilletas.

Como sabemos que esta es una problemática que nos afecta directamente a los concurrentes de heladerías y/o pizzerías desde este humilde espacio proponemos 3 posibles soluciones para la abolición de estas inservibles servilletas:

1. Que en vez de esas servilletas que obviamente no limpian nada, en cada mesa se deje un rollo de servilletas de cocina. De esos que usas en tu casa cuando sacás las milanesas de freír y que absorben como locas, al palo.

2. Que haya un repasador por mesa; acá se debería invertir en personal que esté constantemente lavando y secando repasadores; para que estén en perfectas condiciones de uso. También los repasadores podrían estar húmedos para mayor frescura.

3. Que cada persona tenga siempre un paquete de pañuelitos ya que en estas ocasiones pueden ser de mucha utilidad.