En el jardín, el viento mece los columpios herrumbrados por la lluvia y el tiempo. El vacío instalado en sus asientos hace que el silencio chirríe estridente, llorando la ausencia de aquellos niños que nunca llegaron.
Revista Talentos
Despojados de aquella luminosa esperanza, huérfanos de aquella anhelada algarabía, los días no amanecen.
En el jardín, el viento mece los columpios herrumbrados por la lluvia y el tiempo. El vacío instalado en sus asientos hace que el silencio chirríe estridente, llorando la ausencia de aquellos niños que nunca llegaron.
En el jardín, el viento mece los columpios herrumbrados por la lluvia y el tiempo. El vacío instalado en sus asientos hace que el silencio chirríe estridente, llorando la ausencia de aquellos niños que nunca llegaron.