Despedida de un grande:

Esta periquita se siente hoy triste y emocionada.

Triste porque se nos va a Grecia nuestro queridísimo Moisés Hurtado.

Emocionada porque sus palabras de despedida no son otra cosa más que la confirmación de la gran persona que es dentro y fuera de los terrenos de juego. Por eso, hoy, os traigo su carta, la que nos ha dedicado a todos los que nos sentimos, como él, pericos de corazón.

Que te vaya de maravilla en tu nueva aventura helena, Moi. Sé feliz y rompe todas las estadísticas positivas de la liga futbolera griega.

Hasta siempre, Moisés. Te estaremos esperando con los brazos abiertos. Vuelve cuando gustes a nuestra casa blanquiazul. Te queremos.

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Carta de despedida de Moisés Hurtado

Ésta es una carta de agradecimiento más que de despedida. Una carta muy meditada y con muchos recuerdos: el primero de todos cuando llegué a las oficinas de Sarrià hace casi 18 años para firmar por la que sería mi casa y mi vida durante tantos años. En ese tiempo he conocido cientos de compañeros de los que llevaré siempre conmigo en categorías inferiores o un paso por el Eibar (club al que siempre estaré agradecido), que me dio la oportunidad de volver a mi casa y poder trabajar por el club de mi vida. Una Copa del Rey, una salvación en el último segundo (gracias Coro). Una final europea. Un final de temporada de récord cuando parecía que todo estaba perdido...y es que en este club nunca han valido las medias tintas. De ahí que seamos ‘la força d'un sentiment', y así lo he vivido todos estos años con sentimiento, pero sobre todo con honradez, dignidad y dando todo por el grupo y por mis compañeros, que para mi han sido y serán lo más importante.

Quiero dar las gracias a todos y cada uno de los trabajadores con los que he tenido la suerte de compartir grandes momentos, gente que no aparece nunca pero que son el motor de este club y, en general, a esta familia que me ha formado como persona y como jugador y me ha dado unos valores que siempre llevaré conmigo.

También quiero dar las gracias a los medios de comunicación que, aunque a veces tenemos intereses opuestos, siempre procuré tratarlos justamente y estar disponible para ellos.

Agradezco el apoyo incondicional de todos los pericos como yo y, muy especialmente, en un momento como fue la vuelta de Glasgow (cómo me recibieron con los brazos abiertos cuando estaba destrozado). Aquel día supe que siempre podría confiar en esta gente que demostró estar a mi lado no sólo en los éxitos, sino también cuando vienen mal dadas.

Y cómo no, a todos y cada uno de mis compañeros sin los que no hubiera podido ser tan feliz como he sido en este vestuario. Se merecen lo mejor y espero que les ayudéis a conseguir muchos éxitos porque, antes que futbolistas, son personas espléndidas y, aunque muchos no lo crean, eso también gana partidos. Y gracias a eso hemos podido superar, nunca olvidar, un año como el pasado, el más duro que me ha tocado vivir. No nos olvidaremos nunca, allí donde quieras que estés, te llevaré dentro de mi. Tú ya lo sabes. Tampoco de tu familia, tu mujer Jessica y tu hija, Martina.

Nunca pensé que me tocaría escribir esta carta. Está claro que en el fútbol todo pasa muy deprisa. A veces, demasiado. Doy gracias por tener la familia que tengo a mi lado, a mis fieles amigos (me costará mucho estar lejos de vosotros así que visitadme de vez en cuando...) y, especialmente, a mi pareja a la que doy las gracias desde aquí, por sacrificar parte de su vida para seguirme en mi nueva aventura.

Para acabar, solamente espero que esta despedida sea un hasta pronto. Me voy después de pasarlo muy mal estos días y de muchos dolores de cabeza, pero creo que es lo mejor para todos (además, Atenas y los griegos me están demostrando ser fantásticos). Por lo demás, aquí tenéis un amigo para lo que queráis. No os desearé éxitos porque creo que es una palabra sobrevalorada y que para cada uno el éxito es relativo. Solamente, que sigáis siendo como sois, que apoyéis a muerte a mis compañeros que han sufrido como yo, y que sigáis sintiendo estos colores como lo habéis hecho todos estos años. Gracias y hasta pronto.