Día 16: Rodeadas de Selva Valdiviana

Con mis amigas de aventuras nos pusimos de acuerdo para ir al Parque Oncol para el feriado del 21 de mayo; días antes intentamos buscar info respecto al transporte y algunos datos útiles, pero al final solo la suerte y la gente de las localidades nos ayudaron. Llegamos a las 09:30 de la mañana para tomar el supuesto bus de las 10 que iba a Curiñanco desde Valdivia, que al final paso a las 10:30 por ser feriado.  Tomamos la ruta más larga para llegar. Nos fuimos rodeando la costa, pasamos por Niebla-Los Molinos-San Ignacio-La Misión-Curiñanco hasta el cruce para ir a Bonifacio (aquí nos dejo el bus, de ahora en adelante a caminar). Sin duda fue la mejor mañana, el día estaba hermosa y todo hacia un efecto  impresionante en el mar. El camino tiene bastante subida, es estrecho con muchas vueltas cortas que se sientes como una montaña rusa, sí el bus en el que vas es grande y viejo.

A las 11:40 estábamos avanzando por  la localidad de Bonifacio para llegar al camino que va Pilolcura. 4kms. de  subidas y bajadas, en una ruta de ripio que por ambos lados la rodean árboles y un silencio eterno. Tenemos que agradecerle a las señoras que nos encaminaron. Al llegar al cruce seguimos a mano izquierda hacia Pilolcura hasta llegar al próximo cruce donde se sigue por mano derecha en un camino que va directo al parque. Al fin estábamos cerca solo debíamos seguir derecho hasta llegar a la entrada. Cuando estábamos pagando nuestros tickets todo el cansancio desapareció porque teníamos la parte mas incierta lista. La entrada sale $1000 estudiante y $3000 adulto, ahí nos dijeron que tienen servicio de cafetería y camping.

A las 13hrs comenzamos a subir por el sendero Oncol, que es mas extenso y hermoso. Caminar entre la flora y fauna es una experiencia gratificante. El camino cubierto de hojas húmedas en escala. Los cantos de los pajaritos que rara vez logras visualizar. El sonido del barro. Pasar por entremedio del bosque de canelos y tepas. Descansar abrazada a una gran Meli (Luma Blanca). Guardar silencio para no interrumpir a la naturaleza. Pasar a visitar al abuelo Tineo. Llegar a la cima donde encuentras dos miradores y la torre vigía que nos muestran bosques sumergidos, quebradas que descansan en el río cruces, el hermoso océano y la cordillera entre la selva valdiviana.

abuelo Tineo

Y de despedida un hermoso comienzo  de atardecer en la costa de Pilolcura. Un día mágico gracias a las bellezas naturales de la Selva Valdiviana. Ahora a caminar para regresar a Valdivia. Bueno, eso pensamos hasta que un hombre nos dijo que teníamos 28kms por delante para regresar a casa. Después de escuchar eso nos hicimos las valientes y seguimos rogando que pase un auto o cualquier cosa que avance por nosotras.