Días de relajación

Cuatro días me han hecho falta para relajarme y olvidarme de todas mis responsabilidades.
Hora y media de viaje he necesitado para recordar todo lo que necesitaba.
Puede pasar el tiempo y su tic tac punzante todo lo que quiera, que yo seguiré cambiando de camino a veces sí, a veces no.
Tal vez debería dedicarme al mundo de los sueños, donde ahí hay que ser bueno para no despertar.
Porque la vida es sueño, y los sueños, sueños son.