Revista Talentos

Dos versiones del retrato

Publicado el 04 noviembre 2014 por Pablo Ferreiro @pablinferreiro

 Dos versiones del retrato


Versión 1:
Dos versiones del retratoRobert tomó su copa y la estrelló contra la pared, el brandy arruinó el retrato de la siempre impoluta Bernardette.  Mr Johnson había sido categórico: “Su mujer lo engaña, no con uno ni con dos sino con casi todo Newport”. Robert sacó de su bolsillo las libras correspondientes al pago del investigador, las dejó caer al suelo y le pidió que se marchara. Encendió un cigarrillo, se desplomó contra el sillón apelotonado por el tiempo y por Stevens, el gato. Las imagenes comenzaron a pasearse por su cabeza, el roce de los labios de Bernardette en el primer beso, el verano en la casa de Bournemouth, el departamento en George st, los primeros pasos de Ana, el Shepherd's pie, el amanecer filtrado por la ventana cada domingo, el amor jurado. Su respiración se agitó, los mareos no tardaron en llegar, la situación lo sobrepasaba. Maldijo la sospecha que lo llevó a contactar a Johnson. Ojalá nunca hubiera encontrado la carta del detestable Cliff Aupsburn. Esa carta arruinó su vida, Cliff arruinó su vida, el eternamente tuyo arruinó su vida. Tomó la carta y la releyó una vez más “Cuando caminas por los jardines con ese vestido floreado que deja ver tus muslos” Cada palabra era una puñalada. La respiración que se agitaba comenzó a faltar. La ultima frase fue “dejemos todo, déjalo todo”. Allí los ojos de Robert se cerraron para siempre, Stevens subió en su regazo y se acomodó en su estómago. Así fue cómo lo encontró Bernardette al llegar de su clase de pintura. Bernardette lloró, la culpa se apoderó de ella. Le hubiera gustado saber antes que Robert leyó esa carta, le hubiera gustado explicarle que la guardaba desde sus épocas de estudiante. Le hubiera gustado que supiera que Johnson no era Johnson sino Cliff, que intentó abusar de ella, que era un embustero, que ella nunca hubiera hecho algo así, que ella siempre lo iba a amar. Bernardette llamó a la policía, por suerte Ana no había llegado de la escuela.
*Palabras de Claude Stocks, hijo de Ana, en la inauguración de la exposición de arte, en homenaje a su abuela, “El ultimo día de Robert”  

Versión 2:

Bernardette era una cualquiera, Robert era rico. Mientras él tomaba té con hombres cercanos a la corona, ella se acostaba con todo Newport. Bernardette nunca tuvo talento, por ello mató a Robert envenenando el cordero con el que hizo su Shepherd's pie aquel mediodía. Luego ella dijo a la policía que fue un ataque al corazón causado por el cigarrillo y el Alcohol. El cuadro ella ya lo había pintado, pintado es una forma de decir ya que su profesor de pintura realizó casi todo el trabajo mientras ella yacía en la cama llena de traición.  Este cuadro no es más que una aberración de la pintura, sólo que con el dinero que Bernardette heredó de Robert al morir sumado a las influencias que ella tenía debido a sus  revuelcos con todo Newport y Bournemouth llevaron a que se volviera una reliquia del arte. Mi abuelo descubrió esto cuando encontró a Bernardette acostada con mi abuela, trató de advertir a Robert pero él hizo caso omiso y mandó a deportarlo de las islas.

*Palabras de John Aupsburn en Brinsbane en un acto callejero en desagravio a su abuelo llamada “La verdad sobre el retrato de Robert Stokes”

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