Revista Talentos
De una belleza indescriptible, ella sabía que su libro lo cambiaría todo. También, conocía el precio a pagar. No le importaba en absoluto. A fin de cuentas, se uniría a los más grandes autores universales, a los que siempre consideró auténticos maestros. Así, completó su obra firmando en mayúsculas: Anónimo.