Mientras volvían a casa suplicaba a su mujer que le perdonase por intentar deshacerse de la cinta de correr que ella le había regalado.
Revista Talentos
Era noche cerrada cuando sacó el pesado bulto del maletero. Al arrastrarlo oyó que gritaban su nombre y un halo de luz le iluminó la cara.
Mientras volvían a casa suplicaba a su mujer que le perdonase por intentar deshacerse de la cinta de correr que ella le había regalado.
Mientras volvían a casa suplicaba a su mujer que le perdonase por intentar deshacerse de la cinta de correr que ella le había regalado.