Publicado por Javier Serrano en La República Cultural:http://www.larepublicacultural.es/article5002.html
Título: El decrecimiento explicado con sencillez
Autor: Carlos Taibo (Ilustraciones de Pepe Medina)
Editorial: Los Libros de la Catarata
Primera edición: 2011
Formato: 13,5x21 cm, 136 páginas
ISBN: 978-84-8319-593-2
Carlos Taibo, profesor de Ciencia Política en la Universidad Autónoma de Madrid, firma este ensayo, una interesante y didáctica introducción al "decrecimiento", ilustrado con viñetas humorísticas de Pepe Medina. El concepto quizá suene nuevo para algunos, si bien es una idea sobre la que ya se lleva trabajando en otros países, y que ahora, debido a la crisis económica de una parte importante del planeta, no está de más recordar.El sistema capitalista en el que nos hallamos inmersos (y cuyas reglas hemos interiorizado hasta el punto de hacerlas incuestionables) se caracteriza en esencia por ir siempre a más, a producir más, a consumir más, y asociándolo a la idea de que a mayor consumo, mayor felicidad. El decrecimiento parte justamente de la idea contraria: ir a menos, es decir, producir menos y consumir menos (solo lo que realmente se necesita).Carlos Taibo desmonta una serie de falsos mitos sobre el capitalismo que mucha gente da por sentados. Así, afirma que el crecimiento económico no siempre genera cohesión social y no siempre crea puestos de trabajo. Por contra, el crecimiento tiene importantes "daños colaterales": daños sobre el medio ambiente muchas veces irreversibles; agotamiento progresivo de los recursos; desarrollo del Norte a partir del expolio del Sur; modo de vida esclavo y alienante: seremos más felices cuantas más horas trabajemos, más dinero ganemos y más bienes podamos consumir.Aparte de los ya mencionados, el autor nos habla de los grandes problemas de principios del siglo XXI: el endurecimiento de las condiciones laborales, con el beneplácito de los sindicatos y gobiernos de turno; la ampliación de la brecha Norte-Sur y, en general, de la brecha ricos-pobres; y el cambio climático.Taibo nos muestras algunas propuestas de otros autores del decrecimiento, como el gurú Serge Latouche, Sonia Savioli, o John Zerzan y su anarcoprimitivismo. Proposiciones a nivel colectivo: reivindicación de una vida social en oposición a una vida competitiva; desarrollo de un ocio creativo; establecimiento de una renta básica de ciudadanía; reducción del tamaño de muchas de las infraestructuras productivas, administrativas y de transporte; recuperación de la vida local frente a la globalización; descentralización y descomplejización; vida rural frente a las megalópolis; democracia directa y autogestión; reducción del tiempo de trabajo y reparto de este; reducción del tiempo de consumo y rechazo de la dictadura consumista; reducción de la actividad de importantes sectores (aeronáutica, automóvil, construcción y publicidad)… El desempleo derivado de algunas de estas medidas se colocaría en nuevos sectores creados. El decrecimiento también es aplicable a lo personal, donde se preconiza la sobriedad y la sencillez voluntarias, y se reivindica la idea de "lentitud".El autor hace un repaso a cómo el decrecimiento se ha venido aplicando ya a lo largo de la historia: en el movimiento obrero; en la economía de cuidados aplicada básicamente por mujeres sobre niños y ancianos; en la familia; en la vida rural de nuestros abuelos; y en muchos de los pueblos del Sur del planeta. El concepto formal de Decrecimiento habría que situarlo en Francia e Italia, aunque es en muchos países anglosajones donde se ha llevado a la práctica, a través de las transition towns, ciudades en transición, que se proponen reducir el consumo energético y propiciar el desarrollo local. El decrecimiento, en su rechazo frontal del capitalismo, reúne algunas de las ideas básicas de los movimientos de izquierda, del sindicalismo, del anarquismo y del ecologismo, y pretende ir más allá.En cuanto a cómo llevarlo a la práctica, los decrecentistas dan algunos consejos: reducir los niveles de consumo; reducir los desplazamientos innecesarios (la bicicleta y el caminar frente al uso del automóvil); huir de la televisión y de la radio, y de su publicidad perniciosa; comprar productos generados en las cercanías; compartir ciertos bienes y servicios con los vecinos; fomentar el reciclaje; rehuir el sistema bancario y cualquier forma especulativa; abrir nuevos espacios de autonomía que reduzcan la dependencia…Carlos Taibo también menciona (y lo hace de una manera didáctica donde menudean las pequeñas historias y los ejemplos) otros temas relacionados, como el de huella ecológica, o superficie (terrestre pero también marítima) necesaria para mantener las actividades económicas actuales, la falsedad de las grandes cifras y lo engañoso del PIB, una crítica a la tecnología salvadora, el aumento insostenible de la población en el futuro…El libro incluye al final una bibliografía esencial en castellano sobre decrecimiento.