—Pronto descansarás —dijo Zeus.
—Siglos quemándome con el sol que me rodea —retrucó el dios.
—Otro sostendrá a la Tierra —refutó Zeus.
—¿Quién tendría mi fuerza? —inquirió Atlas.
—Newton, pero cuando te remplace ya no vivirás —sentenció el padre de los dioses.