El don del lobo, de Anne Rice

El don del lobo
(The Wolf Gift)
de Anne Rice

Reuben Holding, un joven reportero, es inexplicablemente atacado por una bestia a la que no puede distinguir entre la oscuridad del lugar... Un episodio violento que desencadena una terrible aunque seductora transformación, a partir de la cual el joven, atrapado entre el éxtasis y el horror, entre la aceptación de en qué se está convirtiendo y el miedo a lo que devendrá, pronto empieza a experimentar la emoción del don del lobo.  Mientras se resiste a la paradoja del placer y el embelesamiento de su salvaje condición lupina, y se deleita con el poder y la capacidad para hacer el bien, se ve envuelto en un rescate extraño y peligroso y sufre la persecución de las autoridades y los medios de comunicación. A medida que va haciendo mella en él un nuevo y profundo amor, surgen incógnitas que le sumergen todavía más en su misterioso nuevo mundo: incógnitas sobre por qué y cómo ha recibido este don; sobre su verdadera naturaleza y el curioso y placentero impulso que siente hacia el bien; sobre la posibilidad real de que haya otros como él, criaturas guardianas que han existido en todos los tiempos y atesoran antiguos secretos. Y siempre presente, la búsqueda de la salvación de un alma atormentada por un nuevo reino de tentaciones y un viaje estimulante y peligroso que lo llevará a convertirse y ser, plenamente, tanto lobo como hombre.

No es un secreto que adore a Anne Rice. Habré leído alrededor de una docena de sus novelas, y aún no he encontrado una que no me guste. Por eso no podía dejar pasar la oportunidad de leer su último trabajo, en la que una de mis autoras predilectas volvía al género que la lanzó a la fama allá por los setenta: el de los monstruos.
¿Conocéis esa sensación de leer un libro muy esperado y que os acabe decepcionando? Pues con El don del lobo me ha pasado todo lo contrario: una parte de mí pensaba que el libro me decepcionaría y en lugar de eso ha logrado superar todas mis expectativas.
La sinopsis ya revela bastante de la historia, así que solo diré que me ha encantado de principio a fin. Es Anne Rice en estado puro, y quienes hayáis disfrutado con Entrevista con el vampiro y Lestat, el vampiro seguramente disfrutaréis también de esta novela. Todos sus elementos clásicos están ahí: la tranformación indeseada en un monstruo, las almas atormentadas, la eterna lucha entre el bien y el mal, la detallada mitología, su estilo descriptivo y exquisito...
Hay que reconocer que el estilo de la autora se vuelve en su contra en ocasiones. La anterior novela suya que leí, La hora del ángel, me dejó con la impresión de que le sobraban páginas. Lo mismo me sucedió con muchas de sus Crónicas Vampíricas, a excepción quizás de Armand, el vampiro. Aquí eso no pasa. Anne Rice ha conseguido, por fin, superar su asignatura pendiente, y como resultado tenemos una novela escrita con una prosa magnífica y un sentido del ritmo excelente. Cual licántropo ávido de carne, devoré las quinientas páginas del libro en poco más de dos días. Las primeras treinta páginas o así se me hicieron bastante cuesta arriba, lo reconozco, pues el libro comienza con un encuentro lleno de largas conversaciones entre dos personajes que aún no conocemos. Después, sin embargo, la novela no echa el freno en ningún momento.
Otro de los puntos fuertes de la autora es su habilidad para crear personajes realistas y creíbles, llenos de matices y cada uno con su personalidad y su historia. Nuevamente, aquí no decepciona.
Evidentemente en El don del lobo no encontramos la profundidad que hay en sus sagas con personajes como Lestat, pero sí que se nota el trabajo que ha puesto la autora en este aspecto, especialmente en el protagonista y los secundarios más importantes. Y más destacable aún es el hecho de que muchos secundarios que no aparecen hasta el último tercio del libro tengan personalidades tan arrolladoras y fascinantes. Personalmente me he quedado con las ganas de saber mucho más de Stuart, así que espero que Anne Rice le dedique algún día su propia novela.
Relacionado con los personajes están los fallitos que le he encontrado al libro, pues no todo iba a ser bueno. Anne Rice tiene un problema con las relaciones, y el problema es que sus personajes se enamoran excesivamente rápido, tanto que no resulta creíble. No es normal que un personaje con novia se enamore de una mujer, se acueste con ella, dos semanas después conozca a otra y también se enamore, y después deje a su novia, y todo ello en menos de un mes.
Otra cosa que no me ha acabado de convencer es que personajes como Grace o el personal del hospital no descubriera la condición de Reuben. Simplemente con las muestras evanescentes tendría que haber estado claro, pero al parecer nadie se daba cuenta. Afortunadamente, la autora sobresale tanto en todos los demás aspectos que es fácil pasar estos errores por alto.
También he detectado otros fallos, pero no son de la autora sino de la traducción. Además de palabras que no cuadraban en el contexto (¿destripar un cuello?, ¿cómo se entiende eso?), algún que otro catalanismo (señores, ¡reseguir en castellano significa otra cosa!), me ha sorprendido que en el último tercio del libro hubiera bastantes erratas (tildes, puntos, palabras juntas...). No eran errores demasiado graves, pero sí que descolocaban un poco.
En cuanto al final de la novela, tengo que decir que queda cerrada prácticamente por completo, aunque es cierto que la autora tiene material de sobra de donde sacar tramas si quisiera continuar con la historia y no sería nada forzado. Yo creo que se trata de un libro autoconclusivo, y aunque la portada diga que es saga no encuentro nada que lo confirme, así que podéis leerlo sin miedo. Yo, mientras tanto, seguiré deseando que saque una novela dedicada a Stuart.
Como podéis imaginar, recomiendo El don del lobo sin dudarlo. No es un libro juvenil, ojo, pero dentro de  la extensa bibliografía de Anne Rice es probablemente uno de sus títulos más asequibles para todo tipo de público. Y se ha convertido en una de mis mejores lecturas del año.
Historia: Personajes:  Estilo: 
Ritmo:  Opinión: 9/10
Lo mejor:La excelente prosa de la autora.
Lo peor: Algunas relaciones surgen demasiado rápido..